Y si en realidad la madre de Jacob no hubiera muerto??? Y si hubiera tenido que huir y fingir su muerte por su hija??? Hija de la cual nadie sabe nada y que oculta muchas cosas, mas de las que ella quiere contar... Cosas que la persiguen desde niña...
No sabía cuanto tiempo había estado mirando a Megan, sus ojos me miraban como su la hubiera traicionado, como si la hubiera arrancado el corazón y no la hubiera dejado tiempo de protegerse.
Sabia perfectamente que de no ser por la orden directa de Megan, Leah y Marco ahora mismo se estarían besando.
-Megan...
-Jacob, callate. No te quiero volver a ver, confíe en ti, ¡cambie por ti! Incluso trate de adaptarme porque quería tener de una maldita vez una familia. Pero resulta que toda mi vida pensé que la familia te quería te decía la verdad, ¡PERO NO! Me apartaste porque se perfectamente que fuiste tu. Lo se, porque una promesa de dos alfas no se rompe así como así y te odio por eso, pero me odio mas a mi...
Omnisciente
Todo el mundo estaba pendiente de las palabras que salían de los labios de aquella chica.
-Me odio porque me prometí a mi misma que nunca volvería a confiar en el amor, y aquí estoy. Sufriendo por confiar en quien no debía. Por pensar que podía tener una vida “normal”- dijo Megan haciendo las comillas- Por pensar que después de haber estado huyendo diecinueve años podría tener un momento de felicidad, que podría estar con las únicas personas relacionadas con mi madre... Pero supongo que no es así, todos acaban por fallarte en algún momento de la vida...
Megan y Marco se dieron la vuelta dispuestos a marcharse cuando...
-Solo intentaba protegete- dijo Jacob adelantandose un poco y haciendo que ambos pararan su marcha.
-Protegerme? Mierda, Jacob. No necesito que me protejas de nada, no soy una damisela en peligro que necesita ser salvada, ni necesita un príncipe azul. No necesito a nadie que me diga lo que tengo que hacer. ¿Te enteras?
Megan y Jacob estaba cara a cara, ambos con los semblantes serios, expresando a través de la mirada todos los sentimientos.
Ella rabia y furia, la cual no quería dejar que la controlara porque entonces si que Jacob no volvía a ver el sol; él, tristeza porque su hermana pensara eso de él, de su familia.
Marco y Megan se marcharon de ahí, aunque no se habían ido muy lejos, habían decidido hacer las guardias por su cuenta, ya que la manada les había apartado de ellas.
Jacob siguió pensando en todo lo que había dicho Megan, todo mientras Sam repartía el nuevo horario de las guardias.
-Jack, empiezas con Leah y Paul- dijo Seth cuando ya se había ido casi toda la manada.
-Gracias, cachorro- dijo alborotando su pelo, aun que no estaba muy atento a lo que había dicho.
Megan
Marco y yo estábamos convertidos en lobos, ambos tumbados en el claro que nos permitía escuchar y percibir prácticamente todo lo que pasaba por La Reserva. No me gustaba el hecho de separar a Marco de Leah, pero no puedo dejar que me tomen como una alfa débil. Me acerco a Marco y empezó a jugar con él, dejándome caer a su lado
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(Imaginen que el negro es Megan y el blanco es Marco)
lo lamento Marco, ya sabes porque lo he hecho, ¿verdad?
Lo entiendo perfectamente, pero Leah y yo no tenemos nada que ver
Dejamos de hablar después de eso, lo intentará ocultar o no, me dolía ver a Marco así, pero tampoco iba a retirar mi orden solo por eso.
La guardia paso tranquila, notaba a los chicos por los alrededores, no me interesaba saber quienes eran, solo sabia que una era Leah, seguramente Sam la ha puesto para estar cerca de Marco.
He visto a Leah entre los arbustos, Marco y ella se miran de vez en cuanto, y aunque se que están rompiendo una orden no quiero separarlos, así que le hago la tonta y no digo nada...
Y así de aburridas son las guardias, día tras día, en todas las guardias Leah esta aquí para ver a Marco, solo que ya no se esconde, una vez hasta se acerco y Marco y ella estuvieron un rato juntos, no mucho ya que teníamos que hacer guardia los tres pero a ellos les bastó.
Jacob
Hacía dos semanas desde que había “hablado” con mi hermana, la verdad es que siempre la observaba, pensando que como solucionar lo que había jodido yo solito.
Hoy extrañamente no hemos visto a ninguno de los dos por los bosques como todas las mañanas, de echo suelen estar mucho antes que nosotros.
Eso pone nerviosa a Leah, las cosas entre Leah y Megan se habían calmado un poco, Leah se puede acercar, pero no por mucho tiempo, aunque por lo que nos ha dicho Leah, para ella es suficiente ya que se asegura de que Marco esta bien y cualquier contacto con él le basta.
Cuando estamos llegando a la casa de Emily escuchamos tres voces dentro, una es la de Emily y las otras de Marco y Megan; ellas dos hablan animadamente, mientras él aporta alguna palabra pero no mucha. Todos entramos en la casa cortando la conversación de las chicas, y ganándolos una mirada seria de parte de Megan y de Marco.
Todos estamos en la puerta paralizados ¿que hacen ellos aquí? Marco y Leah se miran, se sonríen pero no se acercan, cosa que seguramente ambos quieran hacer pero Megan no lo permitiría delante de nosotros.
La ya mencionada no aparta su mirada de la mía, como si nos estuviéramos retando con la mirada.
-¿Que hacéis aquí?- pregunta Leah amable.
En el rostro de Megan se dibuja una sonrisa, aunque no de felicidad, eso seguro.
-Vuestro consejo nos a citado...
Se que tardo en actualizar. aquí esta un capitulo un poco mas largo, intentaré escribir mas de seguido. Espero que tengáis una buena semana y lo que queda de fin de semana.
