Por esta noche [SIN]

Una semana

Los pequeños rayos de luz que se colaban por la persiana comenzaron a fastidiar los ojos de Yoongi. Con movimientos aperezados sacó sus brazos de las colchas y se estiró con fuerza mientras su mente y cuerpo se conectaban de nuevo, luego de unos segundos abrió los ojos encontrándose en una cama que no era suya.

El susto lo hizo levantar su espalda en un movimiento rápido causándole un dolor espantoso de cabeza producto del exceso de alcohol. Cerró los ojos de nuevo para calmar su suplicio y tratar de recordar lo que había pasado la noche anterior, solo pudo rememorar a él llorando desconsoladamente en los brazos de su amigo Jin y este último ofreciéndole vodka para aliviar las penas.

Yoongi supuso que se había descontrolado con el alcohol y su amigo lo había cuidado dejándolo dormir en su habitación, con pesadez se levantó de la cama y caminó por el apartamento en busca de Jin. Miró en la sala y en la cocina pero no había rastros del mayor solo una taza rosa puesta en la mesa con una nota debajo de ella.

       No quise despertarte pero debo    trabajar hoy, te dejé desayuno en el microondas y una pastilla para tu resaca.
       Puedes irte cuando quieras
- Jin

Cuando terminó de leer la nota se sintió avergonzado por abusar de la amabilidad de su amigo, debía irse rápido a casa pero en ese momento recordó la razón por la cuál estaba en esa situación, el porqué de su llanto y su borrachera. No podía regresar a casa, no, no quería, no deseaba enfrentar a Jimin aún.
Sin muchos ánimos decidió desayunar y tomar una ducha, luego pensaría a dónde ir.

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Jin trabajaba medio tiempo en una boutique de alta costura asesorando mujeres con grandes cantidades de dinero que solo querían lo mejor y más exclusivo, la otra parte del día la utilizaba para terminar su maestría en diseño de vestuario.

Eran las 11 a.m del lunes y la cabeza del mayor mataba, tomar el día anterior fue una mala idea e ir a trabajar en esas condiciones solo empeoró la situación pero no podía darse el lujo de saltarse el trabajo, era lo que pagaba su educación, su apartamento y su comida. Por suerte su mañana no había estado muy agitada solo había atendido a tres personas y se decidieron bastante rápido, luego de atender a un cliente se dirigió a la sala de empleados para tomarse una pastilla fue en ese momento que su celular empezó a vibrar en su casillero.

Era Yoongi, no sabía cómo responderle las palabras que el menor le había dicho la noche anterior lo habían quebrado tanto que ya no podía disimular su tristeza frente a él. Respiró una, dos, tres veces y tomó la llamada

- ¿Hablo con Yoongi o con el fantasma de este? - dijo en un burla que trataba de disimular su amargura

- Ja ja, idiota, aún estoy vivo pero no gracias a usted - el menor aún tenía la voz ronca por lo cual Seokjin dedujo que se acababa de levantar

- ¿Así es como tratas a tu Hyung luego de que te dejara dormir en su cama? - sintió como el menor reprimió una risa por el tono de reproche que había soltado - ¿Ya desayunaste?

- Hyung, necesito hablar con usted - el tono de voz de Yoongi se volvió serio de repente y Jin temió que este recordara las palabras de la noche anterior, no quería escuchar ninguna disculpa ni excusa - ¿Puedo pasar por usted cuando salga del trabajo?

- Nos vemos en una hora en la cafetería de al frente. Puedes usar algo de mi ropa - Seokjin cortó la llamada antes de que Yoongi pudiera decir algo más, los nervios ya lo estaban matando y la hora siguiente se le haría eterna.

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Al terminar su turno, el de cabellos negros recogió sus cosas rápidamente y se despidió de su jefa, trato de caminar lo más tranquilo que pudo hacia la cafetería mientras divisaba por la vitrina si su amigo ya había llegado al lugar. Al entrar una pálida mano se sacudió al final del recinto, sintió como sus pies se hacían más pesados y contuvo la respiración.

- Te ves fatal - fue lo único que salió de su boca cuando se sentó frente al menor

- Gracias, Seokjin, tú también te ves radiante este día - el tono del menor era tan sarcástico que lo hizo reír y relajar sus hombros.

- Siempre lo estoy - hizo una pausa - ¿De qué querías hablar?

- ¿ Todavía es cierto que... que mmm que Jimin me engañó? - la voz de Yoongi salió como un suspiro lastimero.

- Eso fue lo que me dijiste ayer, no tengo más información al respecto.

- Supongo que tiene que ser verdad - los ojos del más bajo se posaron en Jin tratando de transmitirle algo que ni él entendía - Seokjin, ¿podría quedarme en su casa?

Los ojos del mayor se ancharon y su boca formó una o, estaba bien para él que el amor de su vida se quedara una noche pero ahora este le estaba pidiendo vivir en su casa sin un tiempo determinado, tendría que verlo todos los días y tratar de no decirle lo mucho que lo ama y lo estúpido que fue Jimin.

- Yoongi, no sé si sea buena idea, creo que necesitas hablar con Jimin sobre esto y resolverlo juntos. No puedes escapar de la situación, solo terminaran hiriéndose más.

- Entiendo lo que dice, hyung, pero en este momento no tengo a dónde ir. El apartamento que compartimos Jimin y yo fue un regalo de sus padres y no puedo sacarlo de su lugar - el menor tomó aire - no tengo la confianza con los otros y ya sabe que Hoseok se encuentra por fuera del país. Solo será una semana, mientras Hobi regresa, prometo que no seré una molestia, dormiré en el sofá y ayudaré con la renta de esta semana.

- Yoongi, detente, entiendo lo que tratas de decir y está bien, solo por esta semana, hasta el domingo y no tienes que pagar nada. Soy tu apoyo - Seokjin sabía que se arrepentiría toda la semana y sus sentimientos serían más difíciles de ocultar con su amigo durmiendo a solo unos pasos de él pero la desesperación en la voz del menor lo hizo actuar deprisa.

- Gracias, hyung, usted siempre me salva - el corazón del mayor se encogió completamente y sintió que su vida dependía única y exclusivamente se hacer feliz a su verdadero amor así fuera solo como su amigo.