Mientras Natalia se ducha tras el partido en el vestuario, me voy junto con Frida y las chicas a una salita a esperar.
El primero en acercarse a mí con curiodisad y sonriendo es un chico rubio.
-Hola, ¿Tú eres Alba?¿La española?
-Si, soy yo.
-Oleee, toroooo, paellaaaaa.
-No, toro no.
-Pensé que os gustaba matar toros.
-Creo que a la mayoría no nos gusta, pero gilipollas hay en todos lados.
Otros dos chicos se acercan y comienzan a interesarse por mi. De pronto veo salir a Natalia. La incomoda verme rodeada y sonrío. Ella frunce el ceño y yo sigo hablando con los chicos, cuando vuelvo a mirarla, ella sigue igual, parece que ni pestañea.
Finalmente se acerca a mi y delante de sus compañeros me besa y dice:
-Ella es Alba, mi novia. Por lo tanto, cuidadito.
Sus amigos se ríen y yo hago lo mismo, en el momento se acerca Joan y, cogiendome la mano me la besa y me saluda. Natalia me besa en la frente y entre ellos planean que vayamos a cenar.
Natalia me agarra de la mano y con la otra coge a Flyn. Nos montamos en el coche, Flyn no para de hablar con su tía, en ningún momento me incluye, pero aún así me integro.
Cusndo llegamos al restaurante, me entero de que es de los padres de Joan, se llama "Jokers".
Entre risas comienza la cena, intento concentrarme para entenderles, Natalia se acerca a mi oído.
-Desde que me has levantado el castigo, no veo el momento de llegar a casa, pequeña. ¿Tú deseas lo mismo?
-Si, Natalia...
-¿Me deseas?
-Si, mucho.
-En una escala del uno al diez, ¿cuánto me deseas?
-El diez se queda corto.
-Me alegra saberlo.
Seguimos cenando hasta que oigo a Natalia decirle a Flyn.
-Vamos, come o me comeré yo tu plato. Estoy terriblemente hambrienta.
Joan pega una carcajada, ha entendido las segundas por lo que va esa última frase.
-Natalia, cuando le he contado a la nueva cocinera que tu novia Alba es española me ha pedido que se la presentes.
-Hagamos lo que pide la cocinera.
Asombrada me levanto ante la atenta mirada de todos y cuando Flyn se va a levantar, Joan le dice:
-Si te vas, me como yo todas tus patatas.
El pequeño defiende su plato y se sienta de inmediato. Salimos del salón Natalia y yo. Caminamos por un amplio pasillo, y de pronto, Natalia se para en una puerta, mete una llave en la cerradura y me hace entrar, tras cerrar la puerta se desabrocha la chaqueta:
-No puedo aguantar más, cariño. Tengo hambre y no es de comida.
-Natalia, ¿no íbamos a saludar a la cocinera?
-Digamos que Joan y yo nos entendemos a la perfección, desnúdate, cariño. Escala diez de deseo.
Durante varios minutos nos besamos y acariciamos. Me coge de la cintura y me sienta en una mesa, pero cuando sube mi vestido y pone sus manos en la cinturilla de mis medias digo:
-Para!
Natalia se para de inmediato y me mira.
-Natalia no quiero que me rompas ni las medias ni las bragas. Son nuevas y me costaron un pastón. Yo me las quitaré.
-Pequeña pensé que te había hecho daño...
Natalia da un paso hacia atrás.
Cuando me quito todo excepto las bragas, ella se arrodilla apoyando su mejilla contra mi monte de venus y dice:
-No sabes cuánto te he hechado de menos.
Yo también la he hechado de menos y le revuelo el pelo. Con sus dedos baja poco a poco mis bragas y se para en mi tatuaje.
-Pídeme lo que quieras, pequeña..., lo que quieras. Me vuelve loca leer esa frase en tu cuerpo.
Levemente me empuja quedando mi espalda en la mesa, siento su aliento en mi vagina y cuando siento su lengua en mi clitoris digo:
-Natalia...no más secretos entre tú y yo.
-Ninguno más, cariño. Prometido.
-Sigue...Natalia...
Intensificia la velocidad de su lengua y yo jadeo, gimo, no muy alto pero si lo suficiente para que ella me escuchara.
Cuando me corro, Natalia se sienta en la silla y me pide ponerme a horcajadas sobre ella.
-Alba, no puedo vivir sin ti. ¿Qué me has hecho?
-Enamorarte. Por cierto, yo también quiero darte placer a ti, casi siempre soy yo quien recibe y no quien da.
En ese momento Natalia me coge la mano y la mete en su interior.
-cariño, aunque tu no lo sientas siempre que tu te corres yo lo hago contigo.
-Estás muy húmeda Natalia...
-Te follaría en cada rincón de este lugar, pero debemos volver.
Tras vestirme, me abrocha el vestido y salimos otra vez.
Por la noche, cuando llegamos a casa y Natalia acuesta a Flyn, cerramos la puerta de nuestra habitación y nos entregamos a lo que más nos gusta:
Sexo salvaje, morboso y caliente.
