Anexo 1: primera carta que nunca se leyó

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Sería inútil tocar las teclas de un piano o las cuerdas de una guitarra si no es tu voz la que cantará la más bella melodía. No puedo pasar los días del resto de mi vida anhelando que estés aquí, así que necesito que vuelvas. Necesito que vuelvas a mí. 

Aún puedo ver tus ojos en los míos, y puedo sentir mis manos en tu piel, puedo sentir tu mirada después de un "adiós" y puedo sentir tu palabras rompiendo mi corazón. 

Porque incluso después de tres años, te siento aquí. 

Porque pueden pasar seis eternidades y aún pertenecerás a mi piel y mi piel te será fiel. 

Porque puedo escuchar tus latidos como si estuvieras a mi lado por las mañanas, y sé que no será igual despertar con ella que sentirte despertar a ti. 

Estoy intentando dejarte ir, estoy intentando marcharme también, pero seguiré siendo un tonto, estoy dispuesto a serlo para siempre con tan de que regreses. 

Siempre tuyo, H. 

Océanos [l.s.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora