Capítulo 8;
Yoongi asintió ante la respuesta de Jungkook.
Subió las escaleras derrotado, el sentimiento de decepción crecía en su pecho cada vez más. Pensaba que había logrado por fin estar seguro Taehyung y él pero no era así. Los habían encontrado una vez más, y de nuevo debían mudarse. Quizás ya perdió la cuenta en cuántos lugares habían vivido.
Entró a la habitación y encontró a una figura pequeña con la cabeza metida abajo, abrazado a sus piernas. El cabello rubio que parecía emitir una especie de magia brillante ahora sólo era un destello pequeño en la cabeza de aquel chico. Soltó el aire de sus pulmones molesto y se dirigió al pequeño en su cama.
—¿Qué haces?
Jimin permaneció con la cabeza abajo sin mirar a Yoongi.
—Jimin, vamos, necesito que te vayas ahora —soltó cansado.
El ángel al escuchar la voz derrotada del demonio levantó la mirada. Se le hacía extraño escuchar a Yoongi hablar con ese tono, aquel demonio que siempre hablaba seguro de si mismo, ahora parecía dudar.
—¿Te pasa algo? ¿Estás triste? —preguntó Jimin con su voz llorona.
Yoongi sacudió la cabeza sonriendo un poco pero cuando se dio cuenta que Jimin lo observaba rápidamente borró la sonrisa.
—Tú eras el que lloraba.
Jimin asintió y estiró sus piernas, luego se recostó en la cama cerrando los ojos, su cuerpo estaba vulnerable en la cama. Sus labios entre abiertos en señal que intentaba decir algo pero no sé atrevía.
Unos minutos después todo se quedó en silencio, Yoongi observando a Jimin sobre la cama y el ángel paciente con los ojos cerrados.
—Vamos Jimin, te dije que necesito que te vayas.
—Tu cama es cómoda, quizás sea mi nuevo lugar favorito —susurró el chico de cabello rubio aún con sus ojos cerrados.
—Te golpeare sino te levantas en un minuto de allí.
—Oh vamos, Yoongi, ¿no te gusta tenerme en tu cama?
La voz de Jimin era inocente y carente de perversidad pero sus palabras podrían parecer tener un doble sentido algo que él mismo no sé había dado cuenta o no entendía de eso.
—Jimin…
Jimin se levantó lentamente y miró curioso ladeando la cabeza, observaba curioso a su nuevo amigo, Yoongi parecía estar sufriendo allí de pie, así que pensó en ir hasta él y pedirle permiso. Y así lo hizo, cuando llegó a unos cuantos centímetros de Yoongi, este tenía los labios en una fina línea.
Entonces acercó su cara a él así como Yoongi lo había hecho días antes.
—¿Puedo estar en tu cama? Me ha gustado mucho sentirla.
Un estallido de risa sonó detrás de ellos, Yoongi ni siquiera volteó pero sabía que la risa provenía de Jungkook.
—Tu padre está al teléfono, el duque del infierno tiene una casa esperándonos, ¿quieres decirle algo? —preguntó Jungkook intentando contener la risa.
—No.
La habitación de Yoongi no tenía muchos objetos personales así que no se preocupó en vaciarla. Pero había dos cosas que estaban dejando mucho rastro allí, una era el ángel y la otra era lo que estaba provocando el ángel en él.
Jungkook colgó el teléfono y se apresuró dirigiéndose a la habitación que compartía con taehyung, los chicos iban habían limpiado todo en el pasillo. Sabían que sí ese hombre llegaba a la casa, todo se descontrolaría y ellos no podían luchar contra él sin ayuda.
Aunque por un tiempo trataron de hacerse la idea que estaban a salvo en el infierno, se equivocaron, el cielo aún los busca.
Pero después de tantos años fuera del radar de los ángeles, ¿qué es lo que quieren ahora?
Mientras jungkook habría los cajones sacando la ropa y metiéndola en una maleta, tae limpiaba el rastro de la habitación.
Yoongi había limpiado el bar, las copas estaban limpias y guardadas, los taburetes dentro, con una última mirada revisó la planta baja para asegurarse que no hubiera nada con lo que pudieran ser rastreados.
—Terminé con mi habitación, jungkook lleva las maletas al auto —dijo taehyung bajando las escaleras.
Llevaba una camisa rosa pálido algo suelta, con una boina negra que le daba aires de parisino.
—Tuviste hasta tiempo de ducharte, ¿Qué te he dicho sobre ayudar a Jungkook?
Taehyung hizo un ruido molesto con los labios.
—Me dijo que me diera una ducha, no quiso mi ayuda para nada —soltó haciendo un puchero. —Además tienes a este chico aún aquí.
—¿Eso tiene que ver con no ayudar a tu novio?
—¡Tu novio no te ha ayudado a ti! —gritó Taehyung molesto.
—¡Él no es mi novio, hijo de..!
—No es mi tipo. —una voz cálida pronunció.
Taehyung y Yoongi voltearon perplejos por la respuesta de Jimin. El demonio de cabello menta levantó una ceja, estaba molesto y asombrado, ¿Realmente no era su tipo? ¡Min Yoongi es el tipo de todos! ¡Espera! ¿Qué?
—Eso dices ahora, Park Jimin.
Jimin abrió los ojos asustado. —¿Cómo sabes mi apellido?
Yoongi pensó en cuanto había esperado a una persona que lo hiciera sentir de la manera en que Jimin lo había sentir. Esos encuentros habían desencadenado un fuego en su helado corazón. Eso no le gustaba, estaba destinado a dañar. Pero por alguna razón, anhelaba que la maldición no tocará a Jimin y pudiera permanecer cerca de él. Entonces cuando Jimin le dijo su nombre aquel día de las carreras ilegales, él no había reparado en investigar todo sobre el pequeño ángel.
Park Jimin, ¿Acaso te estás metiendo en mi mente? ¿Por qué esto me gusta tanto? ¿Por qué siento que me gustas?
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Demon ||Yoonmin||Vkook||
Short StoryYoongi no esperaba encontrar a un ángel en aquel bar donde los demonios iban por diversión. Por otro lado, Jimin no sabia que ese era un bar de demonios, hasta que su brillo celestial llamó la atención, tanto que aquella noche fue donde todo comenzó...