Esa mañana de sábado amaneció haciendo tanto frío que Yoongi quería seguir acurrucado con su hyung.
Después de la situación con Jimin, los dos hombres se habían dedicado a limpiar los vidrios y desinfectar las heridas de Seokjin, casi no hablaron porque el mayor solo se dedicaba a llorar. Yoongi se sentía impotente, inútil y la peor escoria del mundo, había llevado sus problemas personales a la casa de su mayor y lo había dejado casi sin amigos por nada, porque el platinado sentía que no podía ofrecerle nada a cambio de todo lo que había perdido. Ni siquiera sabía cómo decirle que podían intentar salir e intimar más pero que no podía ofrecerle algo serio y estable.
Hasta el propio Seokjin le había dicho que no le diera ilusiones, que se fuera pero él no quiso hacerlo, no se sentía capaz de dejar a su hyung. Cuando logró abrir sus ojos se encontró con la cara hinchada y llena de lágrimas secas de Jin, pero Yoongi pensó que era lo más hermoso que había visto nunca. Quería abrazar al pelinegro y volverle a decir que todo estaría bien pero en vez de eso se levantó con cuidado para no despertarlo y se dirigió a la cocina para prepararle un desayuno que con suerte lograría animarlo.
Las habilidades culinarias del menor no se igualaban a las de Jin pero era capaz de preparar unos deliciosos Hot cakes y huevos revueltos. Cuando terminó de preparar el desayuno, se fijó en las fotos que habían recogido y puesto en el mesón de la sala hasta conseguirles un portarretratos, había algunas fotos de Jin con su familia, con su grupo de amigos y de él solo, pero pegada de otra foto grupal había una foto de Yoongi y Jin de una vez que salieron a pescar. El corazón del menor se encogió, sintió de nuevo culpa por toda la situación y quiso compensar la mala semana que le había hecho pasar.
Con afán guardó el desayuno en el horno para que no perdiera mucho el calor y se dirigió casi corriendo a la tienda más cercana. Al regresar al apartamento colocó la foto de ellos dos en un portarretrato rosa que había conseguido y lo puso en la mesita donde antes se encontraban las fotos de Jin.
Con cuidado tomó el desayuno y se dirigió a la habitación donde el mayor seguía durmiendo tranquilamente, acercó los platos a la mesita de noche y con cuidado movió el cuerpo de su mayor hasta que esté abriera los ojos.
- Si has venido por mí, ángel, llévame al cielo con gusto - Jin habló murmurando y con su voz adormilada a lo que Yoongi soltó una risita por lo tonto que era.
- No digas estupideces, Jin
- Y acá se acabó el cielo - Seokjin se sentía feliz por ser despertado de esa manera, siempre había estado solo y aunque eso no le había molestado antes tener a la persona que ama desde la mañana lo hacía sentir completo, pero la realidad lo golpeó como siempre suele hacerlo, las heridas en su rostro y manos comenzaron a arderle recordando lo que había pasado el día anterior.
De inmediato hizo mala cara y quiso llorar de nuevo pero el abrazo de Yoongi lo evitó.- Hay que volver a limpiarte esas heridas - dijo el menor mientras le entregaba el desayuno a Jin, este realmente se sorprendió, no sabía que su amigo podía cocinar y menos que tendría tan buena sazón.
- Vaya, Yoongi, en serio no tenías que hacer esto pero te agradezco mucho
Yoongi se quedó sentado al lado de su hyung, viendo cada movimiento que hacía, cuidando que sus heridas no empeoraran y escuchando cada chiste malo que hacía para aligerar el ambiente. Por alguna razón al platinado le gustaba estar así, viéndolo desayunar y compartiendo tiempo juntos, le gustaba como su corazón se sentía tranquilo.
En ese momento recibió una llamada que lo sacó de su burbuja de tranquilidad, el peliplata recibió la llamada mientras recogía los platos del desayuno para dirigirse a la sala a hablar sin molestar a su hyung.
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Por esta noche [SIN]
FanfictionMin Yoongi solo quería amar y ser amado pero quien creía que era el amor de su vida terminó partiéndole el corazón. Kim Seokjin está enamorado de Yoongi, pero sacrificó sus sentimientos por la felicidad de su amigo, ahora que es el único consuelo q...