Ahora que ya sé

Cristian se sincera (29)

Cristian me mira, en silencio. La tensión que se respira ahora mismo es asfixiante.

-Vamos a hacer el trabajo-dice mientras observa los folios.

-No esperes que haga un trabajo con este mal rollo.

-Hombre, después de lo que has hecho no esperes que te vea igual-su tono de voz es tranquilo.

-¿Qué es lo que he hecho?

-Besarte con la amiga de la chica a la que le gustas en su cara después de haberle dado esperanzas. En su cara, el mismo día en el que la besas a ella, vas y tienes el coraje de irte también a por Naya. Joder, Oliver, no puedes pretender hacer ver que no has hecho nada malo y que eres el bueno-da su argumento mirándome fijamente.

-¿Eso es lo que crees?-él asiente seguro.

Me pongo las manos en la cara ante su explicación. Desde fuera sin duda parezco un absoluto imbécil.

-Cristian, eso no fue así. Mia me besó a mí, yo no fui el que le di esperanzas. ¿Le correspondí al beso? Claro que sí y no me arrepiento. Pero Mia tampoco tiene razón. No puedo darle una respuesta a si quiero algo con ella de inmediato porque yo no lo sé. No sé que quiero. No sé a quien quiero-hago una pausa para intentar ordenar mis pensamientos- Me sorprendió mucho y no supe como responder, ¿es acaso mi culpa? Igual soy un egoísta pero yo creo que no.

Cristian me mira algo decepcionado, puedo notar su tristeza y no sé a qué se debe.

-¿Y Naya? ¿Cómo explicas eso?-pregunta.

-Lo de Naya fue por el juego, tú también estabas ahí. Yo no sabía que iba a caérsele el hielo, cuando me di cuenta me aparte enseguida. Me besé con ella al igual que me podría haber besado contigo, pura coincidencia-al nombrarlo a él como ejemplo, Cristian se queda algo sorprendido.

Aunque yo tenga razón, Cristian no parece convencido. Hay algo que no me está diciendo y quiero saber qué es.

-Sigo sin entender por qué tengo que darte esta explicación a ti y no a Mia, ¿Qué te pasa conmigo?-mi resignación habla por mí.

Él aprieta sus dientes, intentando contenerse. Suspira y me mira frio.

-¿Quieres que te lo diga?-pregunta por fin.

Asiento convencido.

-Lo que me pasa es que soy un puto celoso, Oliver. Me siento muy mal conmigo mismo por tratarte así pero no he podido evitarlo. Llevo desde que empezó el curso detrás de Mia. Preocupándome por ella, estando siempre que me ha necesitado. Dándole mi mejor versión para que se fije en mí. He intentado ser más paciente, menos agresivo. No sabes lo que he mejorado mi actitud. ¿Para qué? Para nada. Para que llegues tú con tu vida de película, con tu familia tan perfecta y tu personalidad de niño bueno y caiga rendida a ti. Todo lo que he hecho no ha servido de nada. Tú sin hacer esfuerzo has conseguido lo que yo llevo esperando mucho tiempo. Y no sabes lo que me jode-su voz es algo inestable-Encima en la fiesta supe que después de haberte besado con ella te fuiste con Naya y me dio mucha rabia. Me dieron unas ganas increíbles de pegarte un puñetazo porque yo jamás le haría daño a ella. Y verla como la vi después de que se enterara de eso me dejo quebrado.

No sé ni qué decir, es la primera vez desde que lo conozco que se abre tanto a mi.

-No tienes ninguna culpa, Oliver. Ha sido mi envidia la que ha actuado por mi. Pero no sabes lo que duele ver que la persona a la que le gustas pasa de ti. No sabes como me he sentido al ver que jamás podré ser como tú, que no podré tenerla. Que ella ya ha elegido y yo no he sido su elección. Y que tendré que aceptar que ella te quiere a ti y no a mi. No se puede tener todo, lo sé mejor que nadie. Esperaba que Mia fuera una excepción pero una vez mas la vida no quiere verme feliz.  Lo siento, Oliver.

------------

ACLARACIÓN:

Hola, chicos. Estos días he visto mucho hate hacia Cristian, entiendo que desde fuera pueda verse como un personaje malo. Espero que, después de haber leído esto, después de saber las razones de Cristian, seáis mas comprensivos porque es algo que a todos nos puede llegar a pasar. 

Y esto ya fuera del libro, aplicadlo a vuestra vida diaria. Yo también tiendo a juzgar a las personas porque desde fuera todos lo vemos muy fácil. Pero a veces, si te pones en el lugar del otro, puedes llegar a comprender su actitud. Intentemos ser más empáticos, tratemos a los demás como nos gustaría que nos tratasen a nosotros aunque nos hayan hecho daño. Seamos mejores que todos esos prejuicios.

Gracias por el apoyo, no me cansaré nunca de agradecéroslo.