Día 28

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Jiwoo también fue lo primero que vi al despertar.

-¿Unnie? -me decía desde su cama, cada vez en un tono más alto.

-¿Jiwoo? -dije, pasados unos segundos, abriendo los ojos e intentando reaccionar.

-Deberíamos ir a desayunar. Así luego podremos volver al parque de diversiones -luego de dormir su entusiasmo había vuelto. No era como si se hubiese esfumado en algún momento, pero el cansancio físico lograba hacer que se viera un poco más relajada.

-Mmm... no voy a desayunar -dije todavía algo dormida.

-Sí lo harás -dijo levantándose rápidamente e intentando destaparme, pero sostuve las sábanas con fuerza.

-¡Vamos, unnie! ¿No vas a dejarme desayunar sola, verdad?

En eso tenía razón.

Solté un quejido en un suspiro y solté las sábanas dejando que me destape.

-¡Bien! -dijo aplaudiendo, provocándome la primera sonrisa del día.

Me senté en la cama y naturalmente comencé a cambiarme, sacándome la parte de arriba de mi pijamas. En ese momento Jiwoo se sonrojó levemente y volteó su cuerpo completo para darme la espalda.

-Oh, lo siento -dije percatándome de que estaba muy acostumbrada a hacer eso delante de Jinsol, pero quizás podría ser incómodo para Jiwoo.

-No, está bien. Voy a cambiarme -dijo tomando su ropa incómodamente para mantenerse sin mirarme y se metió al baño rápidamente.

Una vez terminamos el desayuno, caminamos nuevamente al mismo lugar del día anterior. El parque era simplemente inmenso y ciertamente era imposible montar todos los juegos en un mismo día.

El camino llevaba unas pocas cuadras, así que fuimos de manera tranquila, entrando a alguna que otra tienda que nos parecía interesante.
Al final, una vez que llegamos empezamos con juegos medianamente tranquilos, para pasar gradualmente a otros más extremos.

Si estábamos indecisas entre subir a uno o a otro, no fallaba jugar a piedra, papel o tijeras, sin embargo terminábamos por subir a ambos. Repito, cualquier situación con Jiwoo era de lo más divertida.

Opté por no almorzar una vez más, a pesar de que me sentí bastante culpable cuando Jiwoo decidió que ella no lo haría sin mí. Pero en lugar de eso, tomamos un descanso entrando a la tienda de recuerdos.

-Llevaré esto para mi papá... y esto para mi hermano -dijo ella en un momento sosteniendo dos pequeñas chucherías. Nunca mencionaba a su madre y me intrigaba enormemente, sin embargo no me sentía en derecho de preguntar.

Salimos de allí y esta vez la pequeña Jiwoo tuvo antojo de algodón de azúcar. Compramos una enorme bola rosa en forma de oso y nos sentamos en una banca de madera.

-¿Deberíamos tomar algunas fotos? -preguntó con ternura mientras ya preparaba la cámara en su celular.

-Seguro, me encantaría -respondí encantada con su iniciativa.

Sostuve el copo de algodón mientras ella tomaba una y mil fotos, a medida que también tomaba uno y otro bocado -y obligándome a comer dándomelo en la boca-, deformando lentamente al oso rosa.

"Lesbianas asquerosas"

Escuché un comentario muy intencionalmente dirigido a nosotras. Tragué saliva e intenté ignorarlo. Miré a Jiwoo y vi su expresión de incomodidad y noté que también lo había escuchado, a pesar de que no decía una palabra al respecto.

-Jiwoo -dije rompiendo el silencio y ella me miró con las mejillas algo sonrojadas-. Ah~ -dije extendiendo algo de azúcar a su boca y ella lo tomó alegremente, volviendo al mismo estado de diversión y felicidad.

Liar  •【ChuuVes】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora