Pokemon. Atrapados en Jotho (Completa)

34-Llegó el momento de irse

-Bueno, que sepáis que Máximo ya esta al caso.- Dijo finalmente Pegaso mientras les alargaba dos billetes de barco.- No es que es os quiera echar, pero los tres sabemos que lo de Hoenn, no puede esperar mucho más.

-Al final te lo ha contado.- Dijo Aiko mientras tomaba su billete.

-No ha tenido mas remedio.- Dijo Pegaso con una ligera mueca. – Estaba insistiendo demasiado en que teníais que daros presa en ir, tanta insistencia le obligó a contarme el porque.

-Y... ¿No vas a impedirlo?

Pegaso suspiró mientras la miraba, y luego miró a Saya.

-No es que me falten ganas por hacerlo, es una locura.- Dijo con voz un poco severa, pero acabó suspirando de nuevo como si buscase las palabras. -Pero eso ya lo sabéis. Y si algo habéis demostrado, es que podéis con todo lo que se os ponga por delante. Así que lo único que puedo decir es: Buena suerte.

Pegaso les extendió la mano, en que ambas chicas se la estrecharon, pero en cuando Aiko se dio la vuelta, la tomó del brazo y la abrazo con todas sus fuerzas.

-Promete que después Hoenn, volverás a casa.- Susurró mientras su hermana le abrazaba con la misma fuerza.

-Volveré a casa Pegaso.- Susurró Aiko.- Pero antes, tengo que ver mucho mundo.

Aquellas palabras hicieron que los ojos de Pegaso se cerrasen con fuerza y la apretasen un poco más.

-SAYA.- La chica peliroja se giró, viendo como Morti venía corriendo y la abrazaba con fuerza.- ¿En serio ibas a irte sin despedirte?

-Morti...-Susurró esta mientras palmeaba su espalda.

-No vengo ha hacer drama.- Dijo mientras se separaba, y dejaba las manos en sus hombros.- Solo quería desearte buena suerte, y espero que nos volvamos a ver dentro de poco. ¿Tienes ya el billete?

-Si que lo.. ¿Dónde esta?-Preguntó al darse cuenta que ya no lo tenía en el bolsillo, y que Gengar se estaba riendo malvadamente.

-GENGAR.

-No ha sido Gengar.- Dijo Morti mientras se lo enseñaba. -Ir hacía ciudad Olivo y allí debéis coger el que se dirige a ciudad Carmín de Kanto, y lo demás, ya te lo conoces.

-Tranquilo.- Dijo quitándole el billete.- Me lo sé de memoria.

-No eres tú quien me preocupa.- Dijo mirando a Aiko.-Vigílala en Carmín, tiene pinta de que vas a perderla.

-¿Una premonición?

- Si bueno, digamos que su hermano también esta preocupado en ese aspecto, y yo no le he dicho nada. Por algo será.

Tal y como dijo Morti, el barco les llevó des de Isla Prima a ciudad Olivo, siendo un viaje de varias horas que las dejo totalmente dormidas y relajadas, por lo que en cuando cogieron el de ciudad Olivo, pudieron disfrutar de las vistas que el barco les daba.

Rodearon gran parte de la región, por lo que pasaron cerca de ciudad Trigal, confirmando con sus propios ojos las palabras de Blanca de que al ciudad estaba reconstruida, vieron pueblo Azalea, pero en cuando se acercaron a pueblo Primavera, y estaban a punto de entrar en el canal que las llevaba a Kanto, un niño se puso en la barandilla y se subió en ella mientras señalaba un punto alto de la montaña.

-Mira mamá, ¿Qué es eso?

-Hiro, no te subas allí.- Dijo la madre sin mirar dónde el niño señalaba.

Pero Aiko y Saya si alzaron la mirara y sonrieron ante la imagen.

Allí, en lo alto de la montaña, estaban Entei, Raikou y Suicune, mirando fijamente el barco, como si se estuvieran despidiendo de ambas chicas.

Por la distancia no pudieron estar muy seguras, pero si que tenían el presentimiento de que habían hecho contacto visual con ellos, y fue en ese momento, cuando los perros legendarios dieron media vuelta, y desaparecieron.