Prado

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Desde que salió de la casa de Jimin, se había dedicado a deambular por las calles de la ciudad. Se sentía perdido en un lugar que conocía a la perfección, no quería ir donde Jin, no quería trabajar ni ver a nadie.
Caminaba por todas las calles y callejones, sentía los carros pasar a su lado y a las personas que a veces se chocaban con él en el afán de llegar a sus destinos.
Su estómago había rugido en algunas ocasiones pero sus pies no lo dejaban parar, solo se movía sin espíritu alguno, sin motivación, quería escapar, coger el próximo tren que lo llevara lo más lejos posible y formar una nueva vida.

Tal vez hasta podría cambiarse el nombre, pensó, crearse una identidad falsa, hacerse pasar por un muchacho más y trabajar en una cafetería. Hasta podría enamorarse de nuevo, quien sabe, hasta podría volverse heterosexual porque eso de los hombres solo terminaba rompiéndolo.

Siguió caminando hasta que el sol comenzó a ocultarse y el frío se hizo presente. Necesitaba buscar refugio pues no llevaba un abrigo adecuado, pensó en regresar donde Jin pero se sentía extraño, sentía que su presencia solo lastimaba a su mayor y era lo que menos quería.

Decidió refugiarse en su escondite que usaba en  sus días de universitario. Era un pequeño prado en lo alto de su universidad, un lugar lleno de flores donde se podía ver toda la ciudad y poca gente lo frecuentaba.
Debido a la cantidad de tiempo que pasaba en ese lugar había construido un refugio en lo alto de uno de los árboles. Hacía un tiempo que no iba pero estaba seguro que sus cosas  seguían ahí.

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Jin había dejado a sus amigos a cargo de esperar en su apartamento en caso de que Yoongi volviera mientras salía a buscarlo.
No sabía a donde ir, los lugares que frecuentaba el menor habían sido descartados rápidamente, ¿Dónde podría estar?, su corazón estaba inquieto, tenía ganas de llorar de impotencia por no poder encontrar al platinado y ni siquiera tener un indicio.
Su mente se llenó de los peores pensamientos mientras sus ojos comenzaban a aguaerse, justo en el momento en que quería gritar un dulce aroma a flores invadió su nariz trayéndole el recuerdo del lugar favorito de Yoongi.

Lo había conocido por casualidad, una vez que decidió recorrer la ciudad y se encontró con Yoongi en ese prado, el menor le confesó que era su lugar favorito y que porfavor no se lo dijera a nadie.
En ese momento Jin sé sintió honrado de tener un secreto de su amado y en ese momento agradecía al destino haber conocido ese lugar.

Caminó lo más rápido que pudo mientras sentía que su corazón se explotaría en su pecho. Al llegar al lugar pudo apreciar una silueta pequeña sentada debajo de un gran árbol mirando la panorámica de la ciudad. Se acercó de manera lenta y se sentó a su lado tratando de no espantarlo.

- Me asustaste, Yoon - las palabras de Seokjin salieron como un susurro, aún sentía que podía llorar en cualquier momento.

Yoongi no podía decir nada, se quedó mirando la cara de su hyung y los pequeños pucheros que hacían sus labios. Quería disculparse pero no sabía cómo hacerlo.

- Pensé que volvería a perderte - Jin dejó salir las palabras sin miedo alguno, su corazón no aguantaba más ver a su amado sufrir y quedarse callado. Estaba listo para decirle todo lo que sentía, al menos para quitar ese miedo de que podría perder a su amor sin siquiera decirle la verdad.

- Seokjin, yo...

- Me gustas, Yoongi, siempre me has gustado. Desde la primera vez que te vi supe que eras todo lo que quería. Somos completamente diferentes, como agua y aceite pero eso fue lo que me atrajo a ti

- Por favor, hyung, no sigas... Yo... no puedo corresponderte - Yoongi quería golpearse en ese momento, tenía a un hombre maravilloso a su lado pero su corazón todavía latía por Jimin y no quería usar ni lastimar a su hyung.

Seokjin sabía que eso pasaría, tenía muy claro que los sentimientos de Yoongi no desaparecerían de la nada pero tenía que decirlo.

- Lo sé, Yoonie, sé que no puedes sentir lo mismo que yo pero necesito que lo sepas - Jin respiró profundo, sentía que su voz se quebraba e iba a empezar a llorar pero también se sentía más real, más libre - Te amo, Yoongi y no espero que me correspondas, quiero lo mejor para ti, seguiré a tu lado y puedes quedarte en mi casa el tiempo necesario. Estaré para ti, Min Yoongi, siempre que me necesites.

Los ojos de Jin comenzaron a soltar algunas lagrimitas por lo que Yoongi decidió abrazarlo mientras olía el cabello del mayor, una fragancia que le generó tranquilidad. Su corazón se sentía lleno de nuevo, amado, sabía que estaba mal pero quería quedarse al lado de ese hyung que lo amaba.

No podía corresponder sus sentimientos pero sabía que la única forma de superar su desamor era con ayuda de Seokjin, por esa noche quería quedarse ahí a su lado.



Por esta noche [SIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora