Pequeño anuncio: Esta semana entro a clases así que ya no podré actualizar tan seguido sin embargo al menos una vez a la semana esperen actualización de este y otros fics TnT por si me desaparezco no se preocupen... amo demasiado estas historias como para dejarlas... Disfruten!!!
Juntos.
Al menos hasta que el agua bendita o el fuego del infierno los separara. Beelz no lo deseaba, al menos no por ahora, así que guardó de forma milagrosa la botella que Gabriel le había dado. Lo hizo con satisfacción y con la idea de usarla de ser necesaria; sin embargo era malo perdonando y eso se denotó al transcurso de los días. No había planes y a ambos les gustó la idea de aplasar notas y de practicar conversaciones. Fue lo mejor que pudieron hacer. Las palabras forzadas y los gestos afectuosos no se les daban, incluso desde antes de la caída Beelz no recordaba haberlo besado,así era mejor, sin recuerdos que lo ataran al pasado y que lo hicieran pensar en Gabriel más de la cuenta.
Ambos habían llegado a una especie de tregua silenciosa donde la cama no era tocada por ninguno, sus respectivos lados ahora en el olvido y sus cuerpos reposando en el sofá y en la tina de baño haciendo nada en particular. Gabriel dijo que debían planear sus movimientos, pero Beelz lo miró más enfocado en garabatear varios bocetos que de hecho no eran tan malos y esconderlos cuando pensaba que ella lo estaba mirando; por su parte Beelz se convenció de estar enfocada en intimar su relación con Azirafel luego de que la invitara a una pequeña merienda donde habían hablado de nada más que las relaciones entre el cielo y el infierno; la idea de que el ángel quisiera ayudarla a comprender lo que le estaba pasando la hizo sentirse extraña, como si ella misma hubiera saltado por el agujero del conejo en un mundo al revés, se dijo que pensaba en cómo ganarse la confianza de Azirafel cuando en verdad se la pasó leyendo varios libros que le había dado (por supuesto, ninguna primera edición) pero la tina del baño era genial para acomodarse y no parar de digerir palabras hasta que era hora del almuerzo.
Gabriel rara vez comía y cuando lo hacía eran pedazos que Beelz mismo le daba. En esas ocasiones había un tenue rubor en las mejillas del arcángel, un detalle que solo se observaba por un segundo antes de desaparecer y que hacía a Beelz querer morder con fuerza sus brazos; había un lugar en su pecho escondido de todo el mundo donde yacía escondido ese detalle, esos ojos violeta y esa desdichada manía por volverlo loco con sus palabras y gestos. Gabriel era ajeno a ese espacio, se limitaba a rondar la casa y a reclamar sobre el desastre de migajas que ella dejaba al comer a veces solo para escuchar su voz y para discutir con ella. Gabriel podría decir cualquier cosa y enfrentar cualquier consecuencia para poder escucharlo decir su nombre con esa fuerza y ese acento; Uriel había dicho una vez que Beelzebub no era aterradora, con esa apariencia desaliñada y esa estatura, que ni siquiera gozaba de vanidad como otros demonios para hacerla impresionante. Gabriel había estado de acuerdo; hasta verla más de cerca y compartir su techo. Era lo que le seguía de aterradora pero no necesitaba nada para ser impresionante; es más, no necesitaba serlo; Gabriel la habría querido con o sin corona, incluso esas cicatrices no le parecían tan desagradables.
El tiempo pasó así, siendo malos en hacer planes, en llevar su relación más allá de varias palabras y gestos escondidos entre las páginas que Beelz leía sobre la historia humana y en los dibujos donde Gabriel plasmaba en las supuestas notas. Mantuvieron ese estilo de vida hasta que se cansaron de contar cada quien su parte, hasta que Gabriel en un intento por no arruinarlo de nuevo habló mientras ella leía y comía.
-Nunca entendí la fascinación de muchos humanos por esas cosas- Beelz frunció el ceño pero no despegó la vista de las palabras.
-Libros, Gabriel, libros- el arcángel se aclaró la garganta dando a entender que no podía importarle.
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Demasiado bueno para ser verdad (Beelz x Gabriel Good Omens)
FanficDos años después del casi apocalipsis, Azirafel y Crowley están a punto de unir sus vidas para siempre, sin embargo el cielo y el infierno se han unido para llevar a ambos traidores a su destrucción desenmascarando el secreto que les permitió sobrev...