Jed Jones a sus 16 años siempre anda con el ceño fruncido, las manos en los bolsillos y su infaltable caja de Malboros. Lleva años enamorado de la perfecta Amanda Green, el problema a todo eso es que Edd Jones, su gemelo, sale con ella, porque de lo...
Actualización de la semana!!! bien espero que les guste
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LAS COSAS QUE TE CURAN TAMBIÉN PUEDEN MATARTE.
Hay algo peor que tu hermano saliendo con el amor de tu vida y es tener que acompañar a tu hermano canceroso a una cita por su aniversario con el amor de tu vida. Eso es Sad. Como de verdad, muy Sad.
Edd había empezado la quimio. Sí, Mónica lo había convencido, asi que todo el show que me monté había sido en vano.
Bueno, Mónica me castigó como por todas las veces que no me había castigado anteriormente, asi que supongo que era su venganza, sin mesada, sin ordenador, sin libros, si me dejaba el móvil era para rastrearme cuando estaba fuera de casa, apenas llegaba debía entregarlo, asi que ahora comenzaba a escribir desde el móvil cuando iba en el autobús o estaba en clases, si alguna vez lo hicieron es bastante jodio.
Digo a mi por lo menos me jodia, como que de verdad me jodia.
Todo porque Edd necesitaba ser el hijo bueno hasta sus últimos días. ¿De verdad? Me dieron ganas de darle un puñetazo a la cara, a veces mi hermano era un puto fastidio. Digo, no quería que Edd muriera. Pero a veces me fastidiaba ¿Alguna vez odiaron a alguien que aman? Edd a veces hacía que quisiera verlo muerto. Como de verdad muerto.
En cuanto a la quimio, Mónica no tuvo mejor idea que llenar la casa de volantes de todos los colores y tamaños. De hecho, impuso una rutina de decir una cosa por la que era bueno vivir un día más. Algo como un sin repetir y sin soplar di algo que te guste de la vida.
Mis razones para vivir iban de comer papafritas, besar chicas y jugar a la play.
Monica siempre me lanzaba miradas de reproches, creo que esperaba que dijera cosas trascendentales como la paz mundial y eso. Solo no me nacía, y Edd de hecho se reía cada vez que salía con alguna trastada.
Creo que por eso Monica no decía nada.
La cosa con el cáncer es que cualquier cosa por estúpido que fuera que te ayudara a olvidarlo valía la pena. Eso Mónica no podía entenderlo. Creo que papá sí, papá si que se esforzaba por olvidarlo.
Todas las malditas noches era exactamente lo mismo, sentarse y dar las gracias a dios y la vida, por darnos el alimento y eso. De pronto hasta nos volvimos practicantes, es la cosa con la muerte, te caga tanto que crees en cualquier dios, santo católico, romano, griego o pagano que te prometa algo de alivio.
Al final del mes Edd acabó aceptando el tratamiento.
Creo que lo hizo por Mónica, no porque realmente creyera que se iba a curar. Mónica y Amanda habían aunado fuerzas para convencerlo, era cosa de mujeres, papá y yo evadíamos el tema. No sé si es cosa de hombres, pero a veces me era más fácil pensar las cosas que decirlas, solo guardármelas.
