"Un Chico Un Tanto Peculiar."

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Kim Seokjin:

Estaba a punto de salir de casa hacia el trabajo, pero mi pequeño hermano me detuvo a penas iba a salir.

-¡Jin! ¡No se te olvide traerme unos cuantos bizcochos de tu trabajo! -dijo Taehyung con una sonrisa en su rostro-.

-Ah, vale, vale, pero no te puedo prometer nada. Sabes que solo nos dan para el descanso. - miré a mi menor-.

-Uh... - bajó su cabeza, dejando su cara con dirección al suelo -.

-Oh vamos - sonreí y agarré su cabeza- Trataré de hacer todo lo posible, ¿vale?-.

-asintió sin decir nada más -.

-Genial - le di un pequeño beso en la frente- ¡Te veo luego, Taetae! - dijo mientras caminaba hacia la parada de bus. -.

[Narrador]:

Seokjin no era alguien de dinero... Pero eso no le importaba, ya que se sentía bien con su vida. Y por supuesto con su familia.

Después de una media hora llegó a su empleo, el cual era en una empresa nombrada: "CORPORACIÓN KIM". Seokjin trabajaba como recepcionista, pero muy pronto lo subirían de puesto a ser el encargado de ayudar al jefe de toda la empresa... Kim Namjoon.
Jin nunca había visto a aquel hombre de cerca, a penas lo miraba desde la mesa de recepción hasta su hermosa oficina hecha de cristal. Se lograba ver un gran paisaje por medio de ella, pero lo que Seokjin siempre admiraba era a aquel moreno, que siempre andaba de un lado para el otro y usaba prendas que le quedaban perfectas. Él todavía no sabía si lo que sentía era amor o tan solo un poco de admiración. Pero él no podría decir nada, ya que era alguien demasiado inferior a Namjoon. O bueno, eso es lo que pensaba de sí mismo.

-Em, ¿hola?-.

No estaba atendiendo a nada, lo único que le interesaba en ese momento era la gran oficina de su jefe. Ahí estaba él, ordenando papeles y de vez en cuando rascando su cabeza y jugando con su cabellera por el estrés.

-Oye, disculpa necesito que me ayudes, llevo aquí más de tres minutos - dijo un poco molesta -.

No creo que no puedas esperar un poco más...

-¿Uh? - la regresó a ver - Oh, perdón, en serio lo siento mucho. Estaba un poco distraído - sonrió un poco avergonzado-.

-Bueno eso no importa, pero ahora ayúdame con esto - no le había indicado nada así que no pudo comprender muy bien en qué necesitaba que la ayudara-.

-Eh, vale, ¿qué necesitas?- trató de sonar lo más amable posible, sonriendo un poco -.

De seguro está con una sonrisa chueca...

De esas que damos cuando alguien nos molesta en demasía.

Kim Seokjin:

-Necesito reservar una cita para poder hablar con el señor Kim Namjoon. O sabes que...Mejor esto... Quiero hablar con el señor Kim Namjoon. -dijo mientras se arreglaba un mechón de pelo que estaba en su rostro-.

-Eh, vale... Pues, verás. El señor Kim está muy ocupado últimamente y no a atendido a nadie desde el año pasado. - saqué unas hojas y las puse al frente de ella- Pero puedes poner tu nombre aquí si deseas. Así podremos contactarte y ver si el señor Kim te quisiera atender. - sonreí -.

-Ja - alejó las hojas de su rostro, y fijó su vista en mí, posiblemente mostrando un poco de enojo, pero... ¡Yo no la conocía! ¡¿Cómo iba a saber lo que quería?!- Bueno estoy segura de que si le dices que baje hasta acá por mí; él bajará. Ya que soy su futura esposa-.

-abrí los ojos como platos, sorprendido por lo dicho- ¡¿Futura esposa?! - pensé; claro, no podía gritar así de la nada frente a ella si ni siquiera conozco.. Y tampoco soy alguien cercano a mi jefe... sería extraño... - Esto... Bueno... Yo-...- me trabé un poco-  Trataré de contactarlo... Lo siento mucho...- susurré lo último-.

-No te preocupes, pero llámalo rápido, no tengo todo el día- ya voy, ya voy. Pero qué molesta-.

-agarré el teléfono de mi pequeño escritorio y empecé a marcar el número de teléfono que me habían puesto en un pequeño papel, pegado a una esquina de mi computadora- Listo... - el teléfono sonó y después de unos cuantos segundos alguien contestó -.

-¿Sí? - lo dijo con voz ronca, podría decirse que molesto, pero...yo no lo sentía así...más bien, estaba cansado, angustiado-.

-Es la primera vez que escucho su voz... Es simplemente hermosa... Dios...- pensé -.

-.¿Hola?... ¿Hola? Si necesita algo conteste, no tengo tiempo para esto.- me asusté por ello, pero dejé eso de lado y me dediqué a hacer mi trabajo-.

-E-eh, perdón, yo s-soy Kim S-Seokjin, el recepcionista del lugar. Eh, lo he llamado porque una chica lo está buscando señor... D-dice que es s-su futura... - me detuve un rato, regresando a ver a la chica que estaba al frente mío. Vaya, no lo dudo, alguien lindo y exitoso debe de estar con alguien linda y de su misma clase también... No tengo oportunidad alguna - Esposa...-.

-se quedó en silencio, sin decir algo o dar respuesta alguna. Sólo pude escuchar cómo soltaba un suspiro - Vale, iré enseguida. Gracias...¿Seokjin? ¿Verdad? Bueno, os veo ahí. - cuelga -.

-S-sí... Gracias... - dejé el teléfono a un lado - Emm, ya está, en unos cuantos minutos el señor Kim estará aquí señorita.-.

-Gracias. - se da la vuelta y se pone a esperar, sentada en la pequeña línea de asientos de espera. Se movía incómoda, tratando de no tocar a nadie y evitando cualquier movimiento-.

Pero qué idiota...

Aunque... no podía dejar de pensar en otra cosa... ¿Esposa? Eso me estaba atormentando desde ahora. 

-¿Cómo era posible eso? Me habían dicho que el señor Kim no era alguien de sentimientos. Claro después de la muerte de su... ¿Hermana?... No recuerdo que hayan mencionado a una hermana muerta... Posiblemente fue su madre. Es difícil de recordar la historia pero siempre estará ahí, supongo. Kim Namjoon cada vez haciendo más dinero. Su padre era alcohólico, si mal recuerdo, y su hermano trabaja junto con él en este mismo lugar. Aunque, siendo sinceros... Nunca lo he visto por aquí. JA, el pequeño Kim. Su madre, dicen que fue alguien bueno, pero que tomaba droga. Dicen que un día llegaron a casa y la encontraron colgando en el techo. Al parecer su vida no era como lo esperaba...pasaron los meses y Kim Namjoon estaba más serio. Con menos expresiones en su rostro... Ya no sonreía... Era un cascarón vacío...-.

Que pena que en realidad no fue así cómo la vio muerta...

El pequeño sonido del ascensor sonó, sacándome de mis pensamientos.

-Uh? - miré hacia la maquina de metal -.

Ahí está...

Ahí estaba. Aquel chico del cual supuestamente estaba un poco enamorado. Pero no podía hacer nada, ya que el hombre por el cual siempre me pongo nervioso; cuando lo veo por medio de las ventanas que hay en su oficina; se iba a casar y yo no estaba enterado de eso antes... Un completo desastre... Creo que hay un poco de pena en el aire.

-salió del ascensor y fue hacia aquella mujer; de la cual desconocía el nombre; caminando - Buenos días, señorita Leewan- hizo una reverencia-.

- ¡Hola Namjoonie! - fue y le dio un abrazo-.

-Le suplico que me suelte por favor. - agarró los brazos de aquella chica y la separó de él - Qué gusto verla por cierto- dijo con sarcasmo y rodando lo ojos-.

¡¿Eh!? ¿Pero qué acaba de pasar? ¿Acaso él la apartó sin delicadeza alguna? ¿No se supone que se van a casar... O... ¿Será que lo hacen porque sus familias los obligan? Pero qué confusión...
Espero no perder la paciencia que me queda y poder seguir viendo a aquella extraña pareja con total simpleza...

¿Competencia...?

[🐺💐]

RM.

"AYUDARTE" - Namjin -. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora