Liar •【ChuuVes】

Día 27

-¡¿Qué mierda te sucede, Sooyoung?! ¡Hace semanas que no me tocas!

Suspiré.

-Jinsol, son las diez de la mañana...

-¡Lo dices como si nunca hubiésemos cogido como putas en celo a cualquier hora y lugar!

-Jinsol, ya cálmate -dije algo cansada-. Estoy a punto de salir, o llegaré tarde.

-¿Tienes que ir con Jiwoo ahora mismo? ¿No podemos tener un momento antes de que vayas?

-Jinsol -dije seriamente-. No me presiones, por favor. ¿No podrías alegrarte ni siquiera un poco de que tenga por fin una amiga que no obtuve gracias a ti?

Ella suspiró y se llevó las manos a la sien.

-No quise presionarte, es sólo que... -se detuvo para pararse directamente frente a mí y tomarme por los hombros- Olvídalo. Lo siento. Pásalo bien, ¿sí?

Asentí sonriendo y acaricié su mejilla con el pulgar.

-Que tengas un buen día en el trabajo -dije antes de darme la vuelta para tomar mi mochila y salir.

-¿No vas a darme un beso? -Me interrumpió.

Frené sintiendo un pequeño escalofrío y me volteé a darle un pequeño e insignificante beso en los labios antes de salir de casa.

Comencé a caminar hasta la parada de autobús donde me encontraría con Jiwoo. Jinsol se había ofrecido a llevarme en el auto, pero el excelente clima había sido una excusa perfecta para caminar.

¿Por qué últimamente no me apetece tener sexo?

Me pregunté mientras andaba sin prestar demasiada atención al camino. Hacía ya un tiempo que estaba evitándolo. En realidad, tenía una pequeña idea de por qué, pero no iba a dejarla fluir, así que prefería seguir enredándome en pensamientos y excusas inútiles que intentaba darme a mí misma para convencerme de que tenía todo bajo control.

Pero mis pensamientos y cuestionamientos fueron totalmente asesinados y abandonados a un costado cuando vi a Jiwoo saltando y saludando a lo lejos. Ella ya se encontraba en el sitio acordado y mi sonrisa no tardó en encontrar lugar en mi rostro al verla.

-¡Jiwoo! -grité emocionada mientras llegaba prácticamente corriendo con los brazos abiertos.

-¡Sooyoung unnie! -se adelantó extendiendo sus brazos de la misma forma que yo hasta encontrarnos en un profundo abrazo que hasta me levantó levemente del suelo.

-¿Estás emocionada?

-Ah -suspiró con una sonrisa-. Claro que sí. Suelo tener problemas para despertarme, pero hoy desperté una hora antes de que la alarma suene. ¿Y tú, unnie?

Su sonrisa era lo más puro que había visto jamás.

-También lo estoy, hace mucho no voy a un parque de diversiones -dije quizás mintiendo un poco. Lo que más me emocionaba, en realidad, era vivirlo con Jiwoo.

El autobús llegó y nos ubicamos rápidamente, pero pude notar su mirada curiosa sobre mí apenas nos sacamos nuestros abrigos.

-Unnie -dijo en un tono que acompañaba la expresión de su mirada-. Estás... más delgada.

-¿Tú crees? -dije sin darle mucha importancia- Me he puesto a dieta.

Vaya dieta.

-No necesitas eso -dijo antes de enderezarse y poner ambas manos en su cintura con los codos hacia afuera-. ¡Hoy haré que comas bien!