Ya habían terminado las celebraciones familiares. Transcurrieron como siempre, pero este año para ella había sido una semana estupenda.
Desde el día que quedó con Javi para hablar, no habían vuelto a quedar. Se habían cruzado en un par de ocasiones, pero siempre iban con prisas y tan solo habían cruzado cuatro palabras. Se le hacía raro verle. Después de todo, después de tanto tiempo, con solo una conversación no bastaba. Él le había dejado las puertas totalmente abiertas. Le hablaba de vez en cuando para saber qué tal se estaba adaptando a la vuelta a casa, le pasaba algún vídeo de la academia en el que solía salir haciendo el tonto, le enviaba alguna foto... intentaba volver a lo de antes, ella era totalmente consciente. No se sentía mal hablando con él pero pensaba que, de momento, un encuentro casual era suficiente.
Sin embargo, con Carlos ahora era todo diferente. Estaba distante con ella. Apenas intercambiaban mensajes. Era verdad que él estaba embarcado en sus proyectos, pero sabía que las cosas habían cambiado.
La noche del cuatro de enero, estaba sola en casa. Ya había visto muchos vídeos de su estancia en la academia. Su familia y sus amigos le habían enseñado cantidad de cosas.
No tenía nada mejor que hacer, así que se sentó sobre su cama, encendió el portátil y se pasó un rato viendo videos del canal de OT de YouTube. De repente, mientras veía uno de esos, en la columna de la derecha le sugirieron un vídeo julright. Qué rara le seguía sonando esa palabra. Sintió curiosidad y pinchó sobre él. Dos minutos y medio de fotos y vídeos de ellos, con una canción de fondo que nunca había escuchado, pero que encajaba perfectamente en ese montaje. Ella nunca había sabido hacer esas cosas, por eso le llamaban aún más la atención.
Jo, qué vergüenza. Se sentía tan observada... no culpaba a quien lo hubiese hecho, pero ni siquiera fue capaz de verlo hasta el final. A la mitad, lo paró. No fue por la vergüenza que estaba sintiendo, sino por lo real que todo parecía. Estaba todo tan claro... y ahora ¿qué? ¿Era todo un espejismo? ¿Por qué Carlos estaba tan cambiado?
De repente, la pantalla del móvil se iluminó. Carlos había mandado al grupo una foto de una mesa llena de cócteles. Debía estar por ahí con amigos. Sin pensarlo mucho, le llamó. Un toque, dos, tres... Carlos descolgó.
– Hola, Julia – logró entender entre el bullicio.
– Hola, ¿puedes hablar?
– Sí, sí. Dime.
– No nada, que he visto la foto de los mojitos y me has dado envidia, ¿estás de fiesta? – preguntó Julia.
– Bueno, he salido a tomar algo con mis amigos. Estamos en un pub. Hay mucha gente.
– Ya, ya oigo el jaleo.
De repente, escuchó la voz de una chica que dijo divertida: "Carlos, estos ya se han ido al reservado, ¿te espero o te vas a quedar ahí?"
Julia, al escuchar la respiración acelerada de Carlos, entendió que se estaba poniendo nervioso.
– Sí, sí, ya voy.
– ¿Quién te reclama? – preguntó Julia, sin saber muy bien si debía hacerlo.
– Es Sara, una amiga de estos.
– Ah – respondió con gesto de desilusión. Menos mal que él no podía verla.
– Ha venido con sus amigas y aquí nos hemos juntado todos – intentó explicar Carlos, notando perfectamente un cambio en la voz de Julia.
"Venga, anda, deja el teléfono, vente conmigo", volvió a decir la chica.
Julia se estaba encendiendo. Sabía que no tenía ningún derecho, pero sentía rabia. Antes de que Carlos pudiera decir nada más, se despidió.
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Del vértigo, tú y yo. // Julright.
FanfictionDicen que cuando algo es para ti, acaba llegando. Pero, ¿cómo saber qué es para ti? A veces se cruzan el deber y el querer. Otras veces, la que era tu casa se vuelve vacía y oscura y de repente te encuentras a salvo en medio de un huracán. Esta es u...