VI

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276 d.C, Desembarco del Rey

Lihanda se había encontrado con Rhaegar luego de estar lista, el lucia impecable vestido completamente de negro, lo que resaltaba era el emblema de su casa en el pecho con incrustaciones de rubíes, se veía apuesto

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Lihanda se había encontrado con Rhaegar luego de estar lista, el lucia impecable vestido completamente de negro, lo que resaltaba era el emblema de su casa en el pecho con incrustaciones de rubíes, se veía apuesto.

—Luces bellísima.— dijo al verla.

—Lo mismo digo de ti.

—¿Te gusto el regalo que te hice?— pregunto.

—Es realmente hermoso.—su respuesta ocasiono la sonrisa del príncipe y que le diera un beso en la coronilla. Ambos caminaron hasta donde se celebraría el banquete, escoltados por Ser Arthur Dayne y dos caballeros de la guardia real, uno que le resultaba nuevo a la platina, era rubio y de ojos esmeralda. Todos esperaban a la pareja, quien ingresó al gran salón, se sorprendieron al ver a la prometida del príncipe, siempre habían rumores sobre la princesa de Dorne, nacida en las extrañas condiciones de un eclipse, con el cabello platino y los ojos anaranjados, la joven era preciosa, caminaba con elegancia del brazo del príncipe, parecía un ser mágico, el rey hizo el anuncio del compromiso de su primogénito con la princesa del desierto, todos aplaudieron y felicitaron a la joven pareja.

Pasaban las horas y el gran banquete continuaba, los nobles disfrutaban y bailaban, Oberyn se encontra al lado de Doran, ambos estaban en la mesa donde se encontraban su madre, su hermana y los Lannister, miraba fijamente a la mesa donde estaba su hermana junto al príncipe, el platinado se acercaba a ella y le susurraba cosas al oído que le sacaban una gran sonrisa a la joven, su hermano se dio cuenta de la dirección de su mirada.

—Luce feliz ¿no crees?—pregunto Doran.

—Sí, supongo que está feliz.

—Es bueno que este enamorada del príncipe, será feliz.

—Ella no está enamorada del príncipe.

—¿Cómo lo sabes?

—Porque la conozco.— dijo seguro. Miro como su hermana junto a el príncipe se levantaban y desaparecían por las grandes puertas, espero unos minutos y fue tras ellos.

La noche era fría, la platina se apegó más al príncipe que le ofrecía su calor, habían desaparecido del banquete para tener un momento privado ya que el dragón tenía algo para su adorada prometida, la luna se alzaba en lo alto y hacia brillar el cabello de ambos, caminaron hasta los jardines y ahí el heredero se detuvo poniéndose enfrente de la jovencita que lo miraba curiosa.

—Te tengo un regalo.

—Pense que el regalo era esta hermosa diadema.

—Eso fue solo el comienzo.— saco una pequeña caja de madera la abrió con delicadeza mostrando un hermoso anillo, lo que más resaltaba era el gran rubí en forma de gota adornado de pequeñas piedras alrededor.

—Rhaegar... es precioso.

—No tanto como mi futura esposa.—le tomo la mano colocando el anillo en su dedo anular.—Estoy feliz de unir mi vida a ti, mi dulce reina.—dicho esto la beso con mucha devoción, sus manos fueron a sus caderas y la acerco más a él, ella enredo sus delgados brazos sobre el cuello del dragón dejándose llevar por aquellas emociones que sentía.

Oberyn miraba todo desde lejos, él sabía que la iba a perder tarde o temprano, sabía que iba a tener que dejarla ir y que ella sea feliz con aquel hombre que le brindaría toda la comodidad que cualquier doncella anhela. Se dio la vuelta y retorno a la fiesta que cada vez se animaba más.

Luego del gran banquete, Lihanda se encontraba en sus habitaciones con su bata de dormir, miraba por la ventana, la Luna se alzaba elegante sobre aquel cielo azul marino, Oberyn la miraba desde la cama, apreciando cada detalle de ella, para que quedara en su memoria.

La princesa se dio la vuelta y camino hacia él, para luego sentarse a horcajadas sobre él, el moreno acarició su suave cabello y sus mejillas, tenía tantas cosas que decirle, pero no quería hacerlo para no arruinar el momento, su momento en el que ella era solamente de él, no existía nadie más, solo los dos.

—Te amo.— dijo el joven, acariciando su mejilla.— Te amo tanto que hasta te dejaría ir para que seas feliz.— la platina se sorprendio con las palabras de su hermano, era primera vez que le decía que la amaba.

—¿Por qué dices que me dejarías ir?

—Te vi con el príncipe, cuando se fueron a los jardines y te dio este anillo que está en tu dedo.—dijo tomando su mano delicadamente.

—Yo...

—Sere tuyo hasta que decidas dejarme.

—Oberyn...— le dio un beso en sus labios para callar su voz, quería disfrutar lo poco que le quedaba con ella, bajo la tela que cubría sus hombros y los acaricio, la platina acariciaba su pecho por debajo de la camisa que vestía el moreno.

Disfrutaban el momento de estar juntos, más nunca iban más allá, ya que la joven debía entregarse solamente al príncipe dragón que sería dentro de unos días su esposo.

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Holii, aquí les traigo un nuevo capítulo, en verdad ame al actor que interpreto a Viserys en la serie y me pareció más hermoso que el que interpretó a nuestro amado Rhaegar. Comenten sobre el capítulo, quiero saber que les gusta 💛

𝐄𝐥 𝐞𝐜𝐥𝐢𝐩𝐬𝐞 𝐝𝐞𝐥 𝐝𝐫𝐚𝐠𝐨́𝐧 𓄸 𝑟ℎ𝑎𝑒𝑔𝑎𝑟 𝑡𝑎𝑟𝑔𝑎𝑟𝑦𝑒𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora