Capítulo 3

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Me levanté recordando el sueño tan extraño que había tenido, y aunque recordaba el sentimiento de angustia que había tenido cuando estaba corriendo estaba ese sentimiento cálido del lobo lamiéndome el rostro haciéndome reír en el sueño, ¿acaso era algo que mi mente quería que pasara? ¿tan falta de amor estaba? No. No quiero compañero, ni pareja, ni nada parecido. Bajo las escaleras con un humor de perros, no quiero pensar en estar completamente atada con una persona, así que ese sueño es un asco, puede que a mi yo de los sueños le guste ese afecto, pero yo lo odio con toda mi alma.

-Buenos días, alfa- dijo con su típica voz de recién levantado cuando entré en la cocina.

-Buenos días Marco- dije seria haciéndole verme con seriedad.

-¿Mal día?- preguntó.

-Mal sueño- dije sentándome con una taza de café y unas tostadas delante.

-Hm...- articula asintiendo- Ya veo.

Terminamos de desayunar sin ningún tipo de conversación, no es que esté de humor y al parecer él al saberlo se queda completamente ensimismado en sus pensamientos, eso es lo que amo de él, sabe cuando darme mi tiempo. Salimos al jardín y nos pusimos a practicar, puede que no podamos hacerlo en fase porque llamaríamos la atención de las personas, pero aun así podemos hacerlo en nuestra forma humana para seguir en forma: luchamos cuerpo a cuerpo, técnicas que hemos estado creando y ensayando mucho. Ambos frenamos la pelea cuando oímos como llamaban a la puerta, menos mal que tenemos buen oído, sino podrían haber llamado y no nos habríamos enterado. Entramos en la casa por la puerta trasera, cruzando el pasillo entre la cocina y el salón y abrimos la puerta encontrándonos a Bella enfrente de casa.

-Hola, Bella- la saludo con calma- ¿Cómo estas?

-Bien, gracias- sonrió calmada- ¿Vosotros?

-Genial- habló Morgan- ¿En que podemos ayudarte?

-Quería invitaros a la playa de la reserva.

¿Playa? ¿La Push? ¿Por qué nos invitaría si apenas y nos conoce de ayer? No la tenía como una persona sociable, el aura que desprendía era más de una persona introvertida, tímida, alguien que no va invitando a los demás después de haberlos conocido por unos minutos, no es como que hubiéramos mantenido una conversación muy larga la noche anterior.

-¿La playa La Push?- preguntó Marco al yo no responder.

-Sí- dijo calmada- ¿Os apetece venir?

-Claro, ve tu delante- dijo Marco al ver que me había quedado sin palabras -Vamos en moto.

-Vale.

Bella salio de la casa dejándonos allí. Marco se encargó de cerrar la puerta para dejarnos solos, no me lo puedo creer. Iba a ver a mi hermano, en la carta ponía que vivían ahí, pero ¿tan pronto? Ni si quiera sabía su aspecto, solo sabía el nombre de mi padre, Billy y mi apellido Black, pero nada mas. A ver, también podía ser que solo fuéramos a la playa y ni siquiera le conociera, o quizás estaba allí y como no sabía como era no le reconociera y entonces quizás pasara por delante de sus narices y no supiera que era él.

Subí a la habitación al no querer hablar con Marco, puede que no supiera si iba a verle o no, pero si lo hacía tenía que darle la carta de mi madre, y algo me decía que le iba a conocer hoy mismo, así que mejor me la llevo no vaya a ser que le conozca hoy y no tenga la carta conmigo. La cojo viendo en la parte frontal "Familia Black" con la caligrafía de mi madre, y la metí en mi bandolera.

Bajo viendo como Marco había cogido también su mochila en la que supongo que puso las llaves de casa y en la que pondría también las de la moto cuando llegáramos. Salimos y vimos a Bella en una camioneta naranja súper vieja, me gustan las camionetas, pero esta me daba la sensación de que iba a dejarla tirada en medio de la carretera en cualquier momento. Subimos cada uno en nuestra moto viéndonos antes de ponernos los cascos y fuimos detrás de Bella.

La hermana perdida de Jacob Black.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora