Leo levanta el puño en dirección a mi cara pero alguien le frena antes de que me golpee.
-Venga, ya habéis dado el espectáculo-dice Cristian, un chico que ha repetido y que apenas conozco.
Le da un pequeño empujón haciendo que los tres retrocedan unos cuantos pasos. Él es mucho más alto, veo en sus caras que le tienen miedo.
-¿A vosotros no os han enseñado a no hacer el ridiculo en público?-dice-¿Tres contra uno? Un poco injusto, ¿no?
Ellos no dicen nada, simplemente se alejan de donde estamos.
-¿Y tú? No sabía que eras un chulito-me mira de arriba a abajo.
-Porque no lo soy-respondo.
-Déjate de estas mierdas porque no te van a ayudar a ser más guay.
-Solo me estaba defendiendo, además, por lo que tengo entendido tú te sueles meter en bastante peleas-digo enfadado.
-Por eso mismo sé que esto no te conviene. Y no me hables así, gracias a mí no tienes el ojo morado.
-Perdona-me disculpo.
-Me has caído bien-dice y se aleja.
No me creo que le haya plantado cara a esos y encima que Cristian me haya defendido. Este curso será bastante movidito.
Entra un profesor, es José, mi antiguo profesor de matemáticas. Se presenta y nos explica un poco los nuevos cambios que habrán. De repente se abre la puerta, es Mia. Todos la miramos y ella cambia su expresión de tranquilidad a una cara de confundida.
-Emm, disculpa, profesor-dice con una vocecita de niña buena.
-Llámame José. ¿Que hacías fuera?-pregunta.
-He llegado este año y no sabía donde tenía que ir, nadie me ha dicho que tenía que permanecer en clase-me mira y puedo descifrar una sonrisa de lado.
-Ah, disculpa. Pasa, siéntate donde haya hueco.
-Sí, sí, gracias, José-avanza orgullosa y se sienta a mi lado.
Es increíble como de un momento a otro ha cambiado su personalidad para quedar bien.
-Hazte actriz-susurro.
-Pensaré en ello-me guiña el ojo.
Las primeras horas pasan rápido, los profesores se presentan y nos explican cosas que nos exigirán para sus materias. Me apunto todo lo que necesito en una libreta y porfin llega la hora del patio.
Camino por los pasillos despreocupado, sin prestar atención a la gente que tengo a mi alrededor. Cuando llego a el patio, me siento en el primer lugar que encuentro.
Observo curioso a los chicos que juegan a fútbol, puedo ver a Cristian desesperado corriendo tras el balón, es bastante bueno. Mete un gol y ni siquiera lo celebra, le es indiferente.-¿A quién miras?-pregunta Mia.
-¿Dónde estabas?-desvío el tema de conversación.
-Me faltaba por ver el gimnasio, pero está ocupado, así que me han echado sin que lo pueda ver con detalle-se sienta enfrente de mí.
-Te cansarás de verlo-advierto.
-Quizá...pero mientras eso no ocurra, quiero verlo-sonríe.
-¿Así que ahora te sentarás conmigo y seremos super amigos?-digo irónico.
-El que estaba sentado solo con cara de perro mojado eras tú, ¿Lo recuerdas?-me da un pequeño golpe en el hombro- A mi me da igual estar sola.
-Estaba bromeando-admito.
-Eso espero rubio-me vacila.
-Aghh-pongo los ojos en blanco-Eres odiosa.
-Gracias-sonríe.
Después de un rato se acercan algunos de mis amigos.
-Ey, Oliver, ¿En qué clase estás?-pregunta Dani.
-En A-respondo.
-Anna, Jorge y yo vamos a B-responde decepcionado.
-Ya nos veremos en los patios-me consuela Anna.
-Claro-finjo una sonrisa.
Se despiden y veo como poco a poco se alejan. Ya sabía que no iban a mi clase pero que vayan todos juntos me decepciona todavía más.
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Ahora que ya sé
Teen Fiction"De repente entra Mia a la cocina y se encuentra con esta extraña situación. Cristian sin camiseta y yo con la mia totalmente abierta, el uno frente al otro. -¿Qué hacéis?-pregunta extrañada. -Esto...-me ha dejado cortado." _________________________...