Malcriado ( yaoi/gay) FINALIZADA

capitulo 29: Lo que una madre teme

Nota de la autora:

Hola bebés ♥️
E regresado, como siempre con noticias nuevas osi.

La imagen es de la pareja secundaria de mi nueva historia," Dulce enemigo"

pero la puse porque si xd 😂

En media hora mi padre cumple años, así que aproveche para escribir sin que me molestan más tarde 😅 y si no lo hacia quien sabe hasta cuándo publicaba.

Como sea los amo bai.

Narra Margaret.

Algo de la actitud de estos dos me parecía bastante extraño.

Pero esto... Me partía el alma.

Mire a ambos los cuales nunca apartaron su mirada de mi esperando mi respuesta.

¿Porque me lo dicen aquí?

Mire firme a Minkus, sin Mostrar lo que sentía.

- ¿Tu que piensas de eso?

Minkus miró a Dante y lo tomo de las manos.

- es la persona que más amo en toda la tierra - no titubeó y miraba a Dante directamente a los ojos.

Estaba asustada, molesta, y quería llevarme a Dante lejos.

Pero, la sonrisa que se le formo en el rostro, era inigualable, hacía mucho que no sonreía de esa manera.

- Dante, ¿sabes de lo que hablas?- trataba de sonar razonable, sin lastimarlo.

¿Como le decías a tu único hijo que, ese camino era el más difícil?

No sería como hasta ahora, sería aún más confuso, lo harán sentir la peor miseria, una escoria.

Este mundo no estaba listo para amores tan puros.

- si, mamá, es la primera vez que siento algo así y temía como reaccionarias, por eso... Dudaba en decírtelo.

Me dió una punzada en el pecho, mi niño, quien siempre me contaba todo, ahora me había estado ocultando esto

¿desde cuándo?

Suspire desde el fondo de mi alma y mire a todos lados, tratando de calmarme.

- ¿Hasta donde han llegado?- pregunte sin mirarlos, esperando lo peor, un hombre como el, no busca nada más.

¿Porque lo lleve en primer lugar?

Pues, mi bondad, me decía que era alguien que merecía una segunda oportunidad.

La primera vez que lo ví, su mirada mostraba neutralidad, pero, sus palabras, Delataban el dolor que tenía en el fondo de su corazón.

Cuando renunció, lo busque, Hasta encontrarlo.

Pero nunca me imaginé esto.

- No hemos avanzado - confesó Dante mirándome a los ojos - Ambos sabemos la situación - miró a Felix de reojo y luego de nuevo a mi.

No quería empeorar las cosas, no quería lastimar a Dante, el era su primer amor, debía dejarlo, sin embargo no del todo.

¿Que se suponía que debía hacer?
Teniendo a Dante, siempre tuve muchas cosas que resolver para que el fuera feliz, Dante había sufrido mucho por la ausencia de su padre y yo no tenía más remedio que hacerlo feliz.

Apoyar su relación, temiendo que a Dante le rompieran el corazón era lo mejor para que mi niño pudiera vivir con normalidad.

No podía protegerlo más allá.
¿Que podía hacer? ¿Enviarlo lejos? Imposible, jamás me lo perdonaría, y el no merece ser tratado así una vez más, merece poder tomar una decisión.

- bien, Pero hay reglas, no pueden estar solos en una habitación, y para hacer formal su relación deben esperar a que Dante se gradúe - seguía sin poder mirarlos, ambos se vieron sorprendidos, sonrieron y asintieron.
- Minkus, si te llegas a propasar en algo que el no quiera hacer, te borro del mapa. - le susurre al oído.

Sonreí amargamente, dándome la media vuelta, y dejando caer tan ansiadas lágrimas.

Apresure mi paso y subí a mi coche, quería ir a casa, Dante estaba bien, Sentía esa horrible sensación de que el ya no me necesitará.

Apreté el volante, y apoye mi cabeza en el, comenzando a llorar sin restricciones.

Levanté mi vista al escuchar el puesto de copiloto y ver a Dante sonriendome con ternura.

Le respondí con una sonrisa poco sincera.

El se acerco y seco mis lágrimas tomando mis mejillas.

- ¿A dónde hibas?- pregunto mirandome a los ojos, sin apartarlos ni dejarme apartarlos

- A casa - confesé tragando la espesa saliva debido al llanto.

- mamá, eres mi primer y más grande amor - confesó haciendo que mi corazón diera un brinco de felicidad - eres mi refugio, y siempre lo serás, tus batidos, son incomparables, al igual que tus abrazos, y haré lo que esté en mis manos, para que las dos personas que más amo estén bien, y se queden a mi lado.

Soltó mis mejillas y tomo mis manos sin apartar su vista

- te contaré algo - me soltó y si sentó viendo al frente como si derrepente le diera pena.- Minkus me dió toda esa confianza que no tenía, y me ayudó a hacer mis buenos amigos... - Sonrió como si recordara algo súper gracioso - Peleabamos constantemente, pero ninguno quería darte problemas, sin darme cuenta ya había sucedido, su aroma, sus ojos, era algo que necesitaba a diario - confesó ruborizándose, sonreí al ver su timidez tan inusual en el. - Pero me rechazó - borre mi sonrisa y el me miró a los ojos con seriedad - porque el temía, que entrara en ese mundo tan cruel, en el que él había vivido desde siempre - parecía que le costaba contarlo, era algo doloroso - Pero, insistí ¿Sabes porque ?- negué esperando que me lo dijera - porque sabía que tú, y el me ayudarían a superarlo, porque si los tenía a ambos no temeria a nada ni a nadie.

Cerré los ojos, mi niño era bastante maduro.

- mamá, lo que me asusta es que piensen que por ser un chico, y joven mis sentimientos no sean reales, pero te prometo, que es la primera vez que siento esto en el pecho, y la necesidad de estar con alguien.

¿Yo lo habia criado?

Si estuviera en mis manos detendría el tiempo, pero eso no sucedería, tarde o temprano algo sucederia.

Pero el era tan fuerte, y bondadoso, que aún contaba conmigo.

Le sonreí, sabía que estaba en buenas manos, confiaría en ellos, después de todo, aún los tendría bajo mi techo.

- Entiendo hijo mío - bese su frente - deberíamos volver.

Narra Dante.

Mama regreso junto a mi a la fiesta, donde había ya varios invitados.

Pero el único que me interesaba era Minkus.

Sonreí acercándome a el y tomándolo del brazo para llevarlo a la cocina donde no había nadie.

- Ella lo tomo bien - Le confesé haciendo que sonriera Tomando mis mejillas

- entonces, Por fin puedo atesorarte - junto nuestros labios, dejándome saborear su esquisito sabor y ternura.

El futuro era incierto, pero estaba bien, si el estaba a mi lado.

El futuro dificultoso, sonaba un chiste si el me llamaba por mi nombre cada mañana.

Si podía Percibir su fresco aroma, mi corazón latíria un día más.

Por siempre, estaríamos juntos en este mundo, y le haríamos ver, que hay Amores más puros de los que están acostumbrados.

Fin....