Biología (28)

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(Narra Oliver)

Tras la fiesta, me recogió mi abuelo y volví a casa. Me despedí de Gabriella y de Naya y finalmente no pude hablar con Mia sobre lo ocurrido.

El domingo fue un día bastante raro, estuve tirado en la cama y vi unas cuantas películas con mi abuela. Ningún mensaje me llegó al teléfono, y yo ya paso de ser el que tiene que estar detrás de una persona que no quiere siquiera escucharme. Mentiría si dijera que no estoy confuso,  para mí vivir estas cosas es completamente nuevo. Lo único que quiero es que todo vuelva a ser como antes.

Hoy es martes y ayer no mejoró nada, estuve en el patio hablando con un viejo amigo. Lo que recibí por parte de Cristian y Mia fueron miradas cargadas de indiferencia, de hecho Mia no se sentó a mi lado como siempre, sino que prefirió sentarse en la primera fila en una mesa que estaba vacía. ¿Cuánto más tendré que soportar esta situación? No veo para nada justo el comportamiento que están teniendo conmigo ¡Ni que hubiera matado a alguien! Espero poder solucionarlo todo hoy.


Las primeras dos horas han sido iguales a ayer, de vez en cuando cruzo mirada con Mia y ella rápidamente desvía sus ojos haciendo como que no me ha visto.

Es hora de Biología, mierda. No recordaba el trabajo con Cristian. La profesora empieza a pasar lista y mis compañeros van entregándole los trabajos. Cristian y yo no tenemos nada que entregar, hemos aplazado tantas veces el trabajo que he acabado por olvidarme.

-Cristian y Oliver-la profesora nos mira interrogante- Venid a darme el trabajo.

-No lo tenemos-Cristian habla por los dos.

-¿Se os ha olvidado en casa?-pregunta ella pensando que es una excusa.

-No-intervengo- No lo hemos hecho y no tenemos excusa.

-Pues yo veo injusto que unos lo hagan y otros no, ¿no creéis?

Algunos alumnos responden dándole la razón, Cristian los mira con desprecio.

-Os quedaréis de cuatro a nueve aquí, en el instituto. Os daré la oportunidad de que lo entreguéis mañana, pero no podréis aspirar a mucha nota. No os lo toméis como un castigo, sino como una lección.

Cristian resopla descontento por el castigo, o bueno "la lección" que nos ha dicho la profesora. No digo nada, entiendo que lo hemos hecho mal y que merecemos quedarnos aquí pero de cuatro a nueve son muchas horas. Es mucho tiempo estando con una persona que ni te dirige la palabra. Quizá sea una oportunidad para decirle qué es lo que pasó y preguntarle por qué tiene que intervenir en algo que no le incumbe, pues si tenemos un problema lo tenemos Mia y yo, nadie más.

El resto del día no es diferente, continúan sin hablarme y no voy a ser yo quien se arrastre para solucionar las cosas. Me refugio en mis antiguos amigos,  aunque hemos perdido mucha relación seguimos llevándonos bien y aprovecho la situación que tengo con mis amigos actuales para ponerlos al día. Les cuento lo del beso, sin decir el nombre. Ellos me preguntan curiosos que quién es la chica que me ha besado por primera vez pero prefiero no decirlo por si a Mia le sienta mal.

Llego a casa y le cuento lo del trabajo a mi abuela, ella se siente algo decepcionada pero sabe que ha sido solo por esta vez y que por lo general acostumbro a llevarlo todo al día. Le he dicho que no volverá a ocurrir y ella ha sido comprensiva conmigo. Después comemos juntos y yo cojo la mochila y me marcho en dirección al instituto por segunda vez en el día de hoy.

Abro la puerta de mi clase y al fondo veo a Cristain sentado sobre una de las mesas. Sobre la mesa de su izquierda está abierto el libro de biología y unos cuantos folios. Cristian se gira al escuchar abrirse la puerta y me mira.

-Hola- le saludo serio.

-Hola-responde.

Cierro la puerta, me acerco hasta él y dejo la mochila sobre el suelo.

Ahora que ya séDonde viven las historias. Descúbrelo ahora