Capítulo 12

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-Hace unos días mande mensajeros a que informaran a los pueblos que la elegida estaba lista para pelear

-¿Enserio?

-Sí y quieren que se presente ante ellos para verificar que si eres la elegida

-Si está bien, ¿pero cómo voy a demostrarles que soy la elegida?

-Fácil, nos llevaran a su pirámide más importante y tú solo tendrás que tocarla

-¿Y qué va a pasa?

-No lo sé -dijo riéndose

-¿Como que no lo sabes?

-No, solo sé que alguna señal se presentara y demostrara lo que ya sabemos, que tú eres la elegida

-Está bien -dije poco convencida ante su respuesta

-Bueno salimos mañana

-¿Que, mañana?

-Sí, es necesario salir mañana

-Está bien

-Bueno iré a preparar todo

-Sí, nos vemos

-Adiós -dijo y se fue

Arregle algunas cosas para llevar en el viaje y cuando finalice me senté en la cama a esperar a que Santiago llegara

-Ya llegue princesa -dijo mientras ponía sus cosas al lado de la puerta

-Hola -le conteste mientras me levantaba y le daba un beso-. ¿Cómo te fue?

-Bien, logramos cazar dos venados, hoy cenaremos bastante carne -dijo sonriente

-Que bien amor..., necesitamos hablar

-¿Que paso? -dijo mientras se empezaba a cambiar

-Tenemos que irnos mañana

-¿Qué, a dónde? -dijo preocupado

-Acoalt logro establecer contacto con algunas personas y necesitan que vaya a probar que soy la elegida

-Ya entiendo…está bien, ya me habías espantado -dijo mientras se quitaba la camisa

-¿Porque?

-Pensé que nos habían encontrado o algo así

-No tranquilo...oye te he dicho lo guapo que vez sin camisa

-¿Enserio? -dijo alzando una ceja

-Enserio -dije mientras pasaba mi mano detrás de su nuca y acariciaba su cabello

-Pues a mí también me gusta cómo te vez sin vestido -dijo acercándose a mí para besarme

-¡Que mal! -dije haciendo un puchero

-¿Que, porque? -dijo alzando las dos cejas

-Porque antes que nada tienes que comer -dije mientras empezaba a caminar hacia la cocina entonces me tomo del brazo y pego a el

-Oye no me vas a dejar así

-¿Así como? -dije riéndome

-Pues con hambre

-Yo iba a traerte algo de comer pero me detuviste

-No me refería a eso -dijo con una sonrisa pervertida

-A no, ya te dije que no, hasta que comas

-Pues es exactamente lo que hare

-¿Qué?

-Comerte -dijo y me llevo cargando hasta nuestra cama

Después de nuestro encuentro nos fuimos a la cocina para comer, cuando mi nana nos vio entrar se levantó y empezó a servir de comer

La última princesa azteca Donde viven las historias. Descúbrelo ahora