Capítulo 7

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-Vamos ha llegado el momento -dijo Acoalt

-Si 

Nos dirigimos a la entrada del santuario y antes de salir le hable a Santiago

-Santi

-¿Qué pasa? -dijo

-¿Me acompañas?

-Por supuesto -dijo mientras me tomaba la mano

La verdad tenía mucho miedo, no sabía lo que iba a ver o a sentir y  el hecho de que Santiago me acompañara me hacía sentir tranquila y de cierta forma protegida, supongo que era porque tanto el como mi nana son las únicas personas que me queden en este mundo.
Seguimos a Acoalt por una colina hasta que llegamos a un lago en donde la luna quedaba justamente en el centro, ese debía ser el lugar pero desconocía que era lo que quería hacer Acoalt

-¿Y ahora que? -pregunte

-Entra y colócate justo en donde está la luna, sumérgete y todo será rebelado

-¿Cuánto tiempo? -pregunto Santiago

-El que sea necesario

-¿Está loco?, ¡se ahogara!

-Créeme, no le pasara nada malo

-Está bien -le dije a Santiago

-¿Segura? -me pregunto preocupado

-Sí, no te preocupes -le di un beso en los labios

-Bien, ten cuidado

Me fui metiendo poco a poco al lago, el agua me llegaba a los hombros cuando llegue al reflejo de la luna los voltee a ver por última vez y me sumergí pero con los ojos cerrados entonces escuche una voz que me decía

-Abre los ojos

Los abrí y buscaba quien me había hablado, pero no había nadie

-¿Quién eres? -pensaba

-Soy la Diosa de la luna -por fin escuche

-¿La luna?

-Sí, yo te mostrare tu pasado

-¿Y cómo voy a entender lo que pase?, yo hablo español no entenderé nada

-Yo haré que entiendas ahora solo tranquilizate y observa

En eso vi una luz muy brillante y lo siguiente fue ver a mis papás, estaba a un lado de mi madre viendo todo pero ella no me veía a mí

-Esa bebe eres tú –dijo la Luna

Vi como mi mamá me cargaba y me cantaba una canción, en eso llego mi papá

-Es hermosa amor, igual a ti -le dijo y le dio un beso en los labios

-Se parece a los dos -le contesto ella con una sonrisa

Mi padre me cargo

-Mi princesa, veo en ti un gran futuro,  eres hermosa como tu madre y fuerte como yo. Serás una gran princesa

-Y hablando de futuro, ¿cómo va la expulsión de los invasores? -le dijo mi mamá preocupada

-Bien, no te preocupes yo me encargaré y te prometo que todo será como antes -dijo mi papá con una pequeña sonrisa, pero su cara expresaba preocupación

-Está bien - le contesto mi mamá

La luna narraba los sucesos mientras yo veía las imágenes no sabía como pero era como si estuviera ahí cuando paso eso

-Tu padre hizo de todo para que los invasores se fueran y evitar una guerra pero esto fue en vano pues el enemigo avanzo y se alió con los enemigos que tenía el imperio de tu padre, la guerra estallo y cuando se enfrentó con Cortés tu padre lucho valientemente, se había acordado que sería una pelea cuerpo a cuerpo sin ningún arma, tu padre era fuerte y ya había vencido a ese hombre pero el cobarde al verse derrotado saco un arma de fuego y le disparo a tu padre en el corazón matándolo al instante, después de eso algunos de tus primos resistieron la batalla para que los españoles no ganaran, esperando a que tu hermano cumpliera los 18 años para que el dirigiera la batalla y derrotara a los enemigos. Tu hermano al igual que la lucha resistió poco tiempo, pues la gente se empezaba a rendir ante los españoles y era necesario hacer un rito que demostrara que tu hermano era el elegido y que los dioses estaban de su lado, con eso la gente tendría el valor de seguir peleando así que él se dejó atrapar por los españoles para poder acceder a la pirámide de Teotihuacán, después del rito el salió, al salir se daría una señal de que él era el elegido y las personas seguirían luchando pero cuando salió no pasó nada, la gente se molestó mucho, se desepciono y le empezaron a lanzar piedras, lo mataron y al caer él, cayo el imperio.

La última princesa azteca Donde viven las historias. Descúbrelo ahora