10. Una familia de nuevo

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*1 año antes*

Tony estaba sentado en su despacho, el ordenador abierto delante de él, sus dedos tecleaban muy rápidamente con conocimiento, estaba jaqueando el sistema, sabía que le vigilaban; aunque Rhodes trabajase para el Gobierno, y este supiera que él había deseado firmar el acuerdo, y que había luchado porque todo el mundo firmase, lo vigilaban con gran atención; era algo lógico, al fin y al cabo su marido se había opuesto, y era el líder de los que se rebelaron en contra, que eran padrinos y madrinas de sus hijos, básicamente su familia era fugitiva mundial y, como también era lógico, esperaban que él supiera dónde estaban o al menos cómo encontrarlos. Y no se equivocaban.

Si se lo hubieran dicho unos meses antes, la respuesta hubiera sido no, él no sabía donde estaba Steve, ni Natasha, ni Wanda, ni Vision, ni Bucky, ni Sam... no sabía dónde estaba nadie, ni tampoco cómo localizarlos porque no había puesto ningún empeño en ello, pero ahora era distinto, hacía poco que se había reencontrado con Steve en desagradables circunstancias, y ahora, tras mucho esfuerzo, habían vuelto a la normalidad; era por ello que Tony estaba hackeando al hacker que le había hackeado a él, cosa que no había sucedido en realidad porque Tony le había dejado hacerlo, para mostrarle unas imágenes alteradas de su apartamento aquella tarde, la versión oficial sería que él estuvo en compañía de Pepper y Happy, a quienes ya había convencido por si necesitaban declarar, también había ordenado a FRIDAY no hacer ninguna grabación en las horas que durase el encuentro. Habiendo terminado su trabajo, pues era un excelente hacker, cerró el único ordenador de su posesión, ya que prefería los hologramas y pantallas táctiles digitales, y salió de la habitación cerrando con la llave de titanio y sus huellas dactilares, tomó el ascensor con ultra seguridad que solamente se dirigía a aquella planta en el sótano, y subió al penthouse.

-¡Peter! -llamó distraido

Su hijo apareció al momento con varias mochilas y sus dos hermanos detrás de él, Tony le había pedido que se llevase a sus hermanos al zoo aquella tarde, el omega no pudo evitar sonreír al ver a su hijo cual mamá gallina, algún día sería un padre maravilloso, estaba seguro.

-Ya lo tengo todo

-Muy bien -sonrió abriendo su cartera y dándole dinero -Aquí tienes lo suficiente para la entrada, para comprar recuerdos y para cenar, pero no volváis muy tarde, por favor

-¿Vas a dar una fiesta? -preguntó Morgan con malas intenciones

-Sí, una que se llama reunión de negocios con tu tía Pepper

-¿Puedo comprarme un animal? -preguntó emocionado Harley entrado al ascensor detrás de Peter

-Los animales no se compran, se adoptan, y puesto que imagino que no hablas de un perrito o un gato, ni siquiera eso, no, no puedes a menos que sea de peluche

-Tranquilo, papi, los tengo controlados

Tony le dio un beso a casa uno de sus hijos recibiendo otro en respuesta, las puertas se cerraron y el ascensor bajo, espero unos minutos mirando a la nada para comenzar a prepararlo todo, puso la cafetera y la tetera a trabajar, sacó las cajas de galletas y donuts, activó los paneles reflectores de las ventanas para evitar drones chismosos, encendió el televisor y se sentó a esperar. FRIDAY le avisó que la cita había llegado cuando la película estaba casi al final, Tony le dejó subir, el ascensor sonó al abrirse y los pasos sonaron a su lado, la persona caminó hasta el lateral del sofá, quedándose ahí quieto.

-10 razones para odiarte -dijo la voz cálida y suave -Jamás pensé que te gustaría esa película

-No lo hacía, pero me he aficionado bastante a ella en estos últimos 10 meses -contestó sin prestar atención -Me recuerda a ti

Un cuento al revésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora