Capítulo 11; Oh Shit. (COMIENZA MARATÓN)

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Capítulo 11: "Mierda. Mierda. Mierdaaaa"


Jimin salto de la cama de inmediato, no le importo incomodar a Yoongi en su sueño, que al parecer había sido muy afectuoso; lo suficiente como para abrazarlo. Tropezó con algo detrás de él, y la situación comenzó a ser vergonzosa.

-Y-yo –tartamudeaba nervioso-, yo lo siento, Señor. –decía una y otra vez incapaz de mirarlo a los ojos y con las mejillas hirviendo.

- ¡LARGATE AHORA MISMO! –rugió furioso el progenitor de Yoongi.

Jimin salió corriendo de la habitación intentando huir de aquella situación. ¿Qué rayos pasaba en aquel lugar con aquellas personas? ¡Son tan complicadas! Pensó. Bajo las escaleras y un bulto negro se atravesó en su camino haciendo que cayera con brusquedad.

-Ten más cuidado niño –le dijo malhumorado un tipo pelinegro de espaldas anchas que llevaba prisa. O simplemente no quiso ayudarlo a levantarse.

Jimin se quedó allí, en el suelo. Se arrastró un poco hasta llegar a la pared y recostarse un momento para calmarse. Había dejado solo a Yoongi con aquel tipo de la noche anterior al cual había llamado Padre.

Alto...

¡Solo usaba bóxer y una camisa larga! ¡Y estaba en el Gran Salón!
Reacciono de inmediato, tenía que vestirse ahora mismo.
Subió las escaleras de nuevo y esta vez pensando en una buena excusa para así conseguir estar dentro.
Estaba a unos pasos de la habitación, pero unos gritos lo detuvieron.

- ¡No soy el culpable de aquello Yoongi! –de nuevo ese rugido grave de aquel sujeto. Jimin sintió el enojo emanar de su interior y no quería detenerlo esta vez. Estaba gritándole a aquel chico que lo había salvado en muchas situaciones. No estaba bien gritarle a alguien como él.

- ¡Nada importa ya! ¡Ella está muerta ahora! –contraataco Yoongi dolido. Su voz era desgarradora. Jimin se acercó con pasos seguros dispuesto a detener aquello que lastimara a su guardián.

La puerta se abrió de golpe y Jimin retrocedió asustado. El tipo de antes solo lo miro con desdén antes de continuar con su camino en la dirección contraria. Su paso era firme y desprendía el mal dondequiera que pisara, Jimin lo observo en silencio aun de pie en el pasillo. Acto seguido, decidió entrar por fin a la habitación y se encontró con un demonio ya vestido caminando de un lado a otro sin dejar de moverse y a decir por el mover constante de sus manos, estaba nervioso.

- ¿Estas bien? –susurro preocupado el ángel.

- ¿Qué fue lo que escuchaste? –cuestiono el demonio. Siempre respondía con otra pregunta para no contestar la primera. Era listo.

-Acabo de llegar –mintió el rubio con voz temblorosa.

-Estas mintiendo –afirmo Yoongi-, no dejas de brillar.

Jimin se sentó sobre la cama.
-Es solo que ya paso el efecto del hechizo y puesto que estoy en lugar de demonios, mi brillo es inevitable –se justificó. Era cierto, su brillo aparecía cuando estaba mintiendo o cometiendo algún delito y también cuando se encontraba en zona enemiga. En esa situación, eran ambos casos y parecía iluminar toda la habitación completa.

-Como sea –dijo Yoongi restándole importancia al hecho de que habían dormido juntos y lo había encontrado inestable después de la discusión.

>>Debemos ir con Tae y Jungkook para buscar algo de comida, Tae no debe estar pasándolo bien. En mi maleta hay algo de ropa que puedes usar para que no te pasees con eso puesto –señalo su atuendo con sorna-, regreso en unos minutos a por ti.

Yoongi salió de la habitación en busca de los otros que se encontraban un piso más arriba. Además, no podía quedarse en la misma habitación con el chico al que había abrazado durante toda la noche. Su padre lo había descubierto y había aumentado la tensión entre ambos. Además, tenía que hablar con los chicos sobre cuál sería su siguiente movimiento en la jugada. Sabía que no podían permanecer ahí mucho tiempo o su padre los exiliaría por diversas razones entre ellas, el sentirse atraído por un ángel.

Cuando llegó a la habitación leyó las iniciales de Taehyung y recordó cuando aún eran cadetes del infierno. Cuando estaban siendo preparados para convertirse en guerreros inquebrantables. Ahora lo eran, pero no eran los mismos chicos que habían dormido en aquel lugar alguna vez.

Abrió la puerta y se encontró con unos demonios muy juntos en la cama, en una escena que jamás olvidaría. Los demonios se separaron de prisa y un Tae molesto le arrojo una almohada en señal de conflicto.

- ¡¿Qué no puedes tocar la puta puerta?! –le grito Jungkook.

-No olvides que estoy en mi casa idiota –le tiro la almohada de regreso-, ahora tendré que lavar mis ojos con fuego celestial para borrar eso de mi mente.

-Sabes que quieres hacer lo mismo con tu brillitos –canturreo Tae levantándose de la cama para comenzar a vestirse.

-Tenemos que estar listos para la ceremonia –agrego, desviando el rumbo de la conversación de nuevo.

-Estaremos listos, pero Yoongi –Jungkook contesto tomándolo del brazo para detenerlo antes de salir-, ese chico tuyo no puede seguir mucho tiempo con nosotros. Nos meterá en problemas.

-Jungkook tiene razón –continuo Tae-, nos está poniendo en peligro. Estuvimos hablando Jungkook y yo –Tae miraba al chico con tristeza-, es probable que Jimin esté con nosotros porque es un Informante del Cielo.

Yoongi dio traspiés y la sorpresa en su rostro era la expresión más intimidante que los chicos habían presenciado. Su asombro estaba mezclado con un potente enojo que emanaba de su mirada furiosa.

-No saben nada –dijo entre dientes.

-Piénsalo Yoongi –dijo Jungkook, que se movió rápidamente al lado de Tae al ver la expresión furibunda del demonio-, nos encontraron momentos después de que él se presentara en la casa. Lo has dejado solo en muchas ocasiones, pudo dar información sobre nosotros. Vamos, no lo tomes personal; el chico es lindo, pero no es seguro confiar en él.

-Solo vístanse y nos vemos abajo –Yoongi dio media vuelta aun conteniéndose, se detuvo en la puerta y les dirigió una fría mirada sobre su hombro-, jamás vuelvan a blasfemar sobre el en mi presencia o yo mismo los entregare a los cielos.

Dio un portazo a la puerta y sus pasos se escucharon resonar en el pasillo.
-Solo espero que no se dé cuenta cuando todo este perdido –suspiro Taehyung.

Cuando Yoongi se calmó después de un rato, estaba por llegar a la habitación cuando escucho una voz tímida hablar en el interior.

-Hablare contigo cuando tenga algo importante –un susurro de aquella voz que reconocía a la perfección. Jimin.

Al parecer estaba en una llamada. Yoongi se detuvo a escuchar todo cuando pudiese.

-Sí, ahora mismo estoy en su habitación.
Silencio de nuevo.

-Solo necesito ganarme su confianza...
No podía seguir escuchando, decidió abrir la puerta en ese instante.

Un Jimin demasiado brillante se encontraba con el celular de Yoongi en la mano, al parecer en una llamada importante...

Demon ||Yoonmin||Vkook||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora