Llévame a la cima... (Douglas Booth as Nikki Sixx)

1.43; Heridas del alma.

Narra Nikki:

Lo pensé un par de veces antes de volver a entrar al restaurante. Tommy estaba demasiado interesado en ella, y eso podía olerse a kilómetros de distancia. Gunner no mostraba ningún tipo de interés que no fuera meramente amistoso. De la misma manera en la que, suponía, me veía a mi.

Apreté el periódico entre mi mano izquierda y empujé la puerta para entrar. Ni ella ni Tommy se sobresaltaron al verme entrar. Tommy seguía con un semblante normal. Y ella, si pudiera decirlo de alguna forma sensible lo haría, pero ella simplemente me robaba una parte del alma cada vez que su mirada se clavaba sobre mi.

A cada paso que daba, mientras me acercaba a la mesa, más formas distintas de llevarla a la cama mas proxima se me ocurrían. Pero por alguna razón, no podía imaginar una sola noche con ella. No creía poder saciarme de ella en una sola noche. Necesitaría mas tiempo, mas noches, mas años. Mas vida para poder saciarme de ella.
- ¿Volvemos a las búsquedas, hermano? - La voz de Tommy me interceptó justo en el momento que me senté frente a ellos y extendí el periódico sobre la mesa.
- Mi nueva banda será increíble - Hablé ante la mirada de ambos. Comencé a hojear el periódico hasta llegar a la sección de avisos de ocasión.
Muchos músicos del sunset strip se anunciaban por medio de este tipo de avisos. De esta manera era sencillo contactarles para audiciones - Será algo que jamás nadie haya visto.
Levanté la mirada hacia ambos. Tommy me miraba con una sonrisa en el rostro mientras que con su mano derecha daba vueltas a una baqueta - ¿De donde sacaste eso?
Me miró divertido y respondió - Del baterista de London - Rió un poco para si mismo. Gunner ocultó una pequeña sonrisa bebiendo de su malteada.
- ¿Que es tan gracioso? - No sabía si se reían de mi, de la situación, o de alguna otra cosa.
- Tommy golpeó a un par de sujetos con eso después de haberla atrapado cuando salió volando de alguna parte del escenario - Gunner me miró divertida. Mi corazón sintió calidez por primera vez en mucho tiempo. Su sonrisa era tan auténtica y carente de dolor.
Desvíe la mirada de ella para después tomar el charco de agua que se había formado en el fondo de mi vaso de cristal, los hielos empezaban a derretirse.
Tomé un plumón rojo que Dotty acostumbrada dejarme junto con mi pedido de siempre, whiskey y refresco de cola.
Encontré un pequeño anuncio que llamó mi atención. "Guitarrista rudo y agresivo para banda de metal..." no termine de leer lo demás porque las voces de Tommy y Gunner me sacaban de mis pensamientos. Escucharla reír junto a él era extraño e incómodo. Pero en parte me alegraba verla así.
Encerré aquel aviso en un círculo rojo para tenerlo como referencia.
Aún sostenía bajo mi nariz la toallita que Gunner me había regalado, ahora solo sentía la sangre seca debajo de mi nariz.
- ¡Ese tipo de aquí se ve bien! - Tommy señaló con la punta de la baqueta el aviso que había marcado momentos antes.
Mi mirada se posó sobre él con media sonrisa adornando mis labios.
- Me pregunto como fue que esa baqueta no te golpeó el cráneo - Traté de escucharme sarcástico, pero la risita de Gunner rompía toda intención de mi parte.
- No olvides que parte de mi encanto es ser un buen baterista - Me guiñó un ojo mientras seguía jugando con aquella baqueta entre sus dedos.
Lo observé detenidamente mientras que de golpe me bebía aquella pequeñísima botella de Jack Daniel's - Tommy me miró asombrado.
Gunner solo se limitó a hacer un pequeño gesto de asombro mientras miraba para alguna otra parte.
- Creo que tendré que aprovechar tu habilidad, T-bone - Llamé su atención con rapidez. Había dirigido su mirada hacia Gunner, estaba a punto de preguntarle o decirle algo.
- No estaría mal, ya desperdiciaste mucho mi talento - Tomó la muñeca derecha de Gunner, justo en la que llevaba puesto un pequeño reloj de plata - ¡Mierda! - Se maldijo a si mismo mientras tomaba su chaqueta y dejaba un billete sobre la mesa - Debo irme, quedé de recoger a mi hermana en una fiesta - Estuvo a punto de levantarse, no sin antes despedirse, y no precisamente de mi - Me la pase increíble, ojalá nos toque esquivar golpes más seguido - Gunner solo le sonrió con amabilidad y le asintió con la cabeza - Yo invito - Se levantó con rapidez de la mesa - Nos vemos pronto - Le guiñó un ojo a Gunner mientras se despedía sacudiendo de lado a lado la mano derecha.
- Tommy - Llamé antes de que se marchara. Giró su cuerpo hacia mi mientras se colocaba la chamarra sobre su torso delgado - ¿Crees que pudiéramos vernos mañana temprano fuera del Whisky?
- Claro - Me sonrió de oreja a oreja. No dejaba de ser un adolescente.
- Bien, lleva tu camioneta - Dije mientras volvía la vista al periódico - Necesito llevarme mis cosas al departamento - Sentí la mirada extrañada de Gunner sobre mi - Y no se si te gustaría hacerle un favor después a Gunner.
- Tú solo pide, preciosa - Se acercó a la mesa con aquella sonrisa tonta sobre su rostro. Mi mirada reparó sobre el semblante apenado de ella. Sus mejillas estaban sonrojadas ante Tommy.
- Bueno yo...
- ¿Puedes ayudarle con la mudanza? - Le interrumpí con amabilidad casi sarcástica.
- Claro, será un placer.
- Gracias Tommy, yo pondré el gasto de la gasolina - La voz amable de ella inundó mi atmósfera. Y al parecer la de Tommy también.
- Perfecto, estaré en el whisky a las Diez, Sixx - Palmeó mi hombro para después retirarse con rapidez.
La campana de la puerta sonó mientras notaba que Gunner salía de su trance.
- Tal vez funcionaria, Gun - Seguí mirando el periódico sin leer nada realmente.
- ¿A que te refieres? - Su voz se tranquilizó ante mi presencia.
- Tú y Tommy - Le sonreí esperando que algo sucediera.
Una pequeña risa brotó de ella.
- Es lindo, pero... - Agachó el rostro algo apenada. Una sonrisa tonta y tierna asomaba las comisuras de sus labios mientras que con su mano izquierda se daba una pequeña palmada sobre el rostro - Pero no estoy aquí para eso - Me miró esperando que dijera algo - No es mi tipo.
Mi corazón se tranquilizó ante aquello. Había estado palpitando con mucha fuerza desde que Michael me había golpeado durante la presentación de la banda.
- ¿No es tu tipo, o te da miedo que sea tu tipo? - Esa pregunta me brotó tan naturalmente que incluso yo temí de mi mismo.
- No, no es mi tipo - Tomó un sorbo de su malteada - Te lo dije, necesito un par de idiotas más en mi vida para llegar al correcto - Cruzó los brazos sobre su pecho haciendo que su busto se realzara frente a mi - Tommy es un niño aún, es lindo, pero no es para una chica como yo, Sixx.
- ¿Y que es lo que una chica como tú necesita? - Encarné una ceja y crucé los brazos sobre la mesa. Los labios entreabiertos de ella me dejaron atontado.
- Solo alguien que me quiera hoy, y mañana también.
Su mirada se desvió de la mía con nostalgia. No debí retarla a mostrarme interés o desinterés por Tommy. Cuando era obvio que las heridas de su alma aún no sanaban del todo.