Ahora que ya sé

Abel, Gabriella y Naya (8)

Me acerco hacia donde está Mia un poco vergonzoso. Ella me ha visto y sonríe mientras yo avanzo, las chicas de su lado me miran de arriba a abajo como analizando cada uno de mis rasgos, cada una de mis prendas.
Me hacen sentir incomodo pero hago como si no las hubiera visto y fijo mi mirada en Mia.

-Hola, Oliver-me saluda Mia.

-Hola-respondo mientras observo de reojo las atentas miradas de sus tres amigos.

-Eso, hola Oliver-dice una de las dos chicas y los tres sueltan una carcajada.

Los miro con incertidumbre.

-Bah, no les hagas caso, están locos-aclara Mia incomoda.

-Yo soy Abel, ella Gabriella y ella Naya-se presenta el chico.

Asiento y me siento en el suelo enfrente de ellos.
Abel es un chico alto, muy moreno, me atrevería a decir que tiene rasgos musulmanes. Lleva el pelo rapado y un pendiente en su oreja llama mi atención. Es delgado y viste despreocupado, camiseta básica y pantalones de chandal. Puedo ver como en su bolsillo asoma un mechero.
Gabriella tiene rasgos muy comunes, nariz chata y ojos rasgados. El pelo lo lleva recogido en una coleta y es de un color castaño oscuro. Tiene cara de ser alegre, además viste totalmente así, muy colorida. Habla de manera muy expresiva.
Por último Naya se gana totalmente mi curiosidad. Jamás había visto una chica así, sus ojos son únicos. Son de color azul pero en el ojo derecho tiene heterocromia parcial, es decir, la mitad de su ojo es azul y la otra mirad verde, son alucinantes. Además tiene el pelo largo, rizado y con reflejos pelirrojos, es un castaño rojizo. Lleva una sudadera corta negra y unos vaqueros rotos. En su nariz, que está repleta de pecas, tiene un piercing, concretamente el nostril.

-¿Y tú Oliver?-pregunta Gabriella.

-Esto, perdona, perdona-mierda, estaba embobado mirando a Naya y no he escuchado la pregunta, ella me ha pillado mirándola.

-Te estaba preguntando cómo te va a ti en el insti, como Mia es nueva por allí-pregunta sonriente.

-Ah, mm bien supongo. Llevo toda mi vida en ese instituto así que para mí ha sido como todos los años-respondo- ¿De qué os conocéis vosotros?.

-Básicamente de lo mismo, íbamos juntos a clase el año pasado, Abel, Gabriella y yo hemos repetido y por eso conocimos a Mia-cuenta Naya.

-Los profesores estaban hartos de nosotros, siempre metidos en peleas. "Los del fondo" nos llamaban, en todas las clases nos poníamos en última fila, las armábamos buenas-cuenta Abel entre risas.

-Por eso mismo me han cambiado de insti, porque con estos pringados no daba un palo al agua-bromea Mia.

Sonrío al ver la complicidad que hay entre los cuatro, se nota que se quieren.

-Para ser un pijito me caes bien-dice Gabriella.

-¿Pijito?-pregunto ofendido.

Los cuatro asienten y ríen.

-No soy nada pijo-aclaro yo.

-Bueno, eso de nada pijo...-dice Mia.

-¿Qué insinúas?-la miro intrigado.

-Nada, no hay más que verte con tu pelo rubito y tus camisetas pijas.

Pongo los ojos en blanco por la tontería que ha dicho y ella ríe. Percibo miradas de sus amigos curiosas, medias sonrisas, como si estuvieran observando una escena romántica.

-¿Qué?-pregunto mientras los miro.

-Nada, nada, igual es mejor que os dejemos solos-dice Naya.

-Buff-resoplo frustrado, Mia me mira seria.

Sinceramente en ningún momento he visto a Mia de esa forma, la conozco desde hace tan poco tiempo que ni se me había pasado por la cabeza tener algo distinto a una amistad. Pero su cara al ver como resoplaba me deja pensando, ¿acaso ella sí?