Mes

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Durante las dos primeras semanas del viaje se comunicaban todos los días pero, por las 17 horas que se llevaban de diferencia era difícil mantener una conversación. Además el mayor había ido a disfrutar por lo cual siempre se encontraba en la playa, conociendo un lugar nuevo, de rumba con sus amigas o visitando los mejores lugares de la ciudad.

El menor no podía negar que le daban celos cada que su amigo le enviaba una foto de él con las cuatro chicas que lo habían acompañado o cuando le avisaba que saldría a un bar. Sentía su sangre arder pensando que algún extranjero se fijaría en Jin por lo hermoso que era y se lo quitaría para siempre, no es como que el mayor fuera suyo no eran nada realmente pero eso no era razón para que Yoongi ocultara sus celos.

Sin embargo, Jin siempre sabía cómo calmarlo, le dedicaba algunas palabras bonitas que le demostraban que sin duda Seokjin nunca tendría ojos para nadie más que no fuera su peliplata o cuando estaba algo borracho le escribía cosas que hacían excitar a Yoongi fácilmente como nadie más lo había logrado. Sin dudas extrañaba a su hyung y no veía la hora de que este volviera de su viaje para comerse su boca y no dejarlo ir nunca de su lado.

A pesar de extrañar a Jin, esas dos semanas le habían ayudado mucho a Yoongi, sintió que realmente estaba sanando y perdonando lo que había pasado con Jimin, ya no sentía que su corazón latiera igual por el rubio. Incluso se habían reunido, Jimin le pidió que se vieran en una cafetería cercana,y aunque ni Hobi ni Jin ni el mismo Yoongi estaban de acuerdo, el peliplata decidió que debía asistir.

Ese día ni Jin ni Yoongi estuvieron tranquilos, el mayor creía que Jimin convencería a su ex novio y regresarían. Aunque el peliplata y el mayor ya habían construido una relación cercana y de confianza no podía evitar pensar que donde hubo fuego cenizas quedan y que seguro Yoon podría caer de nuevo en los encantos del rubio.

Yoongi por su parte estaba impaciente, quería hablar lo más rápido que se pudiera e irse del lugar. Si bien ya no sentía lo mismo su corazón todavía dolía por los recuerdos. Para sorpresa de los dos Jimin solo quería disculparse, quería explicarle adecuadamente a Yoongi lo que había pasado y pedirle perdón por todo, por la infidelidad, las veces que fue a buscarlo y la pelea que tuvo con Jin.

Realmente Jimin había tenido tiempo para reflexionar sobre sus acciones y se sentía mal por ser tan egoísta, descargando su ira y culpa en otra persona que nunca lo lastimó. Yoongi y Jin simplemente fueron víctimas de la confusión del rubio. Le dijo al peliplata que quería ser su amigo en un futuro, que entendía que ahora no era posible, pero Yoongi se dio cuenta que ya no sentía rabia o dolor por lo que había ocurrido, en vez de desahogarse le dijo a Jimin que lo perdonaría si hablaba con Jin y le pedía perdón por irrumpir en su casa y hasta cortarle la cara. El rubio aceptó y los dos se fueron del lugar mucho más tranquilos, por fin habían cerrado eso y en definitiva fue lo mejor que pudieron hacer.

A pesar de lo tranquilo de la situación, los nervios de Jin hicieron que estuviera más callado con Yoongi e ignorara sus mensajes durante dos días, a Yoon le pareció divertida la actitud que estaba tomando el mayor, nunca lo había visto celoso y eso le parecía bastante tierno así que decidió molestar a su hyung un poco más.

Para la tercera semana de estar separados Yoongi se volvió más impaciente, quería estar con Jin lo más pronto posible y hasta se había vuelto irritable, tanto que ni Hobi ni Nam soportaban el genio de su mayor.

- Min Yoongi, te cargas un humor de mierda - el moreno suspiró cansado de la actitud del peliplata

Yoongi no dijo nada, aceptaba que se estaba comportando como un idiota pero no quería hacer nada para cambiarlo. Lo único que lograba sacarlo de su mal genio eran las cortas video llamadas que hacía con Jin, eso en definitiva era un respiro para Hoseok y Namjoon que incluso acosaban a Seokjin para que hablara con Yoongi y este se calmara.

Para la cuarta semana la emoción del peliplata era casi incontrolable, el mal humor de la semana pasada había quedado en el olvido pues Yoongi resplandecía de alegría, sus ojitos brillaban y sus labios finos se curvaban en una pequeña sonrisita.

Por su parte Jin tenía sentimientos encontrados, si bien quería ver a Yoongi y por fin dejar fluir todos los sentimientos que había cultivado en ese mes, también se había enamorado de la tranquilidad y el proceso de sanación que tuvo en su estadía. Moon y él se habían hecho mucho más cercanos, sí es que era posible, ella le ayudó a perdonar lo que había pasado con sus amigos y a encontrar la paz que se le había arrebatado, sin duda estaba agradecido con ese viaje y el escape de la monotonía.

Entre la nostalgia de irse y la alegría de ver a Yoongi, la última semana se le fue volando al pelinegro y cuando se dió cuenta ya estaba montado en el avión listo para su viaje de más de 18 horas. No le había dicho nada al menor, de alguna forma quería sorprenderlo y también darse un tiempo así mismo para asimilar su regreso.

Puso un pie en su apartamento a las 11 p.m del domingo y no veía la hora de tocar su cama para dormir al menos unas doce horas, empezaría a trabajar de nuevo el miércoles así que podía recuperarse del jet lag. A pesar de lo pesado que se sentían sus ojos, por primera vez se percató del portarretratos rosa que estaba en la mesita de la sala, con curiosidad se acercó a él y al ver que era una foto suya con Yoongi sus ojitos se encharcaron.

Tuvo que haber estado ahí hace mucho rato, antes de que se fuera y él no lo había notado. Abrazó el cuadro contra su pecho y siguió llorando pasito sin emitir casi ruidos, disfrutando esa pequeña felicidad que invadía su corazón.

Esa noche antes de que sus ojos lo abandonaran completamente, le envió una foto suya con el portarretratos y un mensaje a Yoongi.

Yoonnie, si volviera a nacer sin duda te buscaría de nuevo, me enamoraría otra vez y te amaría sin esperar nada a cambio.

Por esta noche [SIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora