Llévame a la cima... (Douglas Booth as Nikki Sixx)

1.72; Wire...

Narra Tommy: 

Nikki estaba familiarizado con la locura,el desenfreno, las personas y situaciones diferentes. Pero incluso él quedó sorprendido con la rudeza y aura de aquel personaje. 

Y yo me sentía el doble de atraído por aquella personalidad tan dura. Sentía que era justo lo que necesitábamos para crear un equilibrio en nuestro intento de proyecto exitoso.

- Ohh, déjame ayudarte - Me ofrecí al verlo luchar contra el peso del amplificador de su guitarra - Soy Tommy - Me presenté amablemente, y algo emocionado.

- Mick Mars - Habló casi jadeando al soportar el peso del amplificador al momento de bajarlo del carro.

- Soy el baterista - Comencé a caminar hacia atrás con la intención de subir las escaleras y aminorar el peso que llevaba. Parecía estar lesionado o algo por el estilo, ya que se encorvaba con algo de dolor.

- ¿Un baterista flacucho? - Su tono oscuro y burlón no me molestó del todo.

- Estuve en Suite Nineteen - Dije con algo de orgullo y jadeo debido al peso que cargaba.

- Banda de mierda - Wow, fue tan tajante que ni siquiera me dió tiempo de molestarme como debía.

- Oye viejo, ¿alguna vez nos viste tocar? - Tenía que defender mi "trabajo" de alguna manera.

-¿Suite Nineteen? - Pregunta con respuesta. Jaja.

- Si- Continué caminando en reversa.

- Innecesario- Siguió mi paso - Si el nombre de la banda es mierda, significa que la banda también lo es - Una pausa para saludar a Nikki. Él simplemente nos observaba hacer todo el trabajo - Hola.

- Hola, viejo - Nikki el amable y desinteresado Sixx. Bebiendo cerveza y observando.

- ¿Y cómo lo sabes? - Pregunté soportando el peso del amplificador al comenzar a subir las escaleras en reversa.

- He estado en muchas bandas de mierda - Respondió de la misma forma jadeante que yo.

Estuvimos en el departamento en un par de minutos que parecieron horas para ambos. Subir el amplificador fue una odisea que esperaba, valiera completamente la pena.

Aquel sujeto conectó su equipo con rapidez. Parecía ya no ser un novato en todo aquello.

Su guitarra era de buena calidad, sus cables del mejor material, y su amplificador simplemente no era un juguete para niños. Y ni hablar de aquella pedalera profesional que acomodó con rapidez y esmero.

Nikki lo observaba ocultando su emoción. 

Compartía ese sentimiento con él.

Narra Gunner:

Logré terminar mi papeleo aquella tarde. Estaba agradecida por solo tener que esperar el ingreso a clases.

Tenía listo todo para ingresar. Solo faltaba adaptarme a mi situación actual como persona, profesionista y mujer.

Llevaba mi horario guardado dentro de mi mochila al igual que el resto de papeles que había firmado para acreditar todas las materias que llevaría durante el primer semestre.  

Me detuve en un teléfono de monedas a un par de cuadras del departamento de Nikki.

- Hola mamá - Respondí después de que descolgaran el teléfono del otro lado de la línea.

- Gunner, hija, creímos que nunca llamarías - Era mi padre, y lo agradecía porque él no se ponía tan loco como mi madre cuando se me ocurría no reportarme.