Yoongi no esperaba encontrar a un ángel en aquel bar donde los demonios iban por diversión. Por otro lado, Jimin no sabia que ese era un bar de demonios, hasta que su brillo celestial llamó la atención, tanto que aquella noche fue donde todo comenzó...
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Capitulo 17: Regalo de despedida.
Yoongi seguia parado frente a los chicos que descaradamente seguian uniendo sus labios, pues no se habian percatado de la presencia del demonio.
Jimin entro despues de el y cuando vio la escena retrocedio tan rapido que su espalda choco con la pared e hizo el ruido suficiente para que aquellos dos pararan.
-Yoongi… -susurro Tae, los ojos tan abiertos y su tez aun mas palida que de costumbre. Retrocedio del tipo con el cual segundos antes compartia saliva.
El chico que acompañaba a Tae miro en direccion de Yoongi y con una sonrisa pervertida se dirijio a el:
-Vamos guapo, no tienes que poner esa cara. Tu y tu amigo se nos pueden unir –se sento sobre la cama exponiendo su torso desnudo, pues ambos estaban sin camisa ya.
Jimin se acerco a Yoongi y le tomo de la mano con seguridad. Estaba bien que Yoongi no gustara de el como Jimin queria, pero de eso a que alguien mas estuviera con su demonio… Jamas lo permitiria.
El demonio vio la reaccion del angel y lanzo una risita nerviosa, despues miro el rostro furioso de Yoongi y su semblante paso a uno completamente serio. Se puso de pie y tomo su camisa del piso, le dio un corto beso en los labios a un Tae completamente pasmado que no pudo evitar aquel beso.
-Noa vemos luego, hermoso –se dirigio hacia la puerta y antes de marcharse lo miro de nuevo-, si quieres seguir despues ya sabes donde encontrarme –le guiño un ojo al demonio y paso al lado de un Yoongi que apretaba sus puños con tanta fuerza que sus ojos comenzaban a incendiarse.
Tae comenzo a disculparse rapidamente.
-Yoongi, fue un error –comenzo a recoger su camisa que ya se hallaba arrugada en el suelo-, no puedes contarle a Jungkook.
El silencio de Yoongi solo hizo que Tae comenzara a sudar de los nervios. Ademas, no solo estaba ellos en la habitacion: el pequeño Jimin seguia en silencio junto al demonio, no tenia nada que decir pero, era incomodo para Tae que ambos vieran aquella escena segundos antes.
-Di algo, Yoongi –le dijo ansioso Tae mientras se abotonaba la camisa con rapidez.
Jimin dejo de sostener la mano de Yoongi y comenzo a salir de la habitacion lentamente.
-Yo ire a buscar algo de comida por ahí –salio de la habitacion como si su vida dependiera de ello.
Yoongi por fin entro en la habitacion y cuando comenzo a hablar, Tae se arrepintio de haberle pedido que lo hiciera.
-Dos veces Tae, dos veces has hecho la misma mierda –susurro Yoongi con esa voz que intimidaba a cualquiera que lo oyera-, me calle la puta boca por ti, para que tu novio no supiera nada ¡TU NO APRENDES!
Tae se arrincono en una esquina con esa cara que Yoongi conocia a la perfeccion, ahora no seria asi. No se dejaria chantajear por Taehyung.
-Me conoces Yoongi, esto no es nada –comenzo Tae, incluso se veia unas pocas lagrimas falsas en sus parpados. Tae era bueno chantajeando.
-Hemos sido compañeros tantas veces, y siempre lo haz hecho. Tu no cambias y tu no eres diferente de los demas –finalizo Yoongi y acto seguido salio de la habitacion furioso. Se sentia estafado, tantas veces habia confiado en Tae; en que cambiaria y en que la proxima vez seria distinto.
Comenzaba a dudar sobre su mejor amigo, ¿En verdad amaba a Jungkook tanto como decia? Jungkook era su amigo, pero esa lealtad se la tenia a Tae.
Despues de todo, no era el quien tenia que hablar con Jungkook sobre el tema, no era asunto suyo, penso. Bajo las escaleras en busca de Jimin, el pequeño salio huyendo de la habitacion. No queria mas problemas con los demonios. Fue al Gran Salon, pero no habia nadie. Jimin no conocia muy bien el lugar, no podia ir muy lejos. Siguio en el recibidor, pero no habia rastros de el.
Se dio por vencido y continuo en el jardin de la mansion, talvez alli estaria.
Cuando estaba en la puerta de cristal que daba al Jardin vio un tumulto de personas amontonadas unas con otras y salio con desesperacion. No era posible que Jimin se metiera en otra pelea, y menos ahora que todos los demonios del pais y toda la maldad se encontraban concentrados en aquel lugar.
Cuando salio con paso apresurado, para ver que sucedia; escucho una pequeña voz gritar su nombre con angustia y deseperacion. Era Jimin.
-¡Maldita sea! ¡Jimin no otra vez! –maldijo Yoongi, cuando se acercaba corriendo al circulo donde todos miraban entretenidos la escena.
-¡YOONGI! ¡YOONGI DE PRISA! –gritaba Jimin cada vez mas alto, no se habia percatado de que el demonio habia llegado.
Pero Jimin no era el centro del espectaculo. Estaba agradecido por eso, no lo estaban golpeando por su culpa de nuevo. Jimin alzo la mirada y se percato de su presencia, corrio a su lado y lo abrazo.
-¿Estas bien, Jimin? –pregunto con rapidez el demonio, mientras le tocaba el rostro, los brazos y se aseguraba de que no hubiera costillas rotas ni heridas de gravedad.
-Lo estoy, es solo que…
-¿Qué? ¿Qué pasa, que sucede? –le pregunto alarmado.
-¡No deja de pelear! –chillo el angel.
Yoongi dejo de mirarlo unos segundos para observar la escena frente a el. Los demonios parecian aficionados en una pelea callejera, chillaban y gritaban por su favorito. Miro en direccion de aquellos que peleaban con hechizos y sus ojos se abrieron demasiado ante la sorpresa. Era Jungkook quien se encontraba en un extremo luchando como todo demonio guerrero.
Siguio con la mirada el ataque de Jungkook hasta llegar a su enemigo y su sorpresa aumento mas.
Estaba peleando con aquel chico de arriba, aquel que se besaba con Tae como si su vida dependiera de ello. Ahora ambos estaban en una lucha que no parecia terminar pronto.
-¡Haz algo! –grito Jimin para que lo escuchara sobre todas las voces que tambien gritaban con fuerza.
-¡Regresa arriba y no te muevas de ahí hasta que yo regrese! –le ordeno.
El angel obedecio enseguida aun preocupado po lo que pudiera pasarle a Jungkook.
Yoongi lo miro alejarse y acto seguido intervino en la pelea, pero no como aquellos dos peleaban. Era un Principe del Infierno, lucharia como tal. Nadie olvidaria aquella pelea.
Ademas era la ocasión perfecta para revelarse en contra de aquel Demonio Mayor que tanto lo atormentaba.
