Relativamente Omega [Showhyuk]

Laberinto (8.)

El martes solía ser el  día favorito en la semana de Hyunwoo, su padre oficialmente llegaba para la cena y podían ver algo de deportes después, o salían a caminar para bajar la comida o cualquier cosa juntos; su madre también estaba ahí, mostrando ser una mujer común y corriente, una ama de casa que se dedicaba únicamente a su familia y vestía ropa casual más no deportiva o suelta para sus clases de yoga o para estar en su tienda de alimentación estética oliendo a miel, semillas, aceites o hiervas. En general no le molestaba cómo era ella, pero sí que insista en su dieta o sus ejercicios para cuidarlo cuando tuviese la edad de sus progenitores; él ya hacía demasiado por su estado físico y difícilmente logro que le guste con el tiempo llegar cansado o sudoroso, eso no le gustaba aunque le satisfacía porque cumplió con su rutina y al mismo tiempo era aliviador, eran energías que no usaría para pensar cosas innecesarias. 

Cuando era más joven, Hyunwoo casi amaba los martes porque llegaba y encontraba este mismo arona a te floral en la casa, su madre preparaba galletas de chía y lino, tarareaba alguna canción extranjera y al cruzar por la puerta de la sala él podía echar un rápido vistazo a las visitas para subir rápido a su cuarto y quitarse todo rastro desagradable de cansancio porque Jihyun estaba ahí. 

El ritual era el mismo, pero cuando miró por inercia o costumbre, más no por interés, y sin embargo la decepción llegó a él cuando comprobó que el salón estaba vacío; omitió saludar a su madre y fue derecho a la habitación porque no tenía ganas de ser leído por su progenitora, estaba cansado y molesto, últimamente todo lo que hacía era enfadarse, frustrado por cómo actuaba y con Lee Minhyuk que lo volvía loco sin entender por qué se lo permitía. Era tan fácil para Hyunwoo decir "basta" y seguir solo, pero he ahí el problema, él ya no quería estar solo por haber abandonado sus vínculos y círculo social, por lo menos ahora tenía un objetivo y ese era joder a los Im por maltratar a Hoseok. 

Era miserable y una horrible manera de sublimar su ira hacia sí mismo, pero era todo lo que tenía y se aferraría a esto porque era mucho mejor que sentir el peso de su propia culpa, porque la venganza le animó acercarse a Jooheon y porque tenía un recado del alero y a fuerza de voluntad tragándose la pena y sus absurdas emociones haría lo posible por alejar a Hoseok del daño; nadie mejor que él conocía lo que era amar toxicamente a una persona que te hacía tanto mal. Y pese a todo, seguir queriéndola...

— Hola nunu - ¿por qué tenía que ser así?

— ¿Qué haces en mi cuarto?

— Vine a tomar el té con tu madre.. como antes.

— ¿En mi habitación? - quiso saber, manteniendo la firmeza lo más que podía.

— No, vine al baño - se encogió de hombros, acercándose.

— Tenemos un sanitario general en el piso de abajo.

— Está descompuesto - dijo rápidamente, parada frente a él. 

Está diferencia tonta de altura donde él podía apreciar la estrechez de sus hombros pequeños, pese a estar cubiertos, lo delgada que era, el volumen de sus senos y cadera, sus labios finos, sus ojos mirándole con "inocencia" debajo de la cortina suave de pestañas; esta diferencia donde se sentía grande, donde era consciente del largo de sus brazos y que podía rodearla perfectamente, donde se sentía protector porque guardaba en su memoria a la niña que lloraba porque le molestaban y él comenzó a entrenar y así tener la fuerza para cuidarla. Y ahora ella ya no lloraba pero él todavía no lo entendía.

Ella ya no es su "Jiji"... Esa la abandonó cuando se metió con el primo de Hyunwoo, Mino, y ellos se pelearon a puños por culpa de Jihyun, porque logró que el Son mayor (por dos años) se distancie de su novia y él cuidó de ella cuando Mino la tomó del brazo para obligarla a decir a la chica que él no hizo nada, que ella inventó haberse acostado porque él no lo recordaba pero sí sabía que Jihyun lo beso a la fuerza frente a muchas personas. Su primo tuvo un final feliz, porque al fin y al cabo su novia le perdonó, y él se quedó sin la única familia que tenía para pasar el rato.