Un cuento al revés

27. Por primera vez

*2 años antes/1 año de relación*

Las relaciones serias y estables eran territorio desconocido para Anthony Stark, a lo largo de su vida había tenido muchas relaciones... sexuales, esporádicas, abiertas... en las que el tiempo más largo había sido 1 mes acostándose con la misma persona, de la cual ni siquiera diría que estaba enamorado o colado. Tal vez por eso luego se confundió con Pepper, la primera persona por la que sintió un gran amor, hasta que se dio cuenta que era fraternal y dio gracias por nunca haber intentado nada. Con Natasha no cometió ese error, detectó al instante que era una gran amistad pero nada más, y la alfa se convirtió en parte de su familia.

Así que cuando conoció a Steve, todo se volvió una locura, porque sentía cariño y camaradería, como si fuera su mejor amigo, pero también sentía pasión y adoración, como si fuese amor. Tony sintió una felicidad y una conexión como nunca antes, y de repente, todo lo que estaba vacío, era infeliz, solitario e intranquilo de él, despareció. Jamás se había sentido tan seguro como cuando el rubio le abrazaba, más aún que con su armadura, y jamás se había sentido tan acompañado como estando sentado en un sofá al lado del viejales.

Y, por supuesto, jamás había sentido tanto deseo y excitación como cuando soñaba con él o lo veía en algo sexy, que era casi todo el tiempo. Pero, ¿quién podía decirle nada? Tony era una persona muy sexual, amaba el sexo y le encantaba hacerlo con asiduidad, encima, su novio era el alfa más sexy y hermoso del mundo y de la historia. ¡¿Quién no querría acostarse con Steve Rogers?! Además de que ese título de "Capitán América" tenía un je-ne-sais-quoi tan excitante.

El moreno comprendía la ideología del rubio, sus creencias, sus temores, sus principios, en torno a las relaciones sexuales prematrimoniales, incluyendo el emparejamiento por marcas. No, no, Steve pensaba que se debía pasar por la vicaría antes de nada de eso, y se mantenía firme. Anthony solamente necesitó que se lo dijera 1 vez, y viendo lo importante que era para él, no volvió a insistir en absoluto. En lo personal, el omega creía que se había portado muyyyyyy bien, había resistido todo un año al lado de ese dios irlandés, con su asombroso pectoral, penetrantes ojos y devastadora sonrisa; viéndolo en ese apretado traje, que remarcaba cada músculo, desde sus abdominales hasta los bíceps, y desde luego, ese culazo; y no digamos sobre verlo pelear y entrenar, viendo al rubio sudar, con esa piel de porcelana brillando, sus mejillas rojas, su pecho trabajando por ese laborioso respirar. A

Pero después de 12 meses de relación, viviendo 365 días con él, pues vivían en el mismo edificio aunque a veces se encontrasen en diferentes plantas, y con 4 celos reprimidos bajo supresores a pesar de tener a su pareja ideal, semejante ejemplar de alfa... Tony estaba más que desesperado y empezando a pensar en preguntar otra vez. Preguntar nunca le hizo daño a nadie, ¿verdad? Pero debía ser inteligente y sutil con el rubio.

El moreno tomó rápidamente su teléfono móvil y reservó la mejor mesa del mejor restaurante asiático de la ciudad, lo cual sin duda sería un ambiente favorable, ya que el rubio había descubierto recientemente la comida asiática y siempre estaba más que feliz de comerla. Luego mandó su mejor traje a la tintorería, hizo lo mismo con aquel que sabía que el rubio se pondría, y liberó una noche enteramente para ellos en un par de días.

El ascensor se abrió ante el gimnasio de la torre con un suave ding, dejando a la vista a un Capitán América en pantalones verdes y camiseta blanca ajustados, con sus manos liadas en vendas frente a un saco de boxeo, y muy sensualmente sudado. Tony necesitó unos segundos para respirar profundamente y calmarse, no quería parecer un omega en celo y desesperado, pues sabía que eso espantaría al rubio. Cuando se sintió dueño de sus sentidos de nuevo, se acercó hasta el rubio llamando su atención, haciendo que el alfa parase al instante y sostuviera el saco con una sonrisa antes de inclinarse para darle un dulce beso.