CAPITULO 4: Día lluvioso (E)

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La tarde continuo asi, Incluso ya era la hora de la cena, pero el se negó a bajar. Llegué a preguntarme cuando fue que me tomó tanta confianza.

El cielo ya estaba obscuro, y la tormenta no cesaba, el seguía igual de tenso, y temblaba en mis brazos.

- ¿porque le temes?- pregunte mirando su rostro el cual miraba a otro lado, Estaba de espaldas a mi mientras lo abrazaba.

Era algo incomodo, y agradecía que fuera tan quieto, si no, ya me habría levantado la Anaconda y lo habría volado. Lo sé, soy un depravado, ¿pero que puedo saber yo de sentir algo más que placer?

No esperaba su respuesta, después de todo no era quien para recibir alguna explicación.

El me miro un momento de reojo, pensé que no me contaria, sin embargo tras un largo silencio suspiró, su voz era entre cortada y floja.

- desde pequeño, siempre estuve solo en momentos como este...Mi habitación siempre fue grande y el estruendo se hacia peor, nunca le quise dar problemas a mama, como niño que era imaginaba lo peor, sin embargo se hizo fobia, y el miedo seguía ahi, Hasta ahora.- al contarlo note la melancolía en su voz, Como si lo hubiera recordado de momento.

como si por un momento lo olvidase, se veía tierno, vulnerable y frágil.

- así que como sirviente que eres te ordeno no dejarme solo - el odioso había regresado, Pero ahora me daba cuenta de que todo esto, era para auto-protegerse, para no salir herido. - y tampoco te pases de la raya - murmuró.

Era un chico dulce a su manera, era malcriado pero prácticamente es así porque no conoce de ser compartido.

No era de mi incumbencia de todas maneras, me iría en dos meses y con dinero en mano, así que la verdad no debía entrometerme.

- ya veo - solte En un suspiro - yo tambien le temo a varias cosas, trate de hacerle sentir mejor.

-¿que cosas?- pregunto apunto de quedarse dormido.

- los sapos, Los saltamontes - me encogió de hombros y el se rió amaba su risa, era la primera vez que la escuchaba, y quería oírla mas.
Porque yo sabia que el no reía a menudo, y me hacia sentir especial de alguna forma.

Después de todo esto no duraría mucho.

- eso es muy absurdo - seguía riendo, sus mejillas estaban rojas, y lagrimas se asomaban por sus ojos entre cerrados por las carcajadas.

- bueno, como tu, tengo fobias - sonreí dudando si contarlo o no, pero si el hablaba conmigo abiertamente estaba bien si yo lo era también. -  mi papa me castigaba dejándome en el sótano como castigo, y había muchos de esos bichos,  así que...

- ¿porque lo hacia?- su mirada se torno seria y me miro De frente con las ojos adormilados - ¿acaso es idiota?¿porque hacerte eso?

- es complicado.- dije sin ganas.

- te ordeno que me lo digas - este crio, aunque no quisiera admitirlo, era alguien que Se preocupaba por otros de manera inconciente.

Suspire resignado.

- Nunca fui lo que esperaba, a los 12 años le confesé que era gay, no se lo tomo muy bien, Me daba palizas cada noche hasta que según el recapacitara, que solo era una mentira, o que estaba enfermo, mi orgullo fue mas grande, tal vez mentir diciendo que me gustaban las niñas bastaria, pero no me sentía bien conmigo mismo, Después de las palizas me dejaba en el sotano, ya que no quería verme, Sin cenar, y Herido, por varios días me dejaba ahí incluso, cuando cumplí los 16, En vez de regresar a casa del instituto, me fuge y no e vuelto a casa desde entonces.

- ¿y no te busco?- pregunto después del silencio que se habia formado.

- no

-¿y no lo haz visto?

Negue.

- te acompaño a verlo, si te dice algo le paro el rollo y...

-murio - le corte con esa simple palabra, Se quedo quieto mirándome serio, pero su expresión cambio, y unas lagrimas cayeron por sus mejillas.

No lo esperaba, me quede mirando anonado unos segundos.

¿lloraba por mi?

- lo siento, se lo que es no tener padre - sollozo limpiando sus ojos de manera sucia con sus mangas- Siempre quise alguien con quien jugar los domingos, y soy tan patético que ni siquiera amigos puedo tener- no esperaba que el llorara por algo asi.

¿Que debía hacer? ¿Cómo debía reaccionar?  Sentía un hueco en el pecho, que a menudo sentía pero ignoraba, continuando con mi sonrisa socarrona, y así evitaba preguntas y lastimas.

- descuida, vivi con ello - le sonreí melancolico, entonces note, que yo también estaba llorando.

¿porque? Este chico acaso ¿movió mi corazon? Eso era por que tal ves el había sufrido incluso aun mas que yo y ni lo sabia.

A mi sólo me importaba el dinero, y ahora verlo asi, me hacia sentir culpable.

Quizá podría ayudarlo, de forma sincera y hacer algo bien en mi vida por una vez

- pronto tendrás amigos, eres genial - le sonreí y el se sonrojo un poco - te ayudare con eso.

- ¿de verdad?- sus ojos cobraron brillo y yo asenti.- mas te vale si no, te Cortare los huevos - cerro los ojos con total pacifismo, mientras yo me estremeci del miedo.

No dije nada mas, puso su cabeza en mi pecho, estaba mas tranquilo y volvió a dormir, la verdad era que me gustaba estar así, me estaba costando en no tocarle el trasero.

Quería que el encontrara con quien reír antes de que me fuera, así que encontrar amigos para el era primordial.

Lo haría verse galan, aunque ya es bastante guapo, Tiene un jugoso trasero redondo y perfecto, Una cadera marcada, y una espalda ancha pero delicada.

Debía Irme antes de que el provocara cosas en mi, ya que no era posible, No podía hacerlo pasar por lo que yo.


Malcriado ( yaoi/gay) FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora