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A las nueve, me despierto. Como siempre, estoy sola en la cama, pero sonrío al saber que es la mañana de Reyes.
Ataviada con el pijama y la bata, saco mis regalos, que están guardados en el armario, y bajo.
Paso por la cocina e invito a Simona y Norbert a unirse con nosotros, también hay regalos para ellos. Cuando entro en el salón, Natalia y Flyn juegan con la Play Station. El crío, en cuanto me ve tuerce el gesto.

-Los Reyes Magos me han dejado esto para vosotros.

Natalia sonríe y Flyn dice:

-Espera a que terminemos la partida.

Natalia lo regaña y el niño sin decir nada se sienta con nosotros junto al árbol. Entonces, Natalia saca cuatro sobres de su bolsillo y nos da uno a cada uno.

-Feliz Navidad.

Simona y Norbert lo agradecen y sin decir nada, los guardan en sus bolsillos. Yo no sé que hacer pero observo que Flyn lo abre.

-¡Dos mil euros! ¡Gracias, tía!

Incrédula miro a Natalia y le pregunto :

-¿Le estás dando un cheque de dos mil euros a un niño el día de Reyes?

Natalia asiente y Flyn habla:

- hace falta que haga la tontería de los regalos, ya sé que no existen.
-Por el amor de dios Natalia, ¿cómo puedes hacer eso?
-Soy práctica, cielo.

En ese instante Simona le da un regalo a Flyn y el grita de emoción al ver otro juego para la Play. Yo le doy mis regalos a Norbert y Simona, una chaqueta de lana y un conjunto de bufanda y guantes para él. Me lo agradecen.

Sigo sacando paquetes de la gran bolsa. Le entrego a Natalia uno, a Flyn varios. Natalia abre sus regalos y sonríe al ver una foto nuestra en un marco y una camiseta, le encanta.

Flyn con sus paquetes sin abrir, me mira y le digo:

-Vamos, cielo. Ábrelos, espero que te gusten.

Flyn mira a todos y abre lentamente la caja, una vez que termina y ve lo que hay, de su boca sale un "Oh", me alegra que esa sea su impresión, le ha gustado.

La sonrisa de Natalia desaparece al ver el skate.

-¿Qué pasa?
-Alba, devuelve eso.
-¿Que lo devuelva? ¿Por qué? ¿Nobte ha gustado?

Flyn por primera vez no me mira mal, está impresionado y eso me hace sentir bien.

-Es peligroso. Flyn no sabe utilizarlo y más que pasarlo bien, se puede hacer daño.
-He comprado protecciones para que no se haga daño, Natalia.
-Alba, Flyn no se subirá en eso.
-Venga ya, pero si yo le puedo enseñar.
-No.
-Enseñé a mi sobrina a utlizarlo.
-He dicho que no.
-Natalia, no es dificil. Es coger el truco solo.
-Quiero esto lejos de Flyn.
-Oye, es mi regalo para Flyn, él tiene que ser el que decida.

A Flyn se le cambia la cara al observar la cara gruñona de Natalia y dice:

-No lo quiero, es peligroso.
-Flyn, si lo quieres, pero te aterra la mirada de Natalia...
-Escucha, Alba. Te acaba de decir que no lo quiere.
-Flyn, yo te puedo enseñar, no te vas a caer.
-YA ESTÁ BIEN. Simona, Norbert, saquen a Flyn del salón y dejarnos solas.

Cuando nos quedamos solas Natalia habla:

-Mira, Alba. Si no quieres que discutamos delante del niño o del servicio, cállate, he dicho que no, ¿por qué insistes?
-Porque es un niño, joder. ¿No le has visto la cara cuando lo vió?
-No.
-No puede estar enganchado a la Play, pero, ¿qué clase de niño estás criando? El día de mañana va a ser inseguro de si mismo, miedoso y débil.
-Prefiero que sea así a que se haga daño.
-Desde luego, daño se va a hacer. ¿No has pensado que llegará un momento donde quiera salir con sus amigos y no sabrá qué hacer mas que jugar a la Play y obedecer a su tía? Vaya dos, sois tal para cual.
-Que vivas conmigo es lo mejor que me ha podido pasar, pero no voy a poner en peligro a Flyn, eres mi novia, pero yo soy la responsable de él, ¿vale?
-Muy bien. Le haré un cheque a tu sobrino. Seguro que le gusta más.

Salgo del salón con el skate y lo dejo en una habitación, vuelvo al salón y le digo a Flyn.

-Luego te doy un cheque. Pero no esperes que sea tan grande como el de tu tía.

El niño no responde, es evidente el mal rollo que hay. Me dirijo a Natalia y le entrego el sobre que me dió.

-Gracias, pero no necesito tu dinero, es más ya me di por regalada con la ropa. ¿Leemos los deseos del árbol?
-No queremos leer los estúpidos deseos, has enfadado a mi tía, primero traes este horrible arbol y nos obligas a escribir deseos y después me regalas el estúpido patinete para hacerme daño.
-Nunca querría hacerte daño, Flyn.

Sin decir nada agarro el árbol y lo meto en la habitación donde dejé el skate. Simona me sigue y me abraza.

-Tranquila, Simona. No pasa nada pero o bebo algo o termina esto peor que "Locura Esmeralda"

Las dos sonreimos y yo subo a la habitación, me quito el pijama y vuelvo a bajar, Natalia me mira y antes de que abra la boca digo:

-Voy a salir, y ni se te ocurra prohibirmelo.
-Hace muchisimo frío.
-Déjame en paz, yo no soy tu sobrina.

Salgo de casa y susto viene a verme, me entretengo un rato con él y después llamo a Marta.

Nadie te querrá como te quiero yo (2°parte) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora