Nada Es Lo Que Parece

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Ya había pasado media hora y no había señales de la existencia del albino. Estaba por ir a una central de autobús ya que la espera la estaba matando, hasta que a lo lejos noto a un hombre moreno, alto y de presencia formidablemente seria y tranquila.

—Señorita Emma, he venido por usted.— dijo el hombre estando a un lado de la pelirroja.

—Y usted es...

—Mi nombre es Vicent y vengo en nombre del señor Norman para llevarla a su casa. Por favor acompañarme— pidió comenzando a caminar a un auto negro.

Se limitó a asentir con la cabeza siguiendo al hombre mientras este le abría la puerta y ella subía. Durante el tiempo que había estado con Norman nunca lo había visto, pero se veía que tenia un temperamento a temer. Se dejo de hacer preguntas y de intentar recordad a alguien que recién conoce. El viaje estuvo tranquilo, ninguno de los dos hablaba, hasta que a ella se digno a preguntar algo.

—¿Usted trabaja para Norman?

Hubo unos segundos de silencio hasta que el hombre contesto.

—Mas que nada para el señor James, pero me pidió este favor y no tuve mas opción, a final de cuentas tenia que pasar por la señorita Bárbara.

¿Barbara? ¿Señorita?. Quería reír sarcástica pero se contuvo. No hizo más preguntas y siguió mirando por la ventana el paisaje que se lo ofrecía. El hecho de mirar el mar le causaba nostalgia. Soltó un suspiro cansado, solo quería llegar y dormir.

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Fue menos tiempo de viaje del esperado, al llegar bajo del auto por si sola y entro a la casa siendo recibida de mala gana por Gillian. Violet se acercó a Emma entregándole unas libreta.

—El señor Norman pidió que se te entregaran en cuanto llegaras.— dijo Violet entregando el encargo.

Las observó por un segundo y vio que eran de Gilda. Luego le pagaría de alguna forma esos favores que le hacia. Y callo en cuenta de que algo no andaba bien.

—¿Dónde esta Norman?— pregunto en voz baja, pero no lo suficiente para que la recién llegada de Bárbara no la escuchara.

—Tiene una cena importante con su padre Así que salió— respondía arrogante a la pregunta entrando al living moviendo las caderas de una manera muy exagerada, con un vestido pegado de color negro sin tirantes haciendo resaltar la esbelta figura de la mujer, unos tacones que, a su parecer, diría exageradamente altos y un maquillaje en tonos oscuros que la hacían ver muy bella.

—Es hora de irnos Bárbara, el jefe te esta esperando— hablo Vicent con una voz fría y cansada, no muy diferente a como le había hablado a Emma.

—Ok, vámonos. No hagamos esperar mas tiempo al jefe— paso a un lado de Emma chocando con ella a propósito. Demasiado arrogante y fastidiosa para su gusto.

Gillian y Violet soltaban una que otras risas que fueron calladas por una mujer que salia de la cocina.

—Dejen de perder el tiempo y vallan a terminar su labores— les ordenó y a regañaditas hicieron caso.—oh, señorita Emma, ¿va a cenar?— preguntó la mujer amable, tal vez la única amable de toda la casa.

—No, así estoy bien. Gracias.— le contestó en voz baja con una duda, la cual no se contuvo en preguntar._ ¿Cuanto tiempo es que llevas aquí?— pregunto con toda inocencia.

La mujer sólo soltó una risa ante la ingenuidad de la adolescente, Emma solo se le quedo viendo extraña.

—Mi nombre es Mujika y trabajo aquí mucho antes de que usted llegara.

En definitiva tenía que prestar mas atención a las personas con las que vivía.

—Ah lo siento, no te había visto.

—No se preocupe. Usualmente no salgo mucho de la cocina, al igual que usted casi no sale de su habitación— sonrió apacible, causándole un escalofrío a Emma, recordando lo sucedido hasta hace unas horas.— Bueno tome— dijo entrando a la cocina y regresar con una bandeja en donde había una taza de té humeante y unas galletas.— mínimo tiene que merendar.

Emma aceptó y con simple "Gracias" subió con las cosas a su habitación y se encerró, aquella mujer si que tenía razón respecto a su rutina.

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Norman había estado en su casa arreglándose para la dichosa cena con su tío Peter y su prima adoptiva Anna, estaba nervioso, Anna no era tan tonta ni tan inocente como todos pensaban y el tenia la ¿fortuna? De conocer ese lado, sumándole la desaparición de aquella adolescente de cabellos alborotados y con lo que le había pasado la ultima vez que la dejo sola, si, si seguía hací en definitiva le entraría una crisis y como no, si le había dejado quien sabe cuantas llamadas y mensajes a aquella chica, los cuales a ninguno respondió.

Se acomodo la corbata y se analizo rápido para ver si el traje negro que portaba estaba en perfecto estado, y así fue, salio de su habitación y llamo a Bárbara quien a los pocos segundo se apareció.

—¿Necesita algo señor?— pregunto seductora, cosa que Norman no tenia tiempo para prestarle atención, como siempre.

—Necesito que te arregles, mandare a Vicent para que venga por ti en dos horas. Iremos a una cena con Peter.— dijo bajando las escaleras siendo seguido por Barbara.

—Esta bien, estaré lista para entonces— contesto y se dirigió a su habitación para alistarse.

El albino tomo las llaves de su auto y emprendió marcha hasta la casa de su padre, en donde fue recibido por Isabella, a quien no se la esperaba.

—¿Señora Isabella?

—Hola Norman, que gusto volver a verte— saludo con una hermosa sonrisa tranquila.

—Hola otra vez primo— saludo Anna quien se encontraba tranquila bebiendo de una taza de café y alado de ella estaba Peter, cabe decir que no le cae para nada bien pero no por eso lo trataría mal.

—Hola sobrino, ¿cuanto tiempo?— saludo a Norman de un abrazo y este fue bien recibido.

—Lo mismo digo— respondió con una de sus típicas sonrisas apacibles.

—Bueno, no perdamos tiempo y vamos a iniciar con los negocios.— hablo James con algunas carpetas en sus manos.

Así es, ese hombre solo en sus tiempos libres era maestro, pero igual dirigía una empresa.

Los tres hombres, caminaron hasta el despacho del dueño de la casa dejando a Anna con Isabella en la sala.

Ayudaba como podía a su padre con lo de la empresa y algunos socios. Estaban haciendo unas propuestas sobre como podrían hacer que la compañía fueran mayormente reconocida, su celular vibrando lo sacó de su transe de "seriedad" con el trabajo, disimuladamente lo encendió y vio el mensaje de aquella chica que le hacia entrar en crisis, no podía ir por ella y le pidió su ubicación, luego hablaría seriamente con ella sobre el por que andaba en La Capital.

—Me disculpan un momento— se puso de pie y salió de la habitación sin esperar a recibir alguna respuesta.

Camino por los pasillos hasta encontrase con Vicent, quien trabajaba con su padre mas que nada.

—Señor, ¿Necesita algo?— pregunto  respetuoso al ver al albino hijo de James Ratri.

—Quiero que vallas a La Capital, al parque Bell y pases por una chica llamada Emma, la encontraras luego, cabellos pelirrojos y con uniforme escolar. La dejas en mi casa y traes a Barbara.

—Como ordené.

Sin hacer reproche alguno hizo caso a las órdenes dadas y salió de la casa en un auto negro. Aquellos dos hombres pasaron desapercibido la presencia de cierta mujer que había escuchado su conversación.

Nacida Siendo Una Loveless [TPN. Noremma]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora