Capitulo 9

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Verán, a diferencia de lo estipulado en el código moral de los humanos, uno no siempre puede echarle la culpa al alcohol. 

No cuando yaces desnudo en el suelo con nada menos que un príncipe del infierno entre las piernas y un mueble astillado como toque dramático luego de una noche de copas y apenas cubiertos por una cobija (rota por cierto). Lo que se avecinaba estaba lejos de ser una tormenta, en menos de doce horas se acababa de convertir en un huracán. ¿Quién diría que unas cuantas botellas y la voz de Sinatra fueran capaces de tal resultado? Ni a un demonio pudo haberle salido mejor. 

-¡Puedo explicarlo!- Gritó Gabriel sosteniendo al príncipe del infierno en estado catatónico,  a decir verdad Azirafel necesitaba MUCHAS explicaciones, sobre todo cuando empezó a sonrojarse y a procesar la escena. Decir que dejaba poco a la imaginación era quedarse corto. Había un desastre de ropa, vino y botellas en el suelo, un mueble roto y astillado detrás del arcángel.. Y luego estaba el arcángel cubierto por una cobija a medio camino de romperse y con una joven entre los brazos... 

-¡Oh, Dios!- Azirafel había gritado al entrar y al contemplar la escena del "crimen". Se cubrió los ojos inmediatamente  -¡Pensé que te estaban atacando! ¡No vi nada!- Beelz estaba demasiado preocupada en la presencia del ángel cuando se dio cuenta de su condición, dio un grito y quizá un golpe a Gabriel antes de arrancarle parte de la cobija para cubrirse. 

-¡Maldición!- dijo Beelz tratando de levantarse en vano, Gabriel la sostuvo pensando en una excusa -¡Suéltame, idiota!- Beelz trató de morderlo, sin embargo sus piernas y sus sentidos aún no respondían de forma adecuada, su estómago amenazaba con vaciarse de un momento a otro ¿Podían los demonios vomitar? En cinco minutos iba a comprobarlo. 

-¡¿Por qué están...?!- Azirafel ni siquiera se atrevió a decir la palabra, tenía conocimiento del cuerpo humano y era demasiado inocente imaginar que no sabía qué clase se cosas podrían hacer con él ¡6000 años nunca pasan en balde y menos dos sin ser vigilados! Pero era completamente distinto observar a su ex-jefe acurrucado en el piso con... -¡Lo siento!- se disculpó Azirafel al borde de las lágrimas. 

-No es lo que parece- dijo Gabriel -No paso nada ¿cierto, Beelz?- el arcángel chasqueó los dedos para colocarse una camisa mal abotonada y una especie de traje medio mal acomodado y descuidado en ciertas partes, los efectos del alcohol aún no pasaban por completo. -¡BEELZ, AYÚDAME!- gruñó con una sonrisa mientras Azirafel trataba de inhibir sus sollozos y no sabía si quedarse allí o desaparecer, varios temblores recorrían su cuerpo, eso hasta que escuchó el nombre del demonio y lo procesó. Beelz, así llamaban en el infierno a... Volteó más rojo que un tomate para darse cuenta del rostro conocido que ahora estaba pálido y había dejado de luchar. 

-¡Es Lord Beelzebub!- gritó Azirafel justo antes de que el estómago le jugara al demonio una mala pasada. Fue difícil de retener luego de varias emociones y de que el arcángel la agitara en busca de ayuda, y para su mala fortuna hacía mucho que su cuerpo no consumía tales cantidades de alcohol. Simplemente dejó que la naturaleza obrara. 

-¡QUE ASCO!- Gritó el arcángel alejando su cuerpo de Beelz, quien arrojó el contenido de su estómago en la alfombra, esa fue la cereza del pastel de mala fortuna aquella mañana. Azirafel soltó un chillido entre susto y preocupación. Sí, era un demonio, el demonio que había condenado a Crowley a morir y sin embargo debajo de la figura de Gabriel y con el semblante enfermo se veía como... como una simple joven que ha tenido la peor mañana de su vida. -¡Beelz eres asquerosa!- dijo alejándose de la escena -¡No puedes hacer nada bien!- en el camino, el arcángel tiró el jarrón restante que adornaba el cuarto en su búsqueda por caminar derecho, sí, incluso con las sensaciones que revoloteaban en el aire Gabriel seguía actuando como idiota; Beelz, avergonzada se cubrió el rostro con una parte de cobija, nunca se había sentido más avergonzada y humillada en su vida, su cuerpo empezó a temblar. 

Demasiado bueno para ser verdad (Beelz x Gabriel Good Omens)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora