1.40; Seductor.

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Narra Nikki:

Guardé mi bajo en el estuche de piel que meses atrás había comprado para el. Tomé mi pequeña mochila con ropa y salí del camerino a paso prácticamente lento. Bufé para mi mismo al darme cuenta de que el primer proyecto que me había importado, el primer lugar en el que sentí que pertenecía, había terminado para siempre.

London había sido parte importante de mi vida durante bastante tiempo, pero también, ese algo que ya necesitaba terminar para que yo pudiera seguir.

- Sixx - Me giré al escuchar mi nombre detrás mío justo antes de abandonar el lugar por la puerta trasera - Tu amplificador estará esperándote aquí mañana.

- Gracias, Matt - Le agradecí casi de mala gana. él era el encargado del lugar, y obviamente lo sucedido aquella noche le ameritaría un buen regaño de sus jefes inmediatos - Nos vemos.

- Espero que no muy pronto, Sixx - Habló de manera seria para después levantarme un poco la cabeza y continuar - No, hasta que vuelvas a despegar - Palmeó un poco mi hombro izquierdo - No te detengas, tú llegaras lejos - Se alejó de mí mientras aquellas palabras retumbaban dentro de mis oídos.

No era la primera vez que escuchaba aquello. Me lo repetía cada noche antes de dormir. Pero, en aquel momento, antes de salir del lugar, me di cuenta de una cosa importante. Nikki Sixx sería grande, y haría grandes cosas. Solo necesitaba de personas que lo acompañaran en aquel viaje. Personas mágicas como él.

Narra Gunner:

Tommy me había llevado a un lugar bastante agradable. Era como una cafetería vintage, en donde las hamburguesas y las malteadas eran los acompañantes perfectos para la oleada de chicos y chicas jóvenes que entrabamos por la puerta de cristal haciendo que la campanita de aviso tintineara sobre nuestras cabezas.

El bullicio era más tranquilo que el bar al que Nikki me había llevado la noche anterior. Era agradable. Tommy había pedido una mesa para ambos. Nos sentamos en un gabinete, uno a un lado del otro. Estaba cómoda junto a él. Era un chico bastante agradable, y tenía una sonrisa bastante simpática. Auténtica.

- ¿Como puedes hacer eso? - Tommy jugaba con una baqueta entre sus dedos. Lograba pasarla entre cada uno de sus dedos con gran rapidez. Pregunté aquello con asombro mientras él despegaba la mirada del menú que leía con atención.

Me sonrió antes de responder - Ah, lo aprendí en la banda de colegio - Siguió en lo suyo mientras un mesera se acercaba a nuestra mesa.

Aquella mujer de mediana edad nos miraba con atención y amabilidad al mismo tiempo.

- ¿Listos para ordenar? - Preguntó mientras que su delantal blanco sacaba una pequeña libreta amarilla y una pluma de color azul.

- Oh si, claro - Tommy le sonrió ampliamente - Dotty, ¿crees poder traernos una bolsita con hielo? - Señaló hacia mi dirección - La golpearon hace un rato y se esta inflamando el golpe.

La mujer me miró con detenimiento y un poco de preocupación en la mirada - Claro que sí querido - Le dijo a Tommy sin despegar su atención de mi - Traeré eso y un par de toallitas antisépticas para que no se vaya a infectar - Me sonrió amablemente - ¿Algo más?

- Panqueques de mora - Tommy era hasta cierto punto adorable. Para él todo era bueno, todo era genial - Para ambos, y una malteada de fresa para mi - Giró su rostro mientras me miraba con aquella sonrisa franca sobre sus labios - ¿Tu quieres una malteada?

- Amm, si - Respondí sacando aquellos pensamientos de mi cabeza - De cereza, por favor - La mujer apuntó la orden sobre aquella pequeña libreta.

- En un momento te traigo el hielo, querida - Recogió una de las cartas y se marchó con nuestro pedido en las manos.

- Lamento que tu primer show terminara asi - Tommy habló mientras interceptaba mi mirada con la suya - Estas cosas suceden a menudo, es algo extraño, ¿sabes?

- Me gustaría entender eso, Tommy - Recargué mi rostro sobre mi mano derecha. Hice un pequeño gesto de dolor cuando sentí que el golpe punzaba de forma aguda.

Ese dolor me era familiar. Era el sabor de la sangre lo que me hacia recordar. Era aquella punzada sobre el golpe lo que me hacía recordar aquellos días en los que debía maquillar cada rastro de dolor sobre mi cuerpo.

- ¿Estas bien? - Tommy habló al notar que mi atención se había ido para otra parte.

- Si, si - agaché un poco la cabeza mientras pasaba un mechón de cabello detrás de mi oreja izquierda - ¿Crees que Nikki llegue pronto?- Traté de desviar un poco el tema.

- Espero que sí - Volvió a sonreír de forma más íntima - Porque sino, le quitaré a su chica.

Sentí el rubor de mis mejillas expandiéndose sobre mi rostro - Nikki y yo solo somos amigos.

Sentía la mirada de Tommy sobre mi. Era inexplicable el porqué de no incomodarme como debería. Pero no lo hacía, no me molestaba en absoluto. Era extraño, sí, pero no incomodo.

Pero aquella electricidad que Nikki producía sobre mi. Aquella conexión extraña, no la había sentido jamás. O eso creía yo.


Llévame a la cima... (Douglas Booth as Nikki Sixx)Where stories live. Discover now