Día 123

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Abre sus ojitos levantando su cabeza y mirando alrededor, como tratando de recordar dónde se encuentra. Bosteza y luego me mira.

Me mira. Sus ojos se conectan con los míos. Me congelo.

¿Cómo sé que esto no es otro de esos sueños? Disimuladamente pellizco la piel de mi pierna... duele.

-Sooyoung -dice mi nombre y un huracán de recuerdos invade mi mente.

-Jiwoo -repito-. ¿Qué haces aquí? ¿Qué... qué sucedió?

-Jinsol me explicó lo que te pasó y quise venir a visitarte -me explica aún con su voz algo ronca-, pero al final decidí quedarme a cuidarte esta noche para que ella pueda descansar.

Suspiro para calmar mis nervios.

-Creo que deberíamos hablar -digo tomando coraje de golpe sin apartar mi mirada de la suya. Ella se mantiene tranquila y niega con la cabeza.

-No ahora. Lo primordial es que te recuperes, luego habrá tiempo de hablar -habla amablemente, pero no con la dulzura y calidez de antes. Sin embargo no estaría aquí si no le importara, ¿o sí?
No puedo callar el barullo de pensamientos enredados, es tanto que al final no puedo oír ninguno.

-¿Por qué aún te preocupas por mí? -pregunto con debilidad. Sé bien que no lo merezco.

Ella sólo sacude la cabeza en negación y exhala sonoramente.

-Estabas durmiendo cuando la enfermera trajo tu cena, así que deberías comer ahora -me dice antes de levantarse y caminar hasta la pequeña mesa donde está depositada la bandeja.

Siento el estómago cerrado y bloqueado con candado, me siento nerviosa a pesar de que ella se mantiene con una calma admirable.

-¿Tengo que comer? -pregunto haciendo obvio mi descontento sobre eso, pero ella no responde y procede a armar el apoyo sobre la camilla. Aún en silencio coloca la bandeja sobre él y deja los palillos a un costado.

-¿Puedes hacerlo sola o necesitas que te ayude?

La miro sin responder y luego miro la comida. Se ve horrible, tal como todo lo que me han dado anteriormente. Además debe estar frío y eso lo hace peor.

Antes de que pueda darme cuenta Jiwoo se sienta en la camilla inclinada hacia mi lado, toma algo de comida entre los palillos y lo acerca a mi boca. La miro nuevamente y finalmente acepto comer.

-Buena chica -dice apenas sonriendo y mi corazón se acelera bruscamente. Su tono sigue siendo extraño al igual que su expresión, pero supongo que debe ser algo normal.

Por un momento pienso en comer por mí misma, pero mi mano tiembla tanto que probablemente el bocado caería mucho antes de llegar a mi boca, así que dejo que Jiwoo me alimente hasta casi terminarlo, luego me ayuda a beber agua y vuelve a llevar todo hasta la pequeña mesa de donde había sido retirado.

-¿Cómo te sientes? -me pregunta al volver y sentarse en la misma silla de antes.

-Nerviosa -suelto inmediatamente. No sé si tanta sinceridad sea necesaria, pero mantendré la promesa que hice hasta el final de mis días. Ella deja escapar una pequeña risita de asombro.

-¿Por qué? -me pregunta aún con tranquilidad y seriedad.

Irónicamente su pregunta hace elevar mis nervios. Deseo contestarle pero sentir esta vergüenza me hace quedarme en silencio.

-¿Es por mí? -vuelve a hablar.

Me muerdo el labio y respiro hondo.

-Sí.

Liar  •【ChuuVes】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora