Relativamente Omega [Showhyuk]

Trucos (5.)

— Amor, ve por la correspondencia ¿Quieres? - pidió risueña su madre, parecía de buen humor. 

— ¿Me preparas cereal? 

— Yogurt con semillas - contradijo, señalando un enorme frasco en la alacena - Anoche comiste carne, Nunu.

Él se detuvo en seco, su madre jamás lo llamaba por ese empalagoso apodo desde que tiene diecisiete años, ella sabe que le resultaba fastidioso y aborrecía el apodo aunque solo ella y cierta vecina únicamente lo utilizaban. Shownu no permitía que nadie más lo usé porque se los cargaba malamente. 

— Mamá… - le reprochó sin decir nada. La señora Son sonrió brillante, siempre tan tranquila y positiva - No te rías. 

— Ve por el correo, hijo. Anda - insistió, marchando a su habitación, seguramente tendría clases que dar en las mañanas. 

La madre de Shownu era una mujer tranquila y lejos de los problemas, pocas eran las cosas que le afectaban y que Dios castigue a Hyunwoo si mentía pero él nunca vió a su progenitora molesta o haciendo escándalo a gritos, por nada. 

Honestamente hablando, a su madre le importaba todo un carajo, era una mujer de cuarenta y tantos que lo tuvo a una edad pasada de lo apropiado pero sin complicaciones, el padre de Hyunwoo era un hombre de cincuenta muy serio pero razonable, ambos nunca negaron nada al basquetbolista ni permitían que le suceda nada de gravedad, lo más duro en la infancia de Hyunwoo fue haberse enamorado de Jihyun pero su madre jamás supo ni sabe que ellos tenían historia.

Y aunque lo supiera, él no cree que su madre intervenga o interrumpa algo porque de lo contrario no habría hecho ésto.

Al llegar a la entrada, un mensaje había llegado a su buzón, una carta de verdad, no virtual a su teléfono, sino en físico. Él la abrió con un deje nostálgico y abatido a la vez, se sentía tonto e impotente sin conseguir hacerse caso a sí mismo, pidiéndose que no lo abra «Es una trampa, por favor. No lo hizo…» se decía para sus adentros.

"¿Quieres ser mi amigo?"

«Sí lo hizo»

Una cascada de recuerdos dulces que fueron empañados con la personalidad y carácter que Jihyun fue demostrando tener, llegaron a él como regalo del día del niño y no te daban lo que querías. Los días de preadolescencia donde ellos se enviaban cartas diariamente; la segunda infancia, donde a sus seis años ella envió justamente esas palabras al buzón de la familia Son, iban dirigidas "para el niño de ojos chiquitos cuando ríe" y ese fue el primer eslabón de la pesada y gruesa cadena que tenía sujeto a Hyunwoo desde el cuello, alrededor del meñique de la fémina. 

Él le pidió que le diese espacio. ¿Por qué forzaba de esta manera su corazón? 

— Ella es tan linda. Apenas ví el color del sobre lo supe de inmediato, me trajo tantos recuerdos - se apoyó sobre la espalda, su madre - no podía recargarme sobre ti en ese entonces, te habría aplastado porque estabas todo pequeño y delgadi…

— Mamá… ¿Por qué sigues pasando algunas tardes con Jihyun después de que se fue tanto tiempo? 

— Ella no fue a ningún sitio, y la verdad es que me alegró que regrese; sabes que la quiero como a mí propia hija. 

— Pero yo soy tu hijo, ¿No te basto? - tensó la mandíbula - Además yo no quiero ser hermano de ella.

— Lo sé bebé, quieres ser su esposo desde tus ocho años. Ustedes son realmente bonitos juntos. 

— No sabes lo que estás diciendo.

— Mi hijo está enamorado de la vecina y yo ayudo a que tengas tiempo con ella, a Jihyun-ah le gusta venir a verte, aunque no es muy honesta.