Capítulo 13

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-¿Te gustaría que Eri y yo tuviéramos hijos? -dijo, al escuchar eso abrí los ojos como platos

-Pues claro -dijo mi nana sonriendo-. ¿Porque lo dices?

-Porque cuando termine todo esto quiero tener muchos hijos con ella -dijo mientras me guiñaba un ojo

-Si, como a ti no te va doler tenerlos -dije sonriendo

-Pues no, pero ¿no te gustaría tener hijos conmigo?

-Claro que si tonto

-Pues ahí está nana, tienes que cuidarte mucho para que estés fuerte y puedas ayudarnos a cuidar a nuestros hijos

-Claro que si mi niño, nada me haría más feliz -dijo con una gran sonrisa

Mire a Santiago y le sonreí, realmente me sorprendía como podía cambiar el estado de ánimo de todas las personas que lo rodeaban con tan solo una pequeña conversación con él, terminamos de comer y justo en ese momento entro Acoalt

-Toda esta listo, la ropa está en su cuarto

-Gracias -dijo Santiago

-Bueno los esperamos afuera

Nos levantamos, le di un abrazo a mi nana y nos fuimos a cambiar, Santiago se veía como la primera vez que lo conocí lo cual me provoco una sonrisa

-¿Qué? -me pregunto sonriendo

-Nada

-¿Entonces porque te ríes?

-Porque me acorde del día en que te conocí –dije aún sonriendo

-Sí, el mejor día de mi vida sin duda -dijo mientras me abrazaba

-Y el mío también

-Debo preguntarte, ¿te caía mal o solo era mi idea?

-Pues solo un poco  -dije riéndome

-Así -dijo alzando las cejas

-Sí, supongo que me caíste mal por ser tan guapo -dije mientras lo besaba

-Bueno en ese caso te perdono, no te culpo por enamórate de mí -dijo riéndose, le dio un codazo y luego me beso

-Ya, apúrate que se hace tarde -le dije

-Pues si yo ya acabe, tu eres la lenta que no ha acabado

-¿Lenta? –levante la cejas

-Si lenta -dijo mientras me aventaba la camisa que se había quitado

-Pues sí solo me falta meter todo el cabello a casco, creo que tendré que cortarlo

-¿Qué?, ¡no! -grito

-¿Qué?

-No quiero que te lo cortes, me encanta tu cabello largo

-¿Y por eso tanto drama?

-Pues claro -dijo riéndose-. A ver déjame ayudarte

-¿Qué vas a hacer?

-Tu dejarme esto a mi

-Está bien -dije y me senté al borde de la cama

Santiago empezó a cepillarme el cabello, lo recogió bien y luego me hizo un chongo alto, para después ponerme el casco

-Listo, ya te convertí en un soldado español -sonrió

-Bueno entonces vámonos -dije mientras lo tomaba de la mano

Salimos y ya todo el pueblo nos esperaba, nos miraron y luego hicieron una reverencia, mi nana estaba parada junto a Acoalt que tenía un traje como el de nosotros, le sonreí y luego camine hasta a ella

La última princesa azteca Donde viven las historias. Descúbrelo ahora