Cuando llegamos, Flyn sale escopetado y desaparece.
-No te preocupes, Flyn conoce el polideportivo muy bien.
-¿Te has dado cuenta de cómo me mira tu sobrino?
-¿Recuerdas como me miraba la tuya al principio?
-Vale... tienes razón. Pero no sé por qué me da que tu sobrino es como si tía... Duro de roer.
Natalia suelta una carcajada, tras coger su bolsa de deporte y se acerca a mi:
-Si no estuviera castigada te besaría. Después te metería en el coche y haríamos el amor con verdadera devoción. Pero, por mi desgracia, estoy castigada...
Me ha puesto súper cachonda, y justo cuando voy a besarla escuchamos:
-¡Alba! ¡Natalia!
Miro a mi derecha y veo a Frida y Andrés, con Glen. Viene corriendo hacia mi y nos fundimos en un graz abrazo. Cuando voy a abrazar a Andrés veo que tiene una bolsa de deporte.
-¿Tu también juegas al baloncesto?
-Soy el mejor de este equipo.
Antes de que Natalia y Andrés se vayan a cambiar, éste último se besa con amor con Frida. Natalia y yo nos miramos.
-Ve con Frida, cariño. Te veo después del partido.
Después de eso Frida se acerca a mi y me pasa un brazo por los hombros y se ríe.
-¿Aún la tienes castigada?
-Sii, pero no aguantará mucho esto.
-Vayamos a las gradas a animar.
Cuando llegamos, Flyn se levanta de un asiento. Rápidamente se acerca a nosotras y le da un beso a Glen, después se sienta varias gradas más abajo que nosotras.
-¿Qué tal con Flyn?
-Sinceramente creo que no le he caído bien. Apenas me había. ¿Es siempre así o sólo es conmigo?
-Es un buen niño, pero no es muy comunicativo. Fíjate que yo le conozco de toda la vida y no he cruzado más de diez palabras con él.
La pista se va llenando de gente y Frida dice:
-Voy un momento al baño a cambiar a Glen, o moriremos todos con este olor.
-¿Quieres que te acompañe?
-No, no nos vayan a quitar el sitio. No tardaré.
Dos minutos después entra un grupo de mujeres, maquilladas y perfumadas. Se sientan justo delante de mi.
Me distraigo mirando el móvil y cuando Natalia sale con Andrés a calentar las mujeres de enfrente empiezan a aplaudir. En el equipo son 12 personas, 3 chicas y los demás chicos, me gusta que sea mixto.
Flyn al verla sale corriendo a por ella y Natalia le tira el balón graciosa. Por primera vez le veo sonreír como un niño y mi pulso se acelera al ver a Joan ahí, está guapisimo y sexy, sus músculos sobresalen entre mis ojos. Andrés, Natalia y Joan, he follado con los tres y eso me pone cardíaca.
Las puertas se cierran, no hay mucha gente, creo escuchar la palabra "Natalia" entre las chicas de enfrente y mi atención se centra en ellas.
-Vaya, vaya...hoy juega la mujer a la que deseo en mi cama.
-Y yo en la mia.
-Joder, Natalia cada día está mejor. Aún recuerdo la noche que pasé con ella.
-Lora pero si eso fue hace más de un año, ¿cómo puedes recordarlo?
-Gina, solo te diré que Natalia deja huella.
-Lora, si quieres repetir con Natalia, sólo tienes que ganarte al chino. Ya sabemos que es su debilidad.
-Para lo que yo quiero a Natalia no necesito ganarme a nadie que no sea ella.
Mi indignación se dispara por los aires. De repente, aparece Frida y se sienta a mi lado.
-Hola, chicas.
Las cuatro mujeres miran hacia atrás y sonríen.
-Chicas, ella es Alba, la novia de Natalia.
Sus caras son un poema. Ninguna vuelve a mencionar a Natalia.
El partido empieza, yo no entiendo apenas de baloncesto pero Frida me pone al día. Mi chica está muy pero que muy sexy, nunca la había visto modo deportista. El partido acaba, ganan por doce puntos. Todo el mundo se mueve de sus asientos.
-Ven. - dice Frida.
Llegamos hasta la pista y veo que Natalia se sienta, está un poco roja y sudada. Miro a Lora y sus amigas, no apartan su mirada de ella, entonces me siento sobre Natalia y la beso con pasión ante sus miradas.
-Vaya..., pequeña, si lo sé te traigo antes a una cancha de baloncesto, ¿Esto significa el fin del castigo?
-castigo levantado, señorita Lacunza.
Ella cierra los ojos y vuelve a juntar sus labios con los míos.
