Océanos [l.s.]

13

Para Harry fue una sorpresa el despertarse abrazando a la nada.

Una nota escrita torpemente reposaba en el escritorio a lado de su cama.

"No lo mal entiendas, realmente te amo, pero me haces daño y te hago daño a ti. No quiero vivir destruido".

Y otra nota en el calendario de su teléfono terminó de bajarlo de su nube.

"Recordatorio: la boda es el 18 de abril. ¡Feliz doce de abril!"

Entonces Harry comenzó a llorar.

Se levantó de la cama y se vistió rápidamente, sólo para ir a correr y después bañarse.

Corrió seis cuadras al este, y después corrió otras dos, cruzando el feo puente que estaba sobre el arroyo. Se detuvo frente a la casa de Louis, decidido a tocar a la puerta, pero una pequeña chica de cabellera rubia le ganó. Parecía que no era el único que salía a correr tan temprano.

Susana alzó una de sus cejas castañas, perfectamente depilada.

—No está en casa, los domingos va a la escuela a tocar. — Adivinó ella antes de que el chico pudiera contestar. La respuesta había quedado sin palabras ante la declaración, ¿escuela?

— ¿Cuál escuela?— Susana se dio cuenta de que había sido una bocona sin querer al escuchar al rizado emitir esas palabras, él no lo sabía.

Y ella no iba a decir más al respecto. Se puso sus audífonos y comenzó a trotar esquivando al chico. Harry trotaba alrededor de ella, jalando uno de su audífonos para poder ser escuchado.

—Dímelo. — Demando el menor, exigiendo tal información.

—No.

—Por favor, sólo hazlo. — Intentó nuevamente Harry, ganándose una pisada de ella.

— Ya te dije que no. —Volvió a negar Susana.

—Hazlo como un favor, vamos, dime qué quieres y te lo daré. — Un puchero infantil pintaba la cara del más alto, y Susana detuvo su caminata. La subasta de un favor grande sonaba tentadora, más si sabía el poder qué tenía ese hombre.

Miles de posibilidades pasaron por su cabeza: volver a ver a Niall aunque fuese una vez. Un mejor trabajo en el que pudiera darle cosas mejores a Nick, un viaje para poder hablar con su madre antes de que la anciana muriese... Pero fue sólo un segundo, ella no era esa clase de persona. No podía vivir de los demás, tenía que conseguirlo ella.

—Deja de insistir, no voy a decírtelo. No soy esa clase de amiga, y definitivamente no me convertiré en la clase de persona que vende secretos ajenos a cambio de un placer pasajero. si Louis supiera la clase de persona que eres, dando de todo por tan poco, no querría verte. es más, si quisiera verte, él mismo te daría su dirección.

Seguían en silencio, ambos estaban un tanto frustrados, entonces Harry recordó todas las universidades que Louis alguna vez mencionó.

—Está en Oxford. — Soltó con seguridad, Harry.

— No.— Contestó ella, pensando en una forma de hacerlo cambiar de opinión y que no llegase hasta Lou.

— Claro que sí.

Y entonces Harry comenzó a correr hasta aquella universidad de paga que le había robado casi siete años de su juventud. El guardia afuera lo dejó pasar tras un cantidad generosa de billetes.

Cuando llegó al salón de música, encontró a Louis de espaldas, inmerso en su propio mundo. Estaba tocando una melodía bastante conocida para ambos en el piano.

Fue cuando Harry ingresó totalmente al salón que su atención se fijó en una pequeña que estaba a un lado de este, siguiendo el ritmo de la canción, Louis cantaba con parsimonia, y la niña estaba concentrada tocando. Y cuando Louis alcanzó una perfecta nota alta, sintió que su corazón se detuvo.

There must be something in the water '
Cause every day, it's getting colder.
And if only I could hold you
You'd keep my head from going under.

Entonces, Harry estaba llorando, y estaba saliendo del lugar a toda prisa, tomando un taxi y haciendo una llamada.

Hola jaja, ya saben de mis notas después de las divisiones, y los quiero mucho. Esta división tiene seis capítulos y un anexo, y creo que es la división más triste que escribí. Ah, esta historia ya tiene un final planeado, así que no se ilusionen mucho con sus teorías que voy a terminar rompiendo, sns.

All the love, ds.