Demasiado bueno para ser verdad (Beelz x Gabriel Good Omens)

Capitulo 19

-Ellos van a venir- dijo Beelz sosteniendo entre sus manos la del arcángel, pensó que su ahora novio iba a decirle que eso era evidente, pero se quedó mirando el tránsito de imágenes que aparecían en el televisor sin prestar verdadera atención a pesar de que la secuencia parecía entretenida. Beelz sintió un leve escalofrío cuando el ala de Gabriel la rodeó haciéndola sentirse más segura que las murallas que poder que podrían rodear su piso. Beelz hizo un leve movimiento de manos para aparecer la botella de agua bendita y el relicario con el fuego de infierno. -Y si ellos vienen debemos de estar listos- Gabriel frunció el ceño al ver el collar, sabía lo que había dentro pero no se atrevió a preguntar de dónde lo había sacado Beelzebub, quien tenía la excusa perfecta para la ocasión -Un pequeño recuerdo de allá abajo. 

-En ese caso solo hay una pregunta qué hacer- Beelz se encogió de hombros esperándola, últimamente las ganas de pelear se le estaban acabando, sobre todo al mirar las ventanas, temía ver las figuras aladas descendientes del cielo -¿Qué color quieres para tu pistola de agua?- Beelz le dio un codazo pero sonrió forzado, debía mantenerse así, sobre todo si ellos volvían -Color negro entonces. 

-¿Crees que Michael..?

-No lo se, siempre fue muy impredecible- Gabriel se inclinó y le besó la comisura de la boca -Pero si lo hizo lo sabremos en poco tiempo.- Beelz afirmó con la cabeza mientras tomaba el relicario y se ponía a jugar, un pequeño chasquido de la mano fue suficiente para sellarlo por completo incluso para ella.

-No sabemos si mi lado también va a venir- dijo pasándole el relicario por el cuello, Gabriel se estremeció al sentir el poder que emanaba del interior. -Si vas a usarlo solo asegúrate de que no te toque. 

-¿Quién diría que un día te preocuparías por mi?- Beelz lo miró con ira fingida antes de echársele encima llevando al arcángel al suelo -Auch. 

-No me preocupo por ti- declaró ella -Estoy siendo demasiado egoísta como para dejarlos matarte, ese honor es mio- Gabriel rió por lo bajo. 

-¿Y quieres continuar tu asombrosa mentira en otro lado?- le echó una mirada rápida al cuarto. Beelz frunció el ceño y apareció su traje de príncipe del infierno para verse más imponente. 

-Prefiero ver la televisión- dijo Beelz saliendo sel regazo del arcángel y tomando su control remoto. 

Gabriel no insistió, se quedó mirando las caricaturas y los curiosos canales que a Beelz la hacían quedarse quieta. Una de sus manos buscó la suya cuando dejó un especial de música, Gabriel reconoció al instante la melodía;  Beelz se sonrojó un poco pero evitó sonreír con su la voz de su buen amigo Sinatra, lo que no esperaba era la mano del arcángel invitándola a levantarse. Beelz tomó la mano, ya tan conocida para ella como todo en Gabriel, desde sus ojos violeta a los movimientos que hacía mientras estaba durmiendo. Supo que era una invitación a tomarlo de los hombros aún con algo de dificultad y deslizar la cabeza en su pecho mientras se trataban de mover al ritmo de la música. Ambos igual de malos. 

Beelz rió cuando piso por accidente a Gabriel y no dejó de hacerlo cuando sus piernas se enredaron al dar una vuelta. -Eres pésimo- dijo ella aún en su traje de príncipe de los infiernos, se veía igual que siempre solo por algunas cosas disminuidas en su anatomía, a Gabriel le habría gustado con o sin ellas de todas formas, conocía cada una de sus corporaciones y las había probado; más bien Beelzebub le había dejado probarlas y estaba extasiado con ello y con cada uno de sus movimientos por muy torpes que fueran incluso mientras trataban de bailar riendo entre ellos por cada mal movimiento y por cada comentario con la intensión de ofender al otro. 

-Siempre es culpa tuya- dijo Gabriel levantándola sin dificultar entre sus brazos y dando vueltas con ella. Ese era su mundo, los ojos oscuros de Beelzebub, su mano entre la suya mientras la música resonaba. Eso también le gustaba de los humanos, la música.