Los cinco miraban al gigante, este tenía la apariencia del cuerpo de un humano, pero definitivamente no lo era. En donde se encontraría su abdomen, había cuatro especies de cabezas gigantes con una nariz y una boca. Sus manos no tenían dedos sino brazos. Y justo en medio de las cabezas gigantes, se asomaba la cabeza de un ser humano.
―tú también lo sientes, ¿no? ―dijo Gowther―, residuos de humanidad flotando en un torrente de poder maligno. Es el poder mágico de un caballero sacro. Le di mi armadura para así poder oprimir su tremendo poder maligno y así controlar esa magia, pero debido al daño recibido el sello se rompió.
―así que eso sucedió ―dijo el capitán Meliodas―, al menos no parece un enemigo que no podamos vencer entre los cinco.
Kaira cerró los ojos, llevándose la mano a su pecho, comenzaba a sentir el alma del caballero sacro que había sido aquel monstruo.
El gigante dio un fuerte golpe en el suelo, justo en dirección a los pecados. Todos saltaron apartándose. Ban arrastró a Kaira con el, que aún tenía una mano en su pecho mientras miraba al gigante con consternación.
Ban le dio una mirada preocupada al gato, pero la joven no se dio cuenta, ya que no quitaba su mirada del ser que tenía delante.
―acabemos con él ―dijo Meliodas, lanzándose junto a Ban a golpear al monstruo.
Mientras Ban y Meliodas golpeaban al monstruo, Kaira se encontraba completamente estática. No era por miedo, sino porque podía escuchar el alma de aquel caballero sacro clamando ayuda. El gato sentía en su pecho el dolor y la desesperación de aquella alma que se encontraba atrapada en medio de ese poder demoniaco.
Mientras Kaira aún seguía paralizada, King había intentado atacar al gigante con Chastiefol, pero no dio resultado. En ese momento, el monstruo dirigió su golpe a la chica que no parecía estar viendo realmente lo que pasaba a su alrededor.
―¡Kaira! ―gritaron Meliodas y Ban.
La peliverde reaccionó ante al grito, pero fue demasiado tarde, ya que el gigante le dio un fuerte golpe lanzándola varios metros. Ban sintió como si lo hubiesen golpeado a él; corrió tras la joven a toda velocidad para ver como estaba.
Kaira se puso de pie con dificultad con una evidente mueca de dolor en el rostro.
―ay, eso dolio ―dijo mientras estiraba todo su cuerpo.
―¡pero que carajos te pasa! ―reclamó Ban al llegar a su lado―. ¡Tienes que estar más atenta!
―no te alteres tanto, ya pareces mi papá ―dijo Kaira―. Solo fue una pequeña distracción.
Ban hizo una mueca de enfado. ¿Cómo no se iba a preocupar? El gigante la había lanzado lejos y a ella parecía no importarle.
Ban y Kaira se acercaron a los demás pecados. Gowther se había ensuciado las gafas así que les pidió a todos, bajo la mirada de estupefacción, que mantuvieran ocupado al gigante.
―bien, es mi turno ―dijo Kaira con confianza.
―esta vez no te vayas a paralizar ―comentó Ban molesto.
Kaira le lanzó una mirada de enfado al zorro de la avaricia y se puso en posición.
―tesoro sagrado Yelemi ―en cuanto la peliverde comenzó a hablar, su cascabel flotó delante de ella y empezó a girar ―, Lazo de Diosas.
Un lazo blanco con un resplandor dorado pareció salir del cascabel que giraba enfrente a la chica. El gato de la seducción lo tomó con su mano derecha e hizo un ligero movimiento, presentando una vez más una de sus armas.
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EL GATO DE LA SEDUCCIÓN [BAN]
FanficEn la intensa búsqueda de los siete pecados capitales, para así salvar al reino de Liones. Se conoce la existencia de un octavo pecado jamás antes visto. Junto a este nuevo pecado, el equipo está listo para enfrentar la inevitable Guerra Santa, no s...