1.71; Live...

63 8 2
                                    


Narra Nikki:

Las cosas estaban acordadas.

Ella decidió cómo quería llevar la situación, y yo solo quería complacerla.

Mi plan era simple.

O se da; o no. Así de fácil.

La situación entre nosotros estaba muy clara, no había forma de engañarnos el uno al otro. Ella fue sincera desde el comienzo. Él único que tardó en aceptar las cosas era yo.

Aún seguía con la sosobra del "¿que sucederá?" rondando dentro de mi cabeza.

Me quedaba claro que ella no merecía vivir una situación desastrosa, y menos por segunda vez en su vida. Yo estaba acostumbrado a que me dejaran o me cambiaran por alguien más, o alguien mejor. Las mujeres no solían tolerarme mucho.

Regresé al mundo real al escuchar los acordes mal tocados del amigo de Blackie.

El chico era un desastre.

Estuve a segundos de golpearlo con mi bajo, me contenía porque Tommy tenía la paciencia de explicarle cosas elementales.

Me olvidé durante un segundo de Gunner para volver a nuestro maravilloso y exitoso ensayo.

Si, claro.

Subí las escaleras con desgano mientras que cada acorde lento y desafinado entraba por mis oídos y me provocaba ganas de vomitar.

Las cosas no salen siempre como uno quiere.

- Termina el receso, arriba - Ordené al momento de entrar al departamento.

Tommy ya estaba acomodado detrás de su batería, me miraba con cierta vergüenza mientras el chico seguía tratando de ligar los único tres acordes que le había pedido.

Me acerqué a la pequeña sala y tomé mi bajo del sillón en el que lo había dejado.

- Recuerda lo que te expliqué, solo trata de seguir mi ritmo, siéntelo - Tommy era paciente hasta cierto punto; incluso yo podía notar su desespero.

- Desde arriba - Hablé firmemente para ambos.

Aquel chico no parecía notar mi molestia. Era evidente, y él lo ignoraba por completo.

Había escrito aquella canción desde hacía tiempo; la realidad era que London no daba el ancho para lo que componía en mis días de sobriedad.

Aquel sonido que imaginaba en cada acorde y en cada palabra de la canción, era crudo, real, hiriente. Rudo.

London era todo lo contrario de aquello. Si, conseguías chicas, alcohol y drogas gratis. De ahí en más, no me llenaba más mi trabajo dentro de la banda.

Aún no habíamos conseguido un buen cantante. Y viendo realmente al guitarrista que "teníamos" dudaba mucho tener tiempo de encontrar un buen frontman para la banda sin nombre.

Tenía muchas cosas pendientes por hacer, y la realidad era que el tiempo me estaba pisando los talones, incluso si yo trataba de correr.

Pasó media hora de ensayo, luego diez minutos en los que Tommy explicaba con paciencia fingida cosas que se "suponía" el chico debía saber.

Me seguía conteniendo ante mi desesperación.

- ¿Entendiste? - Tommy preguntó en un tono más serio.

El chico asintió algo nervioso, pero "seguro" de lo que se supone hacía dos horas debió quedar claro.

Comenzamos desde el principio. Por lo menos había entendido los acordes. Pero el ritmo seguía atorado en alguna parte de su sistema.

Simplemente no lo podía seguir pasando por alto.

- ¡Wowowo! - Paré de tocar al darme cuenta que el chico no iba para ningún lado. Tommy se detuvo en cuanto hice la señal, al igual que el chico desastre - ¿Que demonios, viejo?, eso no fue lo que te mostré - Mi enojo era moderado. Y lo era sólo porque no quería pelear por algo tan tonto como un idiota sin sentido del ritmo.

- Si, lo sé - Me miraba nervioso - Pero no se parece a nada que haya tocado antes.

- Ese es el punto, viejo - Una especie de berrinche quería aflorar de mi ser. Simplemente lo dejé pasar - Tomemos un descanso - Me quité el bajo de encima, con una furia escondida que ni siquiera yo sabía cómo contener - Tommy, afuera - Coloqué mi bajo sobre su base, mientras Tommy me seguía fuera del departamento.

- Tommy... - El chico habló casi en voz baja, como si yo le impusiera miedo.

- Tranquilo, viejo - Mi querido amigo adolescente era más empático que yo en muchas situaciones. Esta era una de ellas. Trataba de hacerle sentir que podía mejorar. Caso contrario a mi.

O funcionas, o no. 

Punto.

El chico trató de seguir practicando. Seguía siendo un verdadero fracaso.

Una botella de cerveza me acompañaba en mi furia personal. No podía creer la poca versatilidad que algunas personas poseían.

- Esto no está funcionando, yo... - Bufé para mi mismo cuando Tommy apareció con un cigarrillo entre sus dedos de la mano derecha. Estuve a punto de tartamudear del estrés

Quedaba claro que ambos estábamos en un momento en el que aceptar que el proceso sería más largo, era difícil de digerir.

- Es guitarrista rítmico, amigo, sonará mejor cuando tengamos vocalista - Tommy trataba de ser optimista ante la situación que nos rodeaba. En parte, era contagioso, por otro lado lo dudaba bastante.

Un pequeño auto rojo, casi destartalado y con música dura sonando fuerte, se parqueó frente a nuestra acera.

Se notaba que el conductor vivía enojado con el mundo, y la vida, para ser más específicos.

- Ohh, mierda - Me sorprendí de aquella rudeza. Simplemente me sobrepasó en el instante. 

Por su parte, Tommy se divertía, y eso era algo que probablemente yo no debía olvidar. Disfrutar y divertirme.

- Mira a este loco - Si, Tommy acertó. Solo que era muy temprano para darnos cuenta de ello.

Un hombre de estatura mediana, cabello negro, y si, mas negro que mi propia alma, bajó del vehículo mientras azotaba la puerta detrás de él. 

Era perfecto.

Tommy se dispuso a ayudarlo cuando se dió cuenta que para aquel hombre sería complicado bajar su gran amplificador Marshall de su desgastado carro rojo.

Vaya, incluso contaba con un buen equipo para su instrumento. Si, era el indicado.

Solo faltaba escucharlo, y cruzaba los dedos porque su sonido fuera igual de bueno que su equipo.

Cerca de la cima...


Llévame a la cima... (Douglas Booth as Nikki Sixx)Where stories live. Discover now