capitulo 6: ESCONDIDILLAS (E)

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Espere A Dante en la entrada de la casa, su primo se había ido a dormir o eso parecía, ya que no lo había vuelto a ver.

Estaba algo preocupado ya pasaba un poco de la media noche y aún no regresaba.

Mi único consuelo era que se había ido con el chofer de la mansión.

Revise la hora en mi reloj y al levantar la vista las luces del auto me deslumbraron, me puse de pie para recibir a Dante.

- gracias Frank - canturreo Dante sonriente Bajando del coche y cerrando la puerta dejando que el chofer llevará el coche a la cochera.

Al verme se puso serio.

Lo mire de la misma manera sin embargo pasó de largo soltando una risita.

Se tambaleo un poco, y me Di cuenta de que venía ebrio.

Ese Frank se las vería conmigo, y ese lugar donde bebio también, no sabía lo que les espera a por darles bebida a un menor de edad.

Intentaba subir las escaleras torpemente e intente ayudarlo, pero este me apartó bruscamente.

- no me toques - balbuceo mirándome reseoloso- Puedes pegarme el sida - dijo volviendo a su tarea de subir los escalones de la entrada.- ¿Donde está mi primo?¿ ya te lo tiraste y quedó exhausto?- Río para si mismo, yo no le respondía sólo escuchaba todo lo que tenía que decir, tal vez lo merecía.

Al entrar a la gran casa miro a su alrededor pensativo.

- Iré a mi habitación, Pedrasta- me saco la lengua y comenzó a correr escaleras arriba a su habitacion

Mi ceja se levantó en un tic y corrí detrás de el.

El al verme detrás de el, su expresión cambió a una de preocupación y se detuvo.

- ¿pasó algo?- se acercó a mi mientras yo apoyaba mis manos en mis rodillas retomando aire.

Puso su mano en mi mejilla mientras me miraba preocupado.

Tome su mano y lo acorrale a la pared pegando mi cuerpo al suyo impidiendo su escape.

- Le daré valor a que me llames "pedrastra"- me acerqué a su cuello pirateando su dulce aroma, mezclado con un poco de alcohol.

Acaricie su cuello con mi nariz causando que se estremeciera.

Pase mi lengua por su oreja y soltó un pequeño gemido, cuando iba a besar sus dulces labios, deleitandome de su sabor, me golpeó haciéndome retroceder, sus ojos estaban llorosos y me miraba entre molesto y avergonzado.

- ¡No me trates como a uno más¡- me gritó y corrió de nuevo hasta su habitación cerrandola con fuerza y dejándome sólo y frustrado en el pasillo.

Diablos...Diablos.. soy un maldito imbécil, lo arruinó todo, siempre.

No pude dormir gran cosa, pensaba en sus labios rosados, en su cabello alborotado, y en su tersa piel.

Quería saborear cada rincón de su dulce e inexperto cuerpo.

Cada vez era más difícil para mi no lanzarme a sus labios.

Cerré los ojos imaginando que el día siguiente seria mejor...

Narra Dante.

Cuando cerré la puerta trague saliva, me había puesto nervioso un segundo, pero recapacite al recordar que el en todos lados mete su salchicha.

Me recosté en mi cama mirando la pared.

Siempre me había sentido vulnerable y solo, y tal vez así sería siempre, esperaba que al entrar a la preparatoria todo fuera mejor.

Malcriado ( yaoi/gay) FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora