Amor

295 40 3
                                    

A las once de la mañana del lunes un pálido hombre se estiró perezosamente envuelto en las sábanas, el invierno había comenzado y el frío de ese día le estaba afectando. Quería quedarse en cama y no ir a trabajar así Hoseok le obligara.
Con movimientos somnolientos tomó su celular para revisar si Jin le había dicho algo sobre su viaje de regreso, al abrir su chat lo primero que notó era la hermosa foto de ellos dos pescando puesta en un portarretratos rosa, Seokjin ya había vuelto.

Yoongi se levantó de su cama tan rápido que casi se marea, se organizó y cogió sus cosas mientras le mandaba un mensaje a Jin 'Voy para tu casa'. Al salir de la pieza se encontró con su mejor amigo cubierto en mantas mientras veía la televisión.

- ¿A dónde vas con tanta prisa? - Hoseok miró al mayor con ojos curiosos

- Jin regresó - sin esperar una respuesta el peliplata salió del apartamento dejando al otro chico con una sonrisa burletera y el corazón alegre.

Por su parte Jin se había levantado hace al menos una hora, todavía estaba cansado quería dormir otras cinco horas y adaptarse de nuevo al horario de su ciudad. Solo se despertó por el hambre que sentía y viendo que por obvias razones no había nada de comida en su casa decidió que tendría que salir a comprar el desayuno.

Sin embargo cuando ya estaba a punto de salir el mensaje de Yoongi lo detuvo haciéndolo sentir nervioso. La espera no duró mucho pero Seokjin se imaginó todo lo que podía pasar con la llegada del menor, cómo se supone que debían hablar, ¿Se besarían?, ¿Empezarían alguna relación? o seguirían igual.
Estaba tan intranquilo que solo el sonido del timbre logró hacerlo tocar el techo, sus manos temblaban girando el picaporte y casi se queda sin respirar tratando de mover la puerta. Lo que nunca esperó fue el abrazo efusivo y casi asfixiante que le regaló el peliplata, su corazón latía tan fuerte que lo escuchaba en sus oídos y sin duda no quería despegarse de los brazos del menor.

El corazón de ambos se escuchaba resonar en sus pechos y la calidad que desprendían sus cuerpos era casi adictiva, ninguno se quería separar de ese abrazo ni mirarse a los ojos, tampoco querían hablar y tratar de explicar lo que querían en ese momento.
Yoongi era quién más miedo tenía, no sabía cómo afrontar las sensaciones que Jin le había generado en el último mes, quería intentar una relación con él pero tenía mucho miedo de salir herido de nuevo.
Después de algunos minutos de dudas y ese cálido abrazo, Yoonnie tomo fuerzas acercándose lentamente a los labios de su mayor y depositando un pequeño beso, casi un roce pero fue suficiente para que ambos sintieran energía correr por su cuerpo y sus corazones latir.

El beso comenzó lento, cálido, solo sus labios se movían a un ritmo casi hipnotizante pero con el tiempo ambos sintieron necesidad, ese fuego que te hace querer más, tenerlo todo de la otra persona, sentirle tan cerca que se vuelva casi aplastante su presencia. El primero en tomar la iniciativa fue Yoongi, a quién la distancia le costó más.

Hundió su lengua en la boca del otro explorando todo, asegurándose de grabar en su memoria todas las sensaciones que ese simple beso le estaba causando. El beso fue aumentando, ahora era necesitado, erótico y caliente los dos querían sentirse mucho más cerca y la ropa empezaba a estorbar.

Con algo de torpeza los dos caminaron de a poquito, sin dejar de besarse, hasta llegar a la habitación casi desesperados pero con cariño se encargaron de despojarse de la ropa mientras se acariciaban. Las manos del peliplata descendían por el pecho del mayor, su cuerpo era como una escultura de arte fino, delicado, tonificado era casi como un sueño para Yoongi haciéndolo suspirar fuerte mientras dejaba besos en el cuello de su mayor, los sonidos bajitos que hacía Jin también lo excitaban, quería escucharlo decir su nombre mientras lo hacían. 

La habitación de Jin se había convertido en un escenario de gemidos, besos y pieles cruzándose entre sí, Jin había decidido que no podría esperar más a que el peliplata se hundiera en él así que en un rápido movimiento se colocó encima del menor y llevó dos de sus dedos a su entrada tratando de prepararse lo más pronto que pudiera . Yoongi soltó una risa ronca y tomó la mano de Jin sacándola de ese placentero lugar. 

- Déjame prepararte, quiero que sea especial 

- No es mi primera vez, Yoongi, ni pienso esperar más - Jin empujó la mano del bajito y volvió a penetrarse con sus dedos, el menor solo pudo reír depositando un tierno beso en los labios de su hyung.

- Tal vez no sea la primera vez de ninguno pero es la primera juntos, así que déjame ayudarte, ¿quieres, hyung? - la mirada cargada de amor que le dedicó Yoongi hizo que la desesperación se le pasara y sonriera,  se sentía realmente amado y eso le encantaba. 

Suavemente Yoongi preparó a su hyung con sus dedos mientras le daba besos por su abdomen y sus piernas, realmente Seokjin se sentía amado como nunca lo había sido. El menor tuvo extremo cuidado mientras lo penetraba y se aseguró de llenarlo de besos por toda su cara mientras lo hacía, sus embestidas eran lentas pero profundas haciendo que Jin se sintiera casi en el paraíso. 

Los dos se la pasaron al menos media hora entregando su cuerpo al otro, hundiéndose en ese placer que solo el verdadero amor puede causarte, la habitación se llenaba de gemidos, risas y ese erótico sonido que hacen los cuerpos cuando chocan. Los dos se derrumbaron en la cama cuando el orgasmo llegó y sin querer despegarse Jin apoyó su cabeza en el pecho del peliplata mientras recobraba el aire.

- Creo que moriré de hambre , sueño y cansancio - el mayor habló mientras hacía círculos  en el pecho blanquecino del otro - Tu llegada impidió que fuera a comprar comida.

- Iré a traerte el desayuno, amor - las palabras de Yoongi salieron en automático haciendo que ambos se sonrojaran.

- Suena bonito cuando sale de ti - Jin le dio un pequeño beso a Yoongi mientras se levantaba y se dirigía al baño, necesitaba esa ducha con urgencia - puedes bañarte conmigo y luego vamos a comer afuera.


Por esta noche [SIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora