- ¿Tú eres la hija de Moctezuma verdad?-No, no lo creo, debe estar confundiéndome con otra joven
-¿Enserio?, es que yo conocí bien al gran Moctezuma y te pareces mucho a él
-No, lo dudo, mi padre es Hernán Cortés y mi madre la Señora Marina
Él me miró fijamente
-Debe ser eso seguramente, ya debe irse que ya no tarda en oscurecer
-Si gracias, hasta luego
-Hasta luego -subí al caballo y me fui
Durante todo el resto del camino no dejaba de pensar en lo que me dijo aquel hombre, sobre que yo me parecía a Moctezuma era algo que me dejo muy inquieta tal vez era algo de mi mamá y yo no lo sabía, pero esa duda la aclararía cuando ella regresara.
Mi padres llegaron un día antes de lo esperado
-Niña, tu familia ya viene –me despertó mi nana
-¿Enserio? –sonreí
-Si –sonrió-, anda cámbiate, ya te prepare todo
-Muchas gracias nana
Me cambie en tiempo record y me fui a esperarlos en la puerta de la casa, mis hermanos al verme me abrazaron estaban enormes, Hernán tenía 14 y Juan 13 años
-Hola me da mucho gusto verlos -los abrace-. Están enormes por poco y no los reconozco
Ellos me sonrieron y se echaron a correr a la casa
-Hola hija
-Hola mamá -le dije y la abrace
-¿Qué tal todo por aquí? -pregunto mientras nos separábamos
-Todo bien, pero pasen deben de estar exhaustos
-Si un poco -me contesto y entro a la casa
-Erika -dijo mi padre en un tono seco
-Padre -le conteste del mismo modo
El solo me miró fijamente y yo hice lo mismo hasta que el ingreso a la casa, me fui a un costado de mi mamá mientras me contaba todo acerca de su viaje y de lo feliz que se sentía porque mis hermanos ya estaban en casa
-Mamá tengo que hablar contigo -dije cuando llegamos a su habitación
-Si cariño ¿de qué? –dijo mientras se sentaba en su cama
-¿Quién es Moctezuma?
-Pues fue un emperador azteca
-¿Lo conociste?
-Si -dijo evitando a toda costa mirarme a los ojos
-¿Tenemos algún parentesco con él?
-No, como se te ocurre, ¿porque preguntas eso? -dijo nerviosa
-Por nada, solo tenía curiosidad
-Pues mi padre fue gran amigo de él, pero es todo lo que sé
-Entiendo, bueno te dejo descansar -le dio un beso en la mejilla y me fui
La fiesta comenzó por la tarde y como era su costumbre mi padre se embriago hasta que casi no podía mantenerse en pie, quiso discutir conmigo pero trate de ignorarlo, así que decidí irme de la fiesta y me encerré en mi habitación, no tenía ganas de pelear con él, leí un libro y más tarde me dormí.
Ya había pasado un mes desde que habían llegado mis hermanos eso era bueno, pues no solo mi madre y yo estábamos contentas sino también mi padre estaba de muy buen humor, conmigo seguía siendo el mismo de siempre pero con mi mamá ya no era tan grosero y con eso me daba por bien servida.
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La última princesa azteca
Fiksi SejarahLa historia de una chica que luchará por su libertad y la de su país.