"Quererte Es Desafortunado".

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Kim Namjoon:

-Hoseok... - no despierta - Hobie... - se veía tan calmado pero su cuerpo se mantenía un poco tenso. Se había quedado dormido mientras yo trataba de calmar su llanto después de ver el estado de mi hermano - Ah, siento que voy a morir aquí porque no puedo respirar, chaval -.

Pesaba un poco...

No puedo respirar bien. Creo que lo tiraré al suelo si no me deja de abrazar tan fuerte en sus sueños.

Un chico de un metro punto ochenta y uno, recostado en un sillón de color piel; con sus piernas colgando de este por el pequeño tamaño. Un tio que medía menos que él, se sentía cómodo al usarlo como almohada y cama... Si no despierta ahora, terminará con la cara estampada en esa alcoba...

Traté de safar su agarre pero era un poco fuerte y no podía. Se suponía que debía de ir a ver a Seokjin, pero Hoseok empezó a llorar de nuevo cuando vio por la pequeña ventana de aquella puerta color blanco, a mi hermano y su mal estado. Lloró como nunca y tuve que calmarlo; como cuando eramos unos simples críos.

Cuando eramos unos simples críos...

Flashback.

Día de Navidad, una fecha que no me gustaba celebrar. Con mi madre adoptiva pasaba aquellas fechas; nunca me gustó.

El salón de clases se encontraba lleno, con un sin fin de niños entregando regalos y dejando pequeños abrazos a los que se encontraban en su camino.

-Esto es absurdo... - yo no había recibido nada; después de todo no lo necesitaba -.

Era el único crío que no dejaba su puesto de color azul marino. Todos se veían felices a pesar de no recibir un buen regalo.

-¡Namjoon! - oh, no... Ahí venía, el único niño que se acercaba a mí a pesar de no darle mucha importancia la mayoría del tiempo - ¡No es justo! Mira lo que me han dado - llegó corriendo junto con una sonrisa. Se estaba quejando sobre su regalo pero aún así no dejaba de sonreír, ¡¿quién hace eso?! Yo estaría muy molesto - Me han regalado un vestido color rosa - no pude evitar soltar una pequeña risa - Aunque ha sido de Niiyeng. ¡Ella es muy buena conmigo! Por eso le he dado mi regalo -.

-Es absurdo... - volví a decir, esta vez con el humor un poco más alto-.

-Claro que no. Le he regalado una flor que se mueve cuando escucha aplausos. ¡Es magia! - sonrió de nuevo. En sus ojos se mostraban ese brillo de felicidad que desde hace mucho no tenía en los míos. Mis orbes ya no sabían como hacer que este apareciera seguido- ¡Oh! ¡Es cierto! ¡Nam, tengo un regalo para ti! - ¿regalo? -.

Lo miré un poco confundido. Nunca había recibido un regalo de alguno de mis compañeros de clase. Aunque aquello cambió después de conocer a Hoseok, en tercero de básica. Ese niño me había hecho cambiar un poco, no mucho.

-¿Re... Regalo? -.

-¡Sí! Lo tengo en mi bolsillo. - después de decir eso metió su pequeña mano izquierda en el único bolsillo de su uniforme -.

No me lo esperaba...

Nadie se lo esperaba...

Esa Navidad, el regalo de parte de mi primer amigo fue una nuez. Era grande y tenía un poco de tierra encima. Me había parecido único, la verdad. ¿Quién lo diría? Ese niño tenía muchas sorpresas para mí.

Alguien distinto a mí... Es lo que una persona necesita antes de su fin...

-La he encontrado antes de llegar al cole. ¡Cayó justo en mi cabeza! Así... - hizo un movimiento en donde su mano sostenía a la nuez y hacia como si cayese directamente hacia su cabeza - ¡Santa Claus ha tirado el regalo de una ardilla, Nam! ¡¿Puedes creerlo?! ¡¿Ahora qué va a comer?! - yo me mantenía en mi puesto, sin decir nada, solamente con una expresión de sorpresa. - Pero, me ha parecido muy linda y por eso la he pillado antes de que Santa vuelva a por ella. De seguro que ya me ha anotado en su lista de niños malos - sus labios hicieron un puchero - Por eso,¡te la voy a dar a ti para que me quite de esa lista y pueda recibir regalos! ¡Tú necesitas un regalo genial! - extendió sus brazos; uniendo sus manos para sostener entre las dos a la pequeña nuez - ¡Toma! ¡Feliz Navidad, Namjoon!-.

"AYUDARTE" - Namjin -. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora