Un cuento al revés

22. Unidos

*2 semanas antes*

-¿A dónde vamos? -preguntó Steve mientras Tony conducía el Ferrari rojo

-No preguntes tanto y sólo disfruta -el moreno rió

-Estoy disfrutando, pero estoy desconcertado, pensaba que íbamos a pasar la noche de bodas en un hotel o algo, y estás volviendo a la Torre

La boda acababa de terminar, el banquete había finalizado y la pareja se había despedido para pasar su noche de bodas, según Steve en un hotel de lujo, pero parecía que Tony había cambiado sus planes.
Entró a la Torre y aparcó el coche antes de tomar la mano de Steve y subir al ascensor.

-Señores, felicidades

-Gracias, JARVIS -sonrió Steve

-Sí, sí, muy amable... Llevanos al helipuerto

El ascensor se cerró y empezó a ascender a gran velocidad, aunque a penas lo notaban, Steve comenzaba a figurarse que el excéntrico Tony Stark había planeado un viaje al extranjero.

-¿Tanto te cuesta tener el culo quieto? -sonrió riendo leve

-El culo es lo que menos pienso tener quieto esta noche, señor Rogers-Stark -ronroneó con mirada pícara

Steve solamente pudo reír y rodar los ojos, era su noche de bodas, podía permitirse algo de malhablado y picardía. El rubio tomó la mano del omega, entrelazando sus dedos, besando después su frente. La puerta se abrió dando paso al helipuerto, dónde el jet de los Avengers esperaba a la pareja, Natasha y Sam en la entrada.

-Buenas noches, pareja -dijo la pelirroja con afectuosa sorna

-Nosotros seremos sus pilotos y azafatos esta noche -siguió Sam también con burla -La última vez que pilotaste, Rubiales, acabaste enterrado en el Polo Norte

Tony rió junto a los otros dos, Steve solamente rodó los ojos pero sonrió igual, ya había sobrepasado ese punto en el que las pullitas le molestaban. La pareja subió al jet y se acomodó en los asientos, los cuales habían sido decorados con cintas y flores, dándole un aspecto más nupcial.

El jet despegó a gran velocidad pero no tardó en estabilizarse, fue entonces cuando Sam apareció con unas copas de champagne, Steve pudo ver que hasta Nat tenía una copa en el reposa-vasos del piloto. El rubio ni sabía que el jet tenía eso.

-Cara duras

-Encima de que hacemos de pilotos, que menos que nos deis unas copas, mamones -exclamó Nat desde la cabina

La ventaja de tener un jet era que cualquier viaje que se pasaba en segundos, Steve no sabía a dónde iban pero sabía que tardarían muchísimo menos que un avión.

-¿A dónde vamos?

-Si te lo digo ya no será una sorpresa

-Ah vamos

-No, a callar, no necesitas saberlo

Las risas se oían desde la cabina.

-¡Bienvenido a la vida de casado! -se escucharon las carcajadas de Sam

El jet viajó ligero y rápido, por el tiempo de tardanza, Steve calculó que habían salido del continente Americano. Finalmente el jet aterrizó en lo que parecía un helipuerto privado, Steve bajó y miró a su alrededor, estaban rodeados por palmeras y otras plantas, un pequeño camino de tierra allanada se entreveía.

-Bueno, les dejamos -volvieron a despegar y los recién casados quedaron solos

Tony sacó unas llaves y al pulsar se iluminó un jeep, Steve cargó las maletas hasta el coche, pero el omega ocupó el volante. Tony jamás le dejaría conducir siempre que él pudiera.