CAPÍTULO 17

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A lo lejos, los demás pecados vieron como una luz roja se combinaba con unos rayos.

―ese es el poder de Gil ―dijo Howser, un caballero sacro que había defendido a Diana.

―y esa luz roja es Kaira ―dijo Gowther, quién se era cargado por Howser, causándole un susto a este―. Su poder se debilita.

― ¿Qué estará pasado? ―se preguntaba Diana.

En otro lugar, mientras Meliodas tenía una intensa batalla contra Gilthunder y Hendrickson, el Rey Arturo se acercó a Kaira que permanecía entre los escombros sin moverse.

― ¡Lady Kaira! ―llamó asustado el Rey de Camelot―. ¡Lady Kaira!

Arturo se acercó aún más a la peliverde y se dio cuenta de algo. El gato de la seducción no estaba inconsciente como él creía sino estaba dormida. Sí, literalmente Kaira se había quedado dormida en medio de la batalla.

―¿Qué? ¿está... dormida? ―preguntó el Rey.

Este miró a su acompañante que flotaba a su lado y asintió.

―entiendo, entonces así recupera su energía ―dijo Arturo. El joven se dio cuenta como las heridas de Kaira dejaban de sangrar y aunque no se curara de ellas, parecía mucho mejor que hace unos minutos.

De pronto, en la cima de una torre se escucho que una joven gritaba.

―¡Gilthunder! ¡Detente ya! ―gritó una joven al borde en lo alto de la torre.

Gilthunder, Hendrickson y una maga llamada Vivian se preparaban para atacar en conjunto al capitán de los siete pecados capitales. Asimismo, Meliodas se preparaba para defenderse de aquel ataque. Fue en ese entonces en que se dio cuenta de que lo que aprisionaba a su discípulo había aparecido. El dragón de la ira giró su cabeza y vio como una joven se lanzaba de una torre, pero no vio solamente eso, sino también aquel ser que la tenía como rehén. El pecado de la ira desvío su ataque hacia donde caía la joven destruyendo así la quimera, ser que mantenía prisionera a la chica.

En ese momento, Kaira abrió los ojos de golpe, asustando a Arturo. Esta se puso de pie y se lanzó en dirección a la mujer que caía por el borde de la torre. La ojos de gato alcanzó tomar en sus brazos a la chica, quién resultó ser la primera princesa de Liones, y frenar la velocidad con la que iba cayendo.

El pecado de la seducción aterrizó en el suelo con la gracia de un felino con la princesa en sus brazos.

―cuídala galán ―dijo la peliverde a Arturo, dejando a la princesa con él.

El gato miró la escena que se desarrollaba a unos metros de ella. Gilthunder había defendido a Meliodas y ahora peleaba contra Hendrickson.

―esto cada vez se pone más interesante ― dijo la peliverde con una sonrisa en su rostro.

El pecado de la seducción observó que la mujer llamada Vivian iba a intentar detener a Gilthunder, así que se apresuró para detenerla.

Esa pelea era un asunto solo entre ellos, no había que interferir.

Kaira corrió para tomar velocidad y subir por el costado de la torre. Una vez alcanzado la altura correcta, dio un salto impulsándose en dirección hacia la mujer; dio un giro en el aire y le pegó una fuerte patada en el costado para evitar que interfiriera con la pelea.

Secretamente, el gato de la seducción lo había hecho para desquitar sus ganas de dar golpes.

Aterrizó en el suelo de una forma muy elegante y se dirigió hasta donde se encontraba Arturo con la princesa.

EL GATO DE LA SEDUCCIÓN [BAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora